
Fotograma de Jurassic Park
Historias de película
Así cambiaron Jurassic Park y Steven Spielberg el rumbo del cine de Hollywood para siempre
Treinta años después de su estreno, recordamos cómo la película demostró que las posibilidades en el cine eran infinitas
Jurassic Park es un hito en la historia del cine. Antes de su estreno el 11 de junio de 1993 nada hacía presagiar que la película de Steven Spielberg se convirtiese en uno de sus blockbuster más conocidos. Por aquel entonces, el director ya llevaba dos décadas de dilatada carrera y la película tenía con qué competir tras el estreno de hits como E.T. El extraterrestre, Tiburón, Los Goonies e Indiana Jones y el Arca Perdida.
Contra todo pronóstico y, demostrando una vez más el éxito inacabable de Spielberg, Jurassic Park marcó una nueva era en el cine, en parte porque mostró por primera vez la verdadera capacidad de las imágenes generadas por ordenador. Aunque no fue solo ese el secreto que se escondía tras su triunfo en taquilla: su guion y una fotografía de La Isla Nublar digna de enmarcar demostraban que las películas de gran presupuesto para público mayoritario podían ir de la mano de la calidad.
Jurassic Park tenía potencial y Spielberg lo percibió. También influyó la amistad que unía al cineasta con Michael Crichton, quien escribió la novela en la que se basa la película y que luego trabajó en el guion con David Koepp. Para 1991, la preproducción estaba en marcha, pero había algunos flecos pendientes de atar. Por lo general, un futuro blockbuster debe atraer a muchos grupos demográficos y Spielberg esperaba que, dada la popularidad del libro de Crichton, la audiencia creyera en el resurgir de los dinosaurios en pleno siglo XX. La pregunta era: ¿cómo podía hacer que pareciera creíble?
Hubo un momento en el que se consideró el stop-motion. Sin embargo, después de que le mostraran los avances conseguidos en los últimos años con un incipiente CGI y el potencial que iba despertando, Spielberg supo que era la mejor manera de dar vida a estas criaturas extinguidas.Gracias al incansable esfuerzo de sus creadores, el T-Rex, el dilophosaurus o el velociraptor fueron solo algunos de los impresionantes dinosaurios que cobraron vida. Perdonamos el error de juicio de que la mayoría de los que aparecen pertenezcan al cretácico y no al jurásico.

Fotograma de `Jurassic park´
Sea como fuere, nacieron como una combinación de marionetas animatrónicas y CGI, con un diseño tan minucioso y meticuloso que bien podrían competir con los actuales. Mucho deben futuras sagas icónicas de acción como Transformers, Guardianes de la galaxia, Avatar o Los Vengadores a estos efectos que por entonces eran pioneros en el Séptimo Arte.
Spielberg no era tonto y sabía que no estaban del todo desarrollados. Habrá quien piense que el motivo que justifica tanta lluvia en la película es el clima de carácter tropical de la isla, pero, en realidad, las grandes cortinas de agua se utilizaron como una herramienta de distracción de los posibles errores a las tomas CGI. Así conseguían también mayor autenticidad en cada plano. Otras capas de realismo como que estos seres prehistóricos contaran con miosis pupilar –que la pupila del ojo se contraiga en función de la cantidad de luz que hay– demostraba la voluntad de conseguir el mejor resultado posible.

Jurassic Park
En el festín visual también tienen mucho que ver los espectaculares escenarios de Hawái que hicieron las veces de La Isla Nublar y la brillantez de Steven Spielberg para encuadrar cada toma. Además, si para aterrar con Tiburón solo necesitó un escualo falso y dos notas musicales, en Parque Jurásico los rugidos implantados a posteriori fueron determinantes para el ambiente de suspense de las dos horas de metraje.
Gran parte de su genialidad proviene de su capacidad para imbuir tensión en escenas de acción asombrosamente bien pensadas. Que la llegada del T-Rex se avance por las ondas generadas en un vaso de agua con el eco sordo de sus pasos resonando en la distancia hace que cuando realmente aparece el icónico ser los nervios del espectador ya estén alterados y sus mentes, preparadas para el espectáculo visual que sigue.
Ni que decir tiene el mérito de posproducirla mientras rodaba otra de sus obras maestras: La lista de Schlinder. El proceso le pasó factura y tuvo que tomarse una pausa de cuatro años después de su estreno, pero artísticamente valió la pena el esfuerzo.

Los protagonistas de Jurassic Park
Con Jurassic Park ganó los tres premios Óscar a los que era candidata: mejor edición de sonido, mejor sonido y mejores efectos visuales. Con La lista de Schlinder, siete de las 12 estatuillas a las que optaba: mejor película, mejor dirección, mejor guion adaptado, mejor fotografía, mejor banda sonora, mejor montaje, mejor dirección artística.
Si realizar dos películas excepcionales ya es digno de reconocimiento, hacerlo al mismo tiempo es la marca de un maestro. Soñar cómo se verían y moverían estos dinosaurios consumió el tiempo de Spielberg hasta tal punto que, cuando llegó el momento de elegir el reparto de la película, se preocupó por conseguir grandes estrellas. Sam Neill era un aclamado actor australiano que se había metido de lleno en los éxitos de taquilla con La caza del octubre rojo.
Jeff Goldblum había estado en películas exitosas, como la brillante nueva versión de La mosca de David Cronenberg. En cuanto a Laura Dern, había estado actuando desde que era una niña, haciéndose un nombre en provocativas películas de autor como Blue Velvet y ganando una nominación al Oscar por El precio de la ambición en 1991 .

Sam Neill convertido en el intrépido paleontólogo Dr. Alan Grant
En última instancia, el elenco incluía a Wayne Knight de Seinfeld y un Samuel L. Jackson anterior a Pulp Fiction, que fue elegido más por su capacidad de actuación que por su poder estelar. De hecho su escena fue cortada del montaje final. Completaban el reparto Ariana Richards y Joseph Mazzello, encargados de dar vida a los nietos del filántropo John Hammond, creador del Parque Jurásico.
Para los productores, en cambio, no era una película que necesitara grandes nombres: Spielberg y los dinosaurios eran la atracción principal. Así fue cómo desarrollaron la campaña de promoción. Con el tiempo, Sam Neill encabezó una protesta en la que se quejaba de que se les diese más importancia a los seres prehistóricos que a los actores de la película.
El resultado fue una recaudación en todo el mundo de 900 millones de dólares. Que se convirtiese en el mejor estreno del verano –superando a Arnold Schwarzenegger con Last Action Hero– y la película más vista durante semanas despertó el interés de la crítica Anne Thompson, que en Entertainment Weekly predijo: «Es el futuro».

Ariana Richards y Joseph Mazzello interpretaron a Lex y Tim Muprhy
De repente, todo era posible en la pantalla grande. Los cineastas que antes se habían negado a emprender ciertos proyectos porque no eran factibles, se dieron cuenta de que ahora sí podían llevarse a cabo. Cuando Crichton concibió el libro original, quería hacer ver una advertencia sobre el avance tecnológico. Nunca habría aventurado lo que su prosa ayudaría a desatar paradójicamente ese nuevo mundo.
«Ha cambiado el cine en Hollywood para siempre, o al menos hasta que llegue el próximo Jurassic», aventuraba Thompson. Por suerte para Spielberg, sería él el artífice de los siguientes Jurassic, ya fuesen en forma de secuela o con todos los proyectos que vinieron después y rugen con tanta fuerza como estos dinosaurios. Seguro que leyendo estas líneas se le ha venido a la mente alguna de sus películas. La lista para elegir, al igual que su talento, es interminable.