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19 de abril de 2024

El periodista y escritor Graciano Palomo

El periodista y escritor Graciano Palomo

Graciano Palomo: «El poder es como la cocaína: engancha y corrompe»

El veterano periodista ha publicado Siete días de furia y puñales (La esfera de los libros, 2022), un relato sobre la caída de Casado y el ascenso de Feijóo a la presidencia del PP

«Con lágrimas en los ojos, Pablo Casado me contó durante cuatro horas cómo todos, uno a uno, le habían dado la espalda, no sin antes clavarle un profundo puñal por la espalda». El periodista Graciano Palomo lleva toda una vida recorriendo los pasillos del poder, ha conocido a todos los presidentes de la democracia española y si levanta el teléfono, tiene a muchos de los que mueven los hilos al otro lado.
Ahora publica Siete días de furia y puñales (La Esfera de los Libros), su decimoséptimo libro, en el que relata pormenorizadamente un acontecimiento histórico que ha venido a revolucionar el complejo y agitado marco político español: la caída de Pablo Casado y la entronización del nuevo líder popular, Alberto Núñez Feijóo.
Según Palomo, la llegada del dirigente gallego cambia el rumbo de la política nacional de España. «El 'efecto Feijóo' consigue cerrar una letal crisis para el centro derecha en siete días y dar la vuelta a las encuestas con el PP liderando una alternativa real de cambio en el país», destaca en su obra, escrita desde dentro a modo de thriller político. Tras recoger nombres y apellidos de la alta dirección popular, el autor hace un recorrido sobre la actuación de cada uno de ellos; describe cómo poco a poco el ánimo del joven palentino se va desinflando, aunque intenta hasta el final mantener en su puesto al secretario general, Teodoro García Egea, principal «bestia negra» de los dirigentes provinciales y regionales del Partido Popular y una de las causas del tsunami popular ocurrido a mediados del mes de febrero del 2022.
Casado tira definitivamente la toalla cuando un grupo de diputados a los que él mismo había colocado en sus escaños hace público un comunicado amenazando con la dimisión y cuando los tres portavoces parlamentarios hacen lo propio, obligándole a convocar la Junta Directiva Nacional para que llamara, a su vez, a un «congreso extraordinario y urgente». Palomo reproduce las palabras de Casado: «Sólo me quedaba salir con dignidad después de tanto trato injusto, brutal y no merecido…».
'Siete días de furia y puñales' es el nuevo libro de Graciano Palomo

'Siete días de furia y puñales' es el nuevo libro de Graciano Palomo

–¿Qué relata en Siete días de furia y puñales?
–Básicamente, la caída de Pablo Casado. Yo tenía muchas preguntas sin respuesta, y he tratado de responderlas en este libro en el que hablo de su expulsión fulminante, junto a todo su equipo, en algo que no había sucedido nunca antes, ni en la derecha ni en la izquierda. Y lo cuento desde dentro.
–¿Cómo tiene acceso a esa información?
–Llevo muchos años en esto y conozco a los políticos. Relato tanto el comité de dirección como la reunión de los barones, y lo hago con pelos y señales. Fue algo realmente muy impactante. Los barones y la militancia del PP a todos los niveles empezaron a buscar un sustituto de Casado en la noche de las elecciones catalanas, a comienzos de 2021. ¿El motivo? Que «no tiraba». Mientras tanto, Pedro Sánchez hacía verdaderas barbaridades, y Egea se había enfrentado a casi todos los territorios y baronías, entre otras cosas porque quería apartar a los dirigentes que no eran de la cuerda para colocar a personas afines.
–¿Cómo entra en juego Isabel Díaz Ayuso?
–El caldo de cultivo existía; se sabía que Casado no iba a ganar a Sánchez. Pero la espoleta se produce con el hermano de Ayuso, con esas ruedas de prensa increíbles, a las que asistíamos boquiabiertos. No habíamos visto nunca nada similar. Era asistir en directo a un suicidio televisado. Todos conocíamos la inquina entre Génova y La Puerta del Sol. Pablo Casado era gran amigo personal de Isabel Díaz Ayuso, pero los celos y las sospechas terminaron por imponerse. La inquina de García Egea pasó al «comandante en jefe». Un desastre total para sus intereses. Resumiendo, Moncloa no fue inocente de todo lo que ocurrió en los azarosos y aún sorprendentes días en el centro derecha español.
–Y llega por arte de magia Núñez Feijóo. ¿Era la opción segura?
–Era, desde luego, la opción más deseable, aunque a él le costó tomar la decisión. No lo hizo en 2018 porque Rajoy no estaba dispuesto a avalarle como pretendía. Le dijo: «Debes presentarte, pero yo no te lo estoy pidiendo». Se produjo una lucha feroz, que llegó casi al insulto en la reunión de los barones, especialmente entre Paco Núñez y Monago.
–En su charla con Casado, le dijo: «La sangre me cae a chorros después de tanta puñalada». ¿Cuál fue el puñal que más le dolió a Casado?
–Yo soy el único periodista que ha estado cuatro horas con «el Casado caído». Ahí me contó su relato, al borde de las lágrimas. Él cree que se trató de una conjura entre los poderes mediáticos (lo mismo que dice Sánchez ahora), económicos y empresariales. Casado no había votado la reforma laboral, y eso le pasó factura. A partir de ahí, es muy importante el Pacto del Betis, cuando Feijóo pacta con Juanma Moreno con la aquiescencia de Ayuso. Pero el puñal que más le dolió a Casado fue el de los amigos: fueron muchos los que le traicionaron. Los que más le dolieron, los de la gente por los que había apostado. Eso fue en el comité de dirección. Casado describe su asesinato político como la obra Julio César de William Shakespeare...
Pablo Casado anuncia su dimisión

Pablo Casado anuncia su dimisión

–¿Podría haber desaparecido el PP?
–Desde luego. Fue un acontecimiento histórico. En esos siete días se produjo el milagro de que el PP no saltara por los aires. Y en pocos días más, Feijóo consigue cohesionar el partido, hasta el punto de que hoy le saca diez puntos a Sánchez. Y esto ya es mi opinión: el PP tenía un líder flojo, que no tiraba ni convencía, y le sustituye uno con hechuras presidenciales, avalado por cuatro mayorías absolutas y que había administrado con éxito Correos y el Insalud en la época de Aznar. Cuando salta el tapón, Feijóo toma el relevo, y cuenta para ello con los avales de los dos expresidentes, Aznar y Rajoy.

El PP tenía un líder flojo, que no tiraba ni convencía, y le sustituye uno con hechuras presidenciales

–¿Cómo es Pablo Casado, qué es lo que falló en él?
–Es una buena persona, pero era muy joven y no estaba preparado para el envite. Fue muy duro. En el libro publico la conversación en la que Pablo Casado le pide a los barones que le respeten, que tiene hijos, que que su salida sea digna... Pero Monago le apuñala delante de todos: «Aquí se viene llorado». Y Ana Beltrán llega a amenazarle: «A ver si vamos a tener que llamar a la Guardia Civil».
–¿Le faltó picaresca?
–Le faltó ser un asesino político. En política hay que ser un killer; en política y, en general, en la vida. Se lo dije muchas veces. Y como no tenía capacidad de serlo, por eso tenía a Egea. Era muy joven. A pesar de que conocía la historia del partido, una cosa es conocerla y otra estar en el puesto de mando de un partido tan formidable, que cuenta con 800.000 militantes. Y empezaron a faltarle al respeto cuando vieron que no tiraba...
–Venganzas, traiciones, crueldades… ¿Nada nuevo en política?
–Es normal. En el partido conservador inglés se tiran bazookas. Esto siempre sucede en los partidos cuando estás en la oposición; veremos cuánta sangre corre cuando Sánchez caiga...
–¿Hemos alcanzado nuevas cotas de deshumanización?
–Lo que sucedió fue muy serio, pero sucede en todas partes, no sólo en España. Lo que más me sorprende después de tantos años metido en esto es que, con lo mal pagados que dicen que están, todos se matan por estar. Porque la política es adictiva; el poder es como la cocaína: engancha y corrompe. Y luego está el tema de la vanidad. Yo he conocido a todos los presidentes desde la democracia y el menos vanidoso ha sido Mariano Rajoy.
–¿Qué opinión le merece Ayuso?
–La conocí siendo compañera mía en las tertulias políticas, y nos ha sorprendido a todos, a mí el primero. No sabíamos que era una líder extraordinaria. Es impresionante. Por ahora creo que no ha sido corrompida por el poder: ella quiere estar en su Madrid, la nueva dirección la trata muy bien y lo que busca es volver a derrotar a la izquierda, consolidarse en Madrid y constituirse en baronesa al mismo nivel que Juanma Moreno.
–En cambio, ¿cómo describiría a Pedro Sánchez?
–Ha anaquilao a todos. Es un asesino político de primera magnitud. Se los carga sin vacilar. Incluso a Ávalos, que es quien lo puso ahí. Ya no queda nadie, ninguna figura en el partido se mantiene desde que él ha llegado al poder. Es algo de no creer.
Pedro Sánchez y Pablo Casado

Pedro Sánchez y Pablo CasadoGtres Online

–¿Qué cree que representa Núñez Feijóo en esta nueva era?
–Seriedad. Política para adultos. Es serio, muy trabajador, ordenado. No es un cantamañanas, y la gente lo percibe, incluso los socialistas. Es un hombre de talante, moderado, que votó a Felipe González… Su objetivo es conseguir el millón de votos con los socialdemócratas desencantados del PSOE.
–¿Ya no va a escribir más sobre el PP?
–He escrito mucho; demasiado. Mi tiempo ha acabado. Ahora hay una nueva generación, yo soy de otra. Aunque siempre han interesado mucho las cosas del centro derecha...
–¿Sigue teniendo sentido hablar de centro derecha?
–Sí, ahora más que nunca, porque ahora está Vox. Y en Europa hay una gran diferencia entre derecha y centro derecha... Ahí lo dejo. Sin embargo, yo no voy a escribir sobre Vox, porque me superan. Soy europeísta. Yo he nacido con Europa, y cuando los de mi generación estábamos saliendo de la universidad, ¡todos queríamos ser Europa! Sin Europa no hay salvación, y me parece que Vox no está en esa línea.
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