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26 de abril de 2024

«Católicos e identitarios»: ¿nostalgia de cristiandad o futuro necesario?

Edición en español del ensayo de Julien Langella, que presenta a todo interesado en la vitalidad y destino de la Iglesia una propuesta tan innovadora como personal.

Massimo Borghesi, catedrático de Filosofía Moral en la Universidad de Perugia, es uno de los mejores conocedores del pontificado de Francisco. Resumidamente, considera que Francisco parte de un análisis y un juicio sumarios del devenir histórico: la cristiandad ha muerto, el neoliberalismo se está imponiendo y los autodenominados católicos liberales o neoconservadores distorsionarían el mensaje evangélico. De ahí su insistencia en una «revolución de la ternura» y su invocación a que los católicos se hagan responsables del dolor y sufrimiento que emana de las «periferias» de la humanidad.
En este contexto de profundos cambios antropológicos y mentales, que alcanzan también al papado de manera inmisericorde, la edición en español del libro del francés Julien Langella Católicos e identitarios. De la protesta a la reconquista presenta a todo interesado en la vitalidad y destino de la Iglesia una propuesta tan innovadora como personal.
Católicos e identitarios de Julien Langella

La Tribuna del País Vasco / 355 págs.

Católicos e identitarios

Julian Langella

Julien Langella es un nostálgico de la cristiandad, pero no hasta el punto de incapacitarle. De tal modo, Langella considera que una de las mayores gestas de la historia de la humanidad fue la Reconquista española. De ahí su continua invocación al espíritu de nuestros antepasados: desde una Covadonga aparentemente irrelevante, la llama de la Reconquista brilló durante siglos, incorporando a las Españas al régimen de cristiandad. Y, por extensión al Nuevo Mundo. Langella es realista, y por ello, del todo consciente de su desarticulación, tanto por razones externas como internas.
Pero va más allá. Por ello, ha sido un abanderado en las críticas y angustias que vienen ganando peso en la sociedad francesa, por ejemplo en lo que respecta a la problemática integración de las masas musulmanas en Francia y resto de Europa, el odio a lo propio y la sistemática deconstrucción de persona y familia.
También denuncia, y deconstruye, la ideología de género y de la cancelación. Así, no identifica Europa con Occidente. Europa es, a su entender, nuestra patria y nuestra heredad. Un patrimonio hecho a impulsos multitudinarios de fe, esperanza y caridad, que tiene el derecho a sobrevivir y a proyectarse, en otras formas, en el futuro. Occidente, por el contrario, sería el fruto del neoliberalismo, el consumismo y el individualismo que todo reduce a intercambio pecuniario e intereses medidos. En este sentido, Francisco y Langella no están tan alejados entre sí…
Católicos e identitarios constituye toda una propuesta existencial que se remite a los orígenes, a la identidad y a la valoración de lo propio. Si no estimamos lo que somos, no podremos entender a los ajenos. Sin rostro propio no existe diálogo, sino asentimiento, parloteo y renuncia.
Borghesi, decíamos, centra sus críticas, en consonancia con Francisco, especialmente en El desafío Francisco. Del neoconservadurismo al hospital de campaña en los que denomina catocapitalistas, teoconservadores o los cristianistas. Langella y sus amigos son otra cosa. No se limitan a rezar en la distancia, a apoyarse en la comunión y la oración espirituales, a cultivar nostalgia alguna... inmóviles y atrincherados. Y no creen en absoluto en ninguna «mano invisible» economicista. Todo lo contrario: trabajan por una Francia que redescubra en el catolicismo su razón de ser y su posible supervivencia. Y lo hacen viviendo juntos, reflexionando, creando comunidad, cuidándose entre sí, formándose física y espiritualmente. Eso sí: descaradamente, sin complejos y sin buenismos.
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