El cantante y presentador de televisión Bertín Osborne, junto al conductor de 'El Hormiguero', Pablo Motos
'El Hormiguero'
El día en que Bertín Osborne quiso ligar con Julia Roberts
El cantante recuerda su peor incursión televisiva, ‘Scavengers’, en cuya grabación compartió estudio con la estrella norteamericana
Bertín Osborne rompió el guion de El Hormiguero. Estaba previsto que Kira Miró realizase uno de sus retos, pero no hubo tiempo. Porque la mayor parte del programa la copó el cantante madrileño de origen andaluz, quien fue a presentar su último disco, Bertín Osborne. 40 años son pocos.
El invitado se fue entonando a medida que avanzó el programa. Y no solo por el caro vino que le sirvieron. Estuvo especialmente inspirado contando sus aventuras y desventuras en dos rodajes internacionales.
Primero contó su periplo mexicano, a comienzos de los años 90. Estaba pasándolas canutas para poder mantener su alto nivel de vida y la cadena Televisa le ofreció ser el galán de una telenovela. Detestaba el género, pero le hicieron una oferta que no pudo rechazar. Hizo fortuna, y a los tres meses pidió al director que lo matase. Así fue su final: «Me despeñaron con un coche por un acantilado». Paradójicamente, que lo mataran en la ficción le salvó la vida: «Tenía tres o cuatro tíos con pistola buscándome…». Por asuntos de faldas: «Las mujeres más guapas de México están en Televisa», se disculpó.
Fue en México, con motivo de aquel culebrón, cuando se aficionó a no leer los guiones. Allá no lo necesitaba porque había un apuntador y él lo escuchaba por una especie de pinganillo.
Después, quiso argumentar el motivo por el que no es partidario de leerse los guiones, incluso cuando no hay pinganillo. Primero, porque cree que no son naturales, hechos a la medida. «En España tenemos unos guionistas maravillosos. Pero en Estados Unidos tú tienes un guionista y antes de una serie conviven un mes con el actor. Aprenden qué es lo que le gusta, qué es lo que no le gusta, cómo habla, las expresiones. Y le hacen un guion a la medida. Aquí hacen un guion, buenísimo por cierto, y te lo dan, pero lo puedo hacer yo o lo puede hacer Agustín Bravo, lo puede hacer cualquiera».
Y después añadió otra razón. Su experiencia en Scavengers, un concurso futurista de carísima producción que Antena 3 estrenó en 1994 y que resultó un fracaso de audiencia. «Fue una mier…, porque no era yo», sentenció. Porque le obligaron a seguir el guion. Se grababa «en los estudios de James Bond», los Pinewood de Londres. En los camerinos de al lado estaban Richard Gere, Sean Connery y Julia Roberts, que rodaban otras producciones.
Él hacía de «comandante». Lo vistieron de astronauta «con una cosa de goma horrorosa, que calentaba que te cagas». Y en la cabeza le colocaron un casco forrado de goma: «Perdí pelo desde aquello». Manejaba una pistola de madera a la que, en postproducción, le añadían un rayo láser.
Había un comedor común para todas las producciones. «Yo vestido de astronauta, con el casco aquel que era una vergüenza, entra Julia Roberts y yo decía ‘a esta me la tengo que ligar como sea’». Pero así era imposible. No existe galán que resista tal disfraz. «Cada vez que entrábamos [en el comedor], [Julia Roberts] pegaba unos codazos y decía: 'the spanish'». ¿Cómo quedó la cosa? «Yo ni la saludé siquiera, una vergüenza horrorosa».
El que tuvo, retuvo. Antes de irse, Bertín preguntó si no iba a salir Kira Miró, que quería conocerla. Pablo Motos le pidió que dejase de ligar «aunque fuesen cinco minutos», que ya le presentaría a la actriz al acabar el programa, ese cuyo guion hizo trizas Bertín Osborne. Su casa fue El Hormiguero.
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