Memorable: fue de 2-5. Y sí, hay que denunciar al Madrid
El equipo jugó el mejor partido de la temporada. ¿Por qué no juega así, no diré siempre pero sí a menudo? Misterio. Remató veinte veces a puerta
Esto de la Copa de Europa lo inventó él, el Madrid. Ahí tienen la explicación de esta nueva noche memorable. Lo que explica muchas cosas. Ésta, la última, por supuesto. Otra remontada, otra gesta, otra vez el Rey. Que estuvo en un tris de haber liquidado este playoff. La cosa dio para un 2-5 y la vuelta se jugaba por teléfono.
La victoria 300 del Madrid en la Copa de Europa es ya inolvidable por los siglos de los siglos. Amén. A la defensa hay que hacerle una foto y colgarla en el túnel de vestuarios. O en Cibeles. Repitan conmigo: Valverde, Asencio, Tchouaméni, Mendy. Dijo Ancelotti: «nunca habían jugado juntos». Lo de los centrales, una cosa de locos. Asencio, tremendo, y a Tchouaméni vamos a dejarle en paz.
El equipo jugó el mejor partido de la temporada. ¿Por qué no juega así, no diré siempre pero sí a menudo? Misterio. Remató veinte veces a puerta. Levantó dos veces a Haaland, o sea el marcador. Ganó por primera vez en Can City. Fue muy superior. Y le pudo por fin a un grande. En momento raro, pero el único que le ha ganado una Copa de Europa últimamente.
Es eso, Europa y ahí… pues eso. Me vengo preguntando desde agosto si este Madrid que gana una Champions cada año y medio va a mejorar esta relación tiempo/título, el balance: la última cayó el 1 de junio, la final de esta será el 31 de mayo. Correcto, correcto: para eso deberá acabar de pulir ciertas cosillas y que las lesiones les dejen en paz. Pero Europa sabía, simplemente confirmó, que puede hacerlo.
El colosal Ceballos dio una de las claves: «si peleamos así…» Él es un buen ejemplo. Siempre supo jugar, siempre fue un exquisito, esta vez fue Pirri también. Todo el equipo. Camavinga salía de lesión. Valverde, terrorífico. Como Bellingham lo que juega este chico. Lo más curioso, y entraron tres goles, fue que el Tridente no estuvo a su mejor nivel, sobre todo en puntería. Lo está y la goleada hubiese sido escandalosísima.
Un triunfo que puede suponer un click en cabezas y piernas de este Madrid extraño que lo superó todo. Del 0-2 posible al 1-0. Del 1-2 que se cantaba, al 2-1. Y luego, un guiño a Ramos: casi en el 93 marcó el gol del triunfo. Fue Jude I El Grande.
Pero sí, el trabajo no está hecho. El Madrid no está clasificado ya ni el City noqueado. A este nivel todo es posible y bien saben los blancos que les falta acertar con el verduguillo. Estados de forma al margen y evidentemente el del City no es el mejor -Guardiola no da con la tecla que le remonte, ha perdido aquella fanática posesión, los casi 300 millones en refuerzos este invierno fueron testimoniales- estas eliminatorias grandes no están ganadas hasta el pitido final. No está fino pero te mete dos goles como si nada. Haaland no le había marcado al Real: lo normal pasó esta vez.
Guardiola tratará de inventar. Pero si el Madrid juega así, si repite lo que fue este partido suyo, el partido de todos, comprometidos, solidarios, sin egos, lo veremos en octavos. Vamos, normalmente.
El asunto se jugó horas después de que el señor Tebas decidiera denunciar al club por aquel comunicado. Está tardando. Nuestro fútbol estaría mucho más tranquilo y mejor sin él. Fíjense la diferencia con el trato arbitral, la bicha del madridismo. Encajó un gol vía VAR y otro, de penalti. Lo lamentó, sólo eso. Jugadores, técnicos, directivos, aficionados no tuvieron la sensación de que les tomaban el pelo. Lo que sienten aquí, claro. Sí, que le denuncien.