
Las cámaras de la DGT ya están dotadas de inteligencia artificial
La UE da el 'sí' definitivo a la nueva ley que controlará el uso de la Inteligencia Artificial
La norma prohibirá la categorización por creencias políticas o religiosas o lo sistemas para crear bases de datos faciales
La nueva Ley europea de Inteligencia Artificial ha dado su último paso este martes al ser aprobada en el Consejo Europeo de los ministros del ramo que se ha celebrado en Bruselas y ya tiene el visto bueno para entrar en vigor a partir del próximo mes de noviembre, aunque no estará plenamente desarrollada hasta el año 2026.
Esta normativa pretende armonizar todas las normas nacionales existentes en torno a esta tecnología y, al mismo tiempo, trata de establecer unos controles mínimos que garanticen la seguridad y la integridad del ciudadano.
Así, en noviembre quedarán ya prohibidos los sistemas de inteligencia artificial de categorización biométrica por creencias políticas, religiosas, filosóficas o por su raza y orientación sexual.
Tampoco se podrán utilizar los sistemas que puntúan a las personas en función de su comportamiento o características personales ni la inteligencia artificial capaz de manipular el comportamiento humano.También estarán prohibidos, entre otros, los sistemas para expandir o crear bases de datos faciales captados de manera indiscriminada a través de internet o de grabaciones audiovisuales.
Excepciones
No obstante, la normativa permite excepciones, de tal forma que las Fuerzas de Seguridad sí podrán utilizar las cámaras de identificación biométrica, siempre con autorización judicial, para prevenir una amenaza terrorista a punto de producirse.
En líneas generales, el reglamento permite o prohíbe el uso de la inteligencia artificial en función del riesgo que genera para las personas e identifica sistemas de alto riesgo que solo se podrán utilizar si se demuestra que respetan los derechos fundamentales.
Para quienes incumplan la normativa se prevén multas con un rango que va desde los 35 millones de euros (37,6 millones de dólares) o el 7 % del volumen global de negocio de las empresas, hasta los 7,5 millones de euros (8 millones de dólares) o el 1,5 % del volumen global de negocio.