Fundado en 1910

15 de mayo de 2024

Emilia Pardo Bazán, retratada por Joaquín Sorolla en 1913 y Benito Pérez Galdós, pintado por el mismo pintor en 1894

Emilia Pardo Bazán, retratada por Joaquín Sorolla en 1913, y Benito Pérez Galdós, pintado por el mismo pintor en 1894

El amor secreto (y ardiente) de Galdós y Emilia Pardo Bazán: «En prueba te abrazo fuerte»

La editorial Renacimiento publica la correspondencia íntima entre Benito Pérez Galdós y Emilia Pardo Bazán: «Chiquito mío», «Mi ratón del alma», «Tu ausencia pica en histeria» demuestran la relación que mantuvieron en la clandestinidad entre 1888 y 1890

Hay amores escondidos bajo pliegos de papel. Pasiones que se respiran en sílabas viudas, preferencias apenas apuntadas, afectos guardados en el fondo del alma. Los amores entre escritores son especialmente fértiles, porque se alimentan de admiración, complicidad e intercambio intelectual. Sucedió con Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir, Anaïs Nin y Henry Miller, Scott F. y Zelda Fitzgerald, Joan Didion y John Gregory Dunne...
Y también hay cariños que se mantienen escondidos hasta mucho después de que sus protagonistas hayan abandonado este mundo. La filóloga Adelina Batlles Garrido es ahora la responsable de sacar a la luz el amor secreto (o quizá no tanto) entre Emilia Pardo Bazán y Benito Pérez Galdós. La editorial Renacimiento publica ahora la correspondencia entre los dos escritores bajo el título Cartas inéditas sobre el teatro, junto con otras de Emilia Pardo Bazán en la que pueden leerse declaraciones como «Cariño: ya estoy rabiando porque vengas» o «En prueba te abrazo fuerte, a ver si de una vez te deshago y te reduzco a polvo».

Un amor ardiente

Batlles Garrido presenta en este libro una correspondencia inédita, un total de cincuenta y una cartas de Benito Pérez Galdós a varios corresponsales. Pero centran la atención del lector las cartas de Emilia Pardo Bazán a Galdós correspondientes a los inicios de su relación, algunas de las cuales ya fueron recopiladas en el libro Miquiño mío, de la editorial Turner.
«Tienes la gracia del mundo y me gustas más que ningún libro. Yo sí que debía renunciar a la lectura y deletrearte a ti solo. Hay mil corrientes en mi pensamiento que sólo contigo desahogo», expresa la coruñesa, introduciendo destellos de fogosidad entre su admiración. Aunque su relación fue clandestina, a partir de 1890 continuaría por vía epistolar, dando suelta al deseo de volver a verse: «En prueba te abrazo fuerte, a ver si de una vez te deshago y te reduzco a polvo».
'Cartas inéditas de Benito Pérez Galdós' (editorial Renacimiento), edición a cargo de Adelina Batlles Garrido

'Cartas inéditas de Benito Pérez Galdós' (editorial Renacimiento), edición a cargo de Adelina Batlles Garrido

Se dice que Pérez Galdós le pidió a Pardo Bazán hacer estable su relación, pero ella, amante de su libertad ante todo, se negó y siguió escribiendo frases como esta: «¿No me dabas el alma hasta las últimas raíces?». Ahora, Adelina Batller concluye un trabajo que comenzó cuando recibió de
Con este libro concluye un trabajo de años relacionado con el legado que recibió Adelina de Antonio Moreno Martín, propietario de la librería Garnata (Almería), una carpeta con numerosos textos autógrafos e inéditos del escritor canario y Emilia Pardo Bazán. Gracias a este estudio y epistolario podemos llegar a la conclusión de que la irrupción de Galdós en la escena española, en 1892, se debe en buena parte a la influencia que ejerció la ilustre escritora gallega sobre él, cuya actividad mantendrá hasta el final de su vida.
Así puede constatarse en estas emotivas cartas, fechadas entre 1901 y 1917 en las que el teatro es su telón de fondo. En las misivas, Galdós condensa gran parte de su vida, como padre, amante, político y dramaturgo. A pesar de su ceguera, cosa que se advierte en la grafía de los escritos, Galdós nunca dejó de preocuparse por sus seres queridos y la realidad española.

Un aliento a su literatura

Emilia Pardo Bazán escribe a Galdós animándole en su escritura. Le da pautas concretas, le insta a hacer arreglos y correcciones, le explica los pasos que ha de seguir. Así se lee en una misiva en la que le corrige el texto de Realidad, a la vez que lo ensalza y le anima a presentárselo a los actores. Eso sí, la carta cierra siempre con su deseo ardiente: «Y ahora, feo, mono, a su vez digo yo, ¿cuándo tendré el descordojo de ver tu jeta? Me vas a convertir en gasterópodo o en cefalópodo si permaneces mucho tiempo cabe el instituto de las profundidades submarinas. Vente, carambita, que estas ausencias ya pican en histeria».
A través de las cartas se conocen las largas conversaciones sobre teatro y dramaturgia que mantenían los dos autores (nacía el teatro social, y sus posibilidades se les presentaban como infinitas a estos veteranos), y se lee cómo nació la obra El Sacrificio. Parece que fue una obra cedida por Pardo Bazán al escritor tras una infidelidad, convirtiéndose en la base de La loca de la casa, que Galdós presentó en el Teatro de la Comedia en 1893.
Además de las cartas que ahora se publican, en aquella carpeta que recibió la editora había un manuscrito sin firmar en el que se contaba un viaje que la pareja de escritores hizo por Europa. Ese viaje secreto dio lugar a otro libro, Benito Pérez Galdós y Emilia Pardo Bazán, viaje por la Europa de 1888, editado por Guillermo Blázquez Editor».

Un Galdós sentimental y familiar

Las 50 cartas que publica ahora en este volumen, que saldrá a la venta el próximo día 16 de enero, incluyen 29 dirigidas a María, su hija con Lorenza Cobián; 19 a Teodosia Gandarias, la maestra que fuera su último amor de madurez; más una dirigida a Juan Verde y Rodríguez, marido de María, y otra de Timoteo Gandarias dirigida a don Benito desde Gijón. Finalmente, una más de carácter transcendente para el tema que trata este libro que es el teatro de Galdós: la misiva de Rodrigo Soriano, prestigioso abogado, diplomático y periodista, con don Benito como destinatario. En todas ellas se respira un Galdós sentimental, familiar, enamoradizo pero con un afecto seguro: el que sintió siempre hacia Emilia Pardo Bazán.
Comentarios
tracking