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18 de abril de 2024

Ilustración, Bolaños y Egea

El papel «secreto» del CGPJ

Así negociaba Egea con Bolaños: «Se creyó el colegueo»

El Debate revela la dinámica de las negociaciones que mantuvieron el exsecretario general del PP con el ministro de la Presidencia de Pedro Sánchez

La revelación de un pacto «secreto» entre el PP de Pablo Casado y el Gobierno de Pedro Sánchez sobre la renovación del CGPJ ha derivado en un embrollo para los populares. La actual dirección sostiene que desconocía dicho pacto, mientras que la anterior afirma que durante el traspaso de poderes en Génova informaron sobre las cuestiones de relevancia, incluido el Poder Judicial, aunque no entran en detalles para no «polemizar» con los actuales responsables.
A día de hoy, hay dos hechos seguros: el primero, que cuando se firmó este pacto «secreto», PP y PSOE ya habían pactado antes en público la renovación del Tribunal Constitucional, el Tribunal de Cuentas, el Defensor del Pueblo y la Agencia de Protección de Datos. El segundo hecho cierto es la existencia del mismo documento «secreto». El texto lo ha filtrado El País el pasado martes y contiene las firmas de Félix Bolaños y Teodoro García Egea.

Dos preguntas martillean la mente de los actuales dirigentes del PP: ¿Qué más se ha negociado en secreto? Y, sobre todo, ¿cómo se ha estado negociando?

El asombro que ha causado la existencia de dicho papel dentro de las filas populares es notable. No logran explicar cómo la dirección que ha estado al frente de su partido durante más de tres años pudo caer en el ardid de firmar un documento con nulo valor legal pero que, en cambio, puede convertirse en elemento de chantaje en cualquier momento. ¿Qué más se ha negociado en secreto con Sánchez y Bolaños? Y, sobre todo, ¿cómo se ha estado negociando? Estas dos preguntas martillean la mente de los dirigentes del PP.
«Egea, por la delegación consciente de Casado, a quien todo reportaba, era una especie de ministro plenipotenciario que se encargaba absolutamente de todo; desde lo más relevante a lo más nimio. Tanto llevaba las negociaciones sobre el CGPJ como la renovación de la página web del partido», recuerda para El Debate una fuente cercana al PP.
Casado Egea

Teodoro García Egea y Pablo Casado

Solo casadistas de pura cepa

Según este interlocutor, en los pactos que la anterior cúpula de los populares alcanzó con Pedro Sánchez subyacía una premisa tácita: la negociación con los socialistas permitía de paso ir retirando a los cargos del PP que provenían de la etapa de Mariano Rajoy para sustituirlos por casadistas de pura cepa, dado que solo estos generaban confianza plena a la dirección. «Este modo de operar explica, por ejemplo, la salida de Mariscal de Gante, una magistrada de indudable valía, del Tribunal de Cuentas. Mariscal, que ya venía de Aznar, estaba dispuesta a continuar. Pero Sánchez quería cargársela. Y Pablo Casado entregó su cabeza con la excusa oficial de que 'no haya políticos ni ex políticos en la apuesta por la independencia judicial'».
La intención de sustituir a los cargos de la era Rajoy por otros afines a Casado –y de hacerlo, además, con premura– derivó más pronto que tarde en un «intercambio de cromos» con Iván Redondo y Félix Bolaños. Durante este proceso se llegaron a vivir, afirma el interlocutor, algunos episodios «bochornosos».

Cuando Egea toma personalmente el control de las negociaciones, se acelera el «intercambio de cromos»

La fuente de El Debate, mientras da los primeros sorbos a un cortado en una céntrica cafetería madrileña, entorna los ojos y comienza a realizar un acto de memoria: «Sucesos increíbles sucedieron desde el comienzo... Recordemos que Ignacio Cosidó, por entonces portavoz del partido en el Senado, tuvo en 2018 la idea de escribir un mensaje de whatsapp al grupo de los 146 senadores del PP en el que celebraba que, y cito textualmente, 'ahora controlaremos la Sala Segunda –del Supremo– desde detrás, además de presidir la 61'. Claro, aquello debió tardarse en filtrar como 30 segundos a la prensa; se montó una escandalera mediática y todas las negociaciones se pararon en seco».
En 2020, todavía resonando los ecos de aquella primera frustrada negociación, Teodoro García Egea toma el mando de las negociaciones, que en ese momento aún las mantiene con un Iván Redondo que llevaba de ayudante, en segundo discreto plano, a Bolaños. A partir de ese momento se acelera el proceso de «intercambio de cromos».
El ministro de Presidencia, Félix Bolaños.

El ministro de Presidencia, Félix BolañosEFE

Una mala brújula

La fuente de El Debate señala que «la cúpula del PP comienza a lograr acuerdos en la renovación de varias instituciones y órganos: Tribunal de Cuentas, RTVE, Tribunal Constitucional, Defensor del Pueblo, Agencia de Protección de Datos… Todo empieza a fluir, a ir rápido. Algunos nombramientos son acertados, pero con las prisas se produce alguna que otra pifia, como cuando anunciamos en el Congreso, junto al PSOE, el nombre de los nuevos presidente y adjunto de Protección de Datos antes de que se hiciera pública la convocatoria de las plazas».
En este contexto de fluidez, la ansiada renovación del CGPJ estuvo a punto de lograse: «Pero entonces Vox interpuso su moción de censura y todo se frenó en seco. A Casado le generaba inquietud alcanzar un acuerdo de alto calado con el Gobierno mientras Vox, que hacía de oposición a la oposición, nos estaba soplando en el cogote, así que lo del CGPJ se paró».

Fíate tú de un caimán del calibre de Bolaños, que venía con el puñal todavía chorreando la sangre de RedondoFuente cercana al PP

En este proceso de toma y daca político es cuando nace lo que parecía una relación de amistad personal entre Egea y Bolaños, quien, desde junio de 2021, tras la ejecución política de Redondo, es la persona al frente de las negociaciones por parte del Gobierno de Sánchez.
«Ahí es cuando Egea, en aquella atmósfera de supuesto buen rollito, fíate tú de un caimán del calibre de Bolaños, que venía con el puñal todavía chorreando la sangre de Redondo, se creyó el colegueo, y debió firmar el papel que ahora ha publicado El País». Pero ¿cómo pudo hacer semejante cosa el secretario general del PP? «Aznar fue presidente del PP 15 años. Rajoy, otros 15. En todo ese tiempo, 30 años, ¿tú has visto que haya aparecido algún papel «secreto» de alguien del PP firmado con el PSOE para renovar lo que sea? Te respondo en corto y por derecho: esto ha sucedido por falta de profesionalidad, por falta de nivel, por amateurismo y por autoritarismo. Junta todos estos elementos y te sale una brújula que es muy mala consejera. Dirigían el PP como si aquello fuese una agrupación de Nuevas Generaciones. El resto es historia».
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