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28 de marzo de 2024

Eva Orúe, directora de la Feria del Libro de Madrid, en su 81ª edición

Eva Orúe, directora de la Feria del Libro de Madrid, en su 81ª edición

Entrevista con Eva Orúe, directora de la Feria del Libro de Madrid

Eva Orúe: «Hay éxitos con poca calidad literaria y hay obras magníficas con poca acogida. Todos conviven en la Feria del Libro»

Recorremos la Feria del Libro con la primera mujer que la dirige en sus 81 años de historia: «Esta es la edición del reencuentro, la feria de las ferias»

La Feria del Libro de Madrid puede presumir de historia, raigambre y decenas de miles de visitantes cada año, pero hasta este año ninguna mujer había dirigido una de las citas culturales más esperadas y veneradas por los madrileños. La periodista, escritora y gestora cultural Eva Orúe (Zaragoza, 1962) ha sido quien ha derribado la barrera después de tomar posesión del cargo el pasado enero, tras ser elegida por el Gremio de Librerías de Madrid en un proceso en el que se presentaron más de 15 candidaturas.
El Debate recorre la Feria del Libro con ella horas antes de que dé comienza esta 81ª edición, «la feria de todas las ferias», en la que el parque de El Retiro se convierte en la librería más grande del mundo durante más de quince días, con 378 casetas y 400 expositores.
–Vuelve el gran evento editorial del país. ¿Cómo afrontan esta edición?
–Con mucha ilusión, porque después de dos ediciones raras, una que apenas existió porque fue virtual y otra que tuvo aforo reducido, volvemos al tamaño normal. Volvemos a la feria de siempre, a la feria que a todos nos gusta.
–¿Es esta la verdadera «feria del reencuentro»?
–La del año pasado ya lo fue en cierta medida, porque además no era fácil sacarla adelante y se consiguió. Pero la feria en la que todos nos volvemos a encontrar desde luego es esta. Estaremos todos los libreros, todos los editores, todos los distribuidores y todos los compradores, lectores y paseantes que quieran acompañarnos.
–Han sido tres años muy duros. ¿Qué desafíos enfrentan?
–El principal ha sido sacar una feria en muy poco tiempo. Yo me incorporé al cargo a principios de enero y nos pusimos en marcha con prácticamente todo por hacer. Y no es fácil. Esto es un monstruo muy, muy grande. Afortunadamente, el equipo con el que trabajo es pequeño, pero concienzudo. Llevan años aquí y conocen la feria como nadie. Yo nunca tuve ninguna duda de que la feria iba a salir... Aunque otra cosa era saber qué tipo de feria íbamos a sacar adelante.
–¿Y qué tipo de feria ha sido?
–Una feria grande con muchísimas casetas y participantes. Y sorprendentemente, teniendo en cuenta que empezamos, insisto, en enero a trabajar, se trata de una feria con muchos amigos, patrocinadores y colaboradores, y además con cuatro pabellones de actividades, que es una cosa bastante llamativa y extraordinaria.
Eva Orúe, directora de la Feria del Libro de Madrid, durante la entrevista con El Debate

Eva Orúe, directora de la Feria del Libro de Madrid, durante la entrevista con El DebatePaula Argüelles

–En esta 81ª edición hay 378 casetas y 823 expositores… ¿Qué dicen estos datos?
–Que esta feria es excepcional. Los datos que manejamos ahora no son los datos normales, los datos de una feria de las de siempre no son así, ni lo serán el año que viene. Pero puesto que era la ocasión de reencontrarnos, pensamos que era una buena cosa que estuviéramos cuantos más mejor. Y ha habido un sacrificio. Una renuncia por parte de algunos –de la mayoría, en realidad– de los expositores, que han decidido ceder metros para que cupiera más gente. Dicho esto, es una feria muy grande, quizá demasiado, y probablemente el año que viene tengamos que plantearnos cómo hacer para que estén algunos que difícilmente pueden acceder esta vez, y sin que eso suponga necesariamente incrementar de manera indefinida el número de casetas, entre otras cosas porque no podemos hacerlo.
–¿Ha habido entonces solidaridad entre expositores?
–Sí, ha sido algo precioso. Me parece que es un gesto hermoso el que hayan renunciado a metros y renunciar a metros y renunciar a exposición de libros. Y en el caso de algunas casetas, renunciar a espacio para firmas. O sea que es una renuncia que tiene trascendencia. Por eso digo que es excepcional y por eso insisto en que el año que viene tendremos que pensar. Es una de las tareas que nos imponemos para después de esta feria repensar un poco el modelo de feria y las condiciones a las que se celebra.

Ha habido solidaridad entre expositores: han renunciado a algunos metros para que cupieran más compañerosEva Orúe

–Cuando la nombraron directora, especificó que uno de sus objetivos era la sostenibilidad. ¿En qué se traduce?
–Creo que tiene que ser un objetivo para todos nosotros en nuestra vida cotidiana, y por supuesto para las asociaciones como la que organiza esta feria, que es el gremio de librerías. Pero además, nosotros tenemos un interés egoísta en la sostenibilidad porque estamos en El Retiro. Si no contribuimos a su mantenimiento, si no lo cuidamos, nos echarán. Y no podemos imaginarnos la Feria del Libro en un sitio que no sea este.
–Frente a otras ferias, la de Madrid se asocia con mercadillo. ¿Es porque tiene un carácter popular, frente a Fráncfort o Bolonia, que son profesionales?
–Las ferias del libro españolas son todas de carácter popular. Esto quiere decir que viene mucha gente, pero también que no son ferias profesionales donde se compran derechos o se realizan según qué tipo de intercambios. Y de las ferias populares españolas, la de Madrid es la más grande de todas. Y eso hay que preservarlo porque es lo peculiar, lo más bonito de la Feria del Libro de Madrid. En mi opinión, hay mucha gente que durante el año no entra a las librerías porque les tiene un respeto reverencial, o simplemente porque piensa que ahí no hay nada que les pueda interesar. Pero se acercan al Retiro y pasean entre libros, y con un poco de suerte compran alguno... Esa es la tarea de una feria como esta, atraer a la gente que ya lee y captar también a la gente que no lee. Y creo que en España lo hacemos muy bien.
–Sorprende el cartel, tan juvenil y tan centrado en la alegría de la lectura. ¿Qué hay detrás de su elección?
–Fue una de las primeras decisiones que adopté cuando me nombraron, hacerlo más juvenil. Es una prerrogativa del director elegir al autor del cartel, y me decanté por Isaac Sánchez, que acababa de ganar el Premio del Gremio de Librerías por un trabajo de cómic que se titula El Don, y sólo le dimos tres instrucciones: tiene que ser un cartel joven, tiene que ser un cartel comiquero (era fácil porque él se dedica al cómic) y tiene que ser un cartel alegre, porque la lectura es un acto de alegría. El resultado es precioso, interpela a un público joven y nos invita a leer por tierra, mar y aire (son las tres tiras del cartel).
Cartel de la Feria del Libro 2022, diseñado por Isaac Sánchez

Cartel de la Feria del Libro 2022, diseñado por Isaac Sánchez

–En el mensaje de inauguración de la feria cita a San Agustín: «El mundo es un libro y aquellos que no viajan solo leen una página». ¿Es un referente para usted?
–No, no, lo leí en algún sitio. Era en realidad un libro que citaba a su vez a San Agustín, y me pareció una frase muy bonita. Cuando tienes que escribir sobre un acontecimiento como este, las citas célebres son una muleta que acaba siendo una trampa. Recurrimos todos a ella. Pero sí que descubrí una cosa que me sirve para explicar y justificar esta edición: esta feria está dedicada al viaje, porque si tú vas a un lapidario de frases célebres dedicadas a viajar y sustituyes 'viajar' por 'leer' y 'viaje' por 'lectura', las frases funcionan. La lectura y el viaje son actividades hermanas, y nos permiten escabullirnos, volar, conocer países y gentes y culturas nuevas. Así que, como dice el lema, «hojea el mundo».
–¿Hay firmas muy mediáticas este año?
–Al final sí va haberlos. Hay una parte que corresponde a la organización, que son la mayoría de charlas y debates, y ahí hay una representación muy relevante de la realidad social, política, cultural, española, latinoamericana y europea. Pero luego las firmas dependen de las editoriales y las librerías, y cuando las hemos empezado a recibir se nos han puesto los pelos de punta: viene gente muy famosa y muy mediática, que atrae a un público que a lo mejor no es el habitual de la feria, pero que sí accede a la feria a través de esas firmas mediáticas: youtubers, influencers, cantantes, actores. Y quizá tengamos suerte, y después de que les firmen su libro en los espacios de firmas, se pasearán por El Retiro. Con sinceridad, creo que en algunas ocasiones caemos en una cierta condescendencia cuando hablamos de los lectores que acuden a este tipo de firmas, cuando en realidad son lectores como tantos otros.

Caemos en una cierta condescendencia cuando hablamos de los lectores que acuden a las firmas mediáticas, cuando son lectores como tantos otrosEva Orúe

–¿Qué opina de la convivencia entre escritores mediáticos e influencers?
–Es un hecho: el autor literario, por llamarlo así, convive con el autor más mediático. Hay autores que vienen a firmar cuyos nombres yo no he escuchado jamás, y sin embargo arrastran multitudes porque se mueven por otros circuitos diferentes a los que yo frecuento. Dicho esto, la feria es la Feria del Libro. No es la feria de la literatura, ni de la novela clásica, ni de la poesía. Por supuesto que hay de todo eso, pero es la Feria del Libro. Y dentro del concepto 'libro', cada uno mete lo que quiere. Hay éxitos con poca calidad literaria y hay obras magníficas con poca acogida. Todos conviven en la Feria del Libro.
–¿Están contentos con el apoyo institucional?
–Por definición, nunca nadie está contento con el apoyo, ni institucional ni privado. Nunca. Dicho esto, nosotros tenemos dos patrocinadores institucionales: el Ayuntamiento de Madrid, que nos da una subvención nominativa de 66.000 euros y nos cede El Retiro y la Biblioteca Municipal Eugenio Trías, que es algo así como el cuarto pabellón de la Feria, y el segundo patrocinador es la Comunidad de Madrid. También podemos pedir algunas subvenciones, pero no están entregadas de antemano. Nos gustaría recibir más del plan de fomento de la lectura del Ministerio de Cultura, sin duda, porque efectivamente, cuanto más tengamos, más podremos hacer. Perola verdad es que es una buena aportación y estamos contentos.
–Es la primera directora mujer de la Feria. ¿Cree que influyó la discriminación positiva? ¿Influyó su sexo en la elección, o se debe a su extenso currículum?
–En mi currículum también está el hecho de ser mujer. Yo llevo trabajando desde que tengo 19 años, en España y en el extranjero, y en todo este tiempo, en determinadas circunstancias, el hecho de ser mujer me ha hecho enfrentarme a determinadas cosas de una manera que los hombres probablemente no habrían tenido que utilizar. Quiero decir que yo he sido mujer desde el momento mismo en que nací, y siempre ha sido así. Entonces, sí, en parte, me han elegido porque soy mujer. Si es 'en parte', a mí no me importa, porque eso quiere decir que valoran que siendo mujer he podido hacer determinadas cosas. Me molestaría saber que me han elegido sólo por ser mujer, pero si el hecho de ser mujer es un factor, no me molesta en absoluto. Cuando estoy guerrera digo que a los hombres que me precedieron y a otros tantos nunca les molestó que los eligieran por ser hombres, y que nadie les preguntó si habían sido elegidos por ser hombres. Y cuando estoy un poquito más simpática, más tranquila o más cansada, como en este momento, digo que qué le vamos a hacer: soy mujer y tendremos que convivir con ello.

Me molestaría saber que me han elegido directora solo por ser mujer, pero si el hecho de ser mujer es un factor, no me molesta en absolutoEva Orúe

–En el sector editorial hay, de hecho, mayoría de mujeres.
–El 65 % de los trabajadores del sector editorial son de hecho trabajadoras del sector editorial: somos mayoría escribiendo, corrigiendo, traduciendo; somos mayoría leyendo, somos mayoría editando, somos mayoría en los gabinetes de prensa. Así que es una cosa normal. Yo creo que tampoco hay que ir sacando pecho de esto, pero tampoco hay que ocultarlo. Es lo que hay, es lo que es, lo que este sector que nos gusta tanto tiene. Que hay mucha mujer.
Eva Orúe saluda a los trabajadores que lo ponen todo a punto para la 81ª edición de la Feria del Libro

Eva Orúe saluda a los trabajadores que lo ponen todo a punto para la 81ª edición de la Feria del LibroPaula Argüelles

–¿Cuánto tiempo dedica usted a la lectura?
–Desde que trabajo en el gremio de las librerías y cojo el Metro todos los días, media hora para allá y media hora para acá, como mínimo una hora.
–¿Y qué le aporta? ¿Qué es para usted leer?
–Soy una lectora habitual, pero no soy una lectora sistemática, y voy por rachas. Últimamente leo mucho sobre Rusia y Ucrania por razones obvias. Tengo amigos que han escrito sobre esos dos países (los conocí en Moscú o en Járkov) y me gusta releer sus obras. He releído incluso un libro que escribí yo hace 20 años y que creo que aporta información que es interesante para entender el conflicto. De pronto algo pasa y me lleva a un libro: perdí a algunos amigos en la pandemia y me acordé de La ridícula idea de no volver a verte, de Rosa Montero. Creo que el libro es para todos y para todo momento, y recomendar un libro a veces es un ejercicio muy bonito y a veces es un ejercicio inútil, porque tú sabes el libro que tienes que leer.
–Antes ejercía el periodismo. ¿Lo echa de menos, esa adrenalina, ese gusto por informar?
–Desde que estoy al frente de la Feria del Libro me he librado de la tiranía de la actualidad. Yo participaba en tertulias televisivas y la idea de que saliera en la conversación un asunto que no controlara me quitaba el sueño. Ahora tengo otro tipo de ansiedad, sobre todo en las últimas semanas; desde enero hasta finales de abril tuve una ligera sensación de que yo dominaba el tiempo, pero desde mayo el tiempo me domina a mí. Aún así, estoy contenta. Acabará la feria y llegarán tiempos mejores y más tranquilos.
–¿Quién le hace especial ilusión que venga a la Feria del Libro?
–Estoy muy contenta porque voy a conocer a Rigoberta Bandini. Pienso organizar un coro de chicas diciendo todas «Mamá, mamá, mamá». También estoy muy contenta porque mi chica firma este año en la Feria del Libro un libro sobre Ucrania, y por último estoy feliz porque hemos conseguido que Ángel Martín y Rosa Montero se sienten a hablar sobre salud mental. Hay otras cosas que me ilusionan, pero creo que esas tres serían un buen resumen de lo que espero de esta feria.
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