La conmovedora historia de Rafel Pol, el asistente de Luis Enrique que lloró tras ganar la Champions

El Paris Saint-Germain conquistó la Champions League por primera vez en su historia tras arrasar al Inter de Milán en una final que quedará para siempre en la memoria por la diferencia abismal en el marcador. Es la victoria más abultada de la historia en una final de Champions. La superioridad del equipo parisino fue total y Luis Enrique se convirtió en el gran protagonista de la noche por su historia de superación. Perdió a su hija Xana en 2019 y aun así ha seguido con fuerzas para entrenar y llevar al PSG a la gloria.

No obstante, el técnico asturiano no fue el único que tuvo tiempo de emocionarse al ver que iban a conquistar la Champions League. Uno de los momentos más emotivos de la noche lo protagonizó Rafel Pol, el asistente técnico de Luis Enrique. El mallorquín no pudo contener las lágrimas tras el quinto gol parisino, obra de Mayulu en el minuto 86, dejando ver toda la carga emocional que llevaba dentro.

El motivo de la emoción de Pol tiene que ver con su situación familiar. Hace apenas unos meses, en noviembre de 2024, sufrió la pérdida de su esposa tras una larga enfermedad. Fue un golpe durísimo para él, pero encontró el respaldo necesario en sus compañeros del cuerpo técnico y en el entorno del club para seguir adelante. Ese apoyo le permitió mantenerse firme y, junto a Luis Enrique, llevar al PSG a conquistar la ansiada orejona, un trofeo que la entidad gestionada por Qatar perseguía desde su desembarco en París en 2011.

La conexión entre Luis Enrique y Rafel Pol no es nueva: su relación profesional empezó hace más de una década, en 2011, y desde entonces han formado un tándem inseparable, pasando juntos por el Barcelona y la selección española. De hecho, el técnico asturiano no dudó en dedicarle unas palabras a Pol y a su esposa Raquel poco después de su fallecimiento, tras un triunfo del equipo: «Queremos dedicar esta victoria a una persona muy especial para el staff, la esposa de Rafel, Raquel, que lamentablemente falleció hoy», dijo entonces ante las cámaras del club.

La emoción de Rafel

Por eso, cuando el PSG marcó el quinto gol en la final, las emociones de Rafel Pol salieron a flote. La realización captó ese instante en el que, con lágrimas en los ojos y la mirada al cielo, el mallorquín dejó claro que el fútbol es mucho más que un deporte: es un refugio, un motivo de esperanza y una forma de rendir homenaje a quienes ya no están. En la noche más histórica para el PSG, Rafel Pol encontró su propia redención y le dedicó el título a la mujer de su vida.