Xabi reordena al Real Madrid: Valverde regresa al interior y Trent ocupará el lateral derecho

En el Real Madrid se suelen reír bastante cuando escuchan históricamente que hay partidos que no son importantes y que lo fundamental es ganar a los grandes en la Champions y al Barcelona en España. Leo Beenhakker ya dijo, cuando conquistó cinco Ligas consecutivas, que en el Real Madrid se vive en crisis en cuanto no vences en dos jornadas. Ancelotti actualizó esa realidad el año pasado. El mensaje no escrito que cuelga del Bernabéu virtual es que para el Real Madrid no existen partidos normalitos. Su leyenda triunfal exige que lo gane todo y cuando no lo hace las críticas son enormes.

Benzema lo analizaba hace tres lustros, al llegar a la entidad siendo un jovencito. Se sorprendió al ver los palos que le dieron por no rendir bien en su primer amistoso de pretemporada. Esto no sucedía en el Olympique de Lyon. «Aquí te exigen ganar hasta en los entrenamientos», le comentaron en el vestuario. Acababan de bautizarle en el madridismo real. «Te van a pedir ganar siempre y jugar bien siempre». Bienvenido al Real Madrid.

Xabi Alonso sufre la misma presión. La conoce como futbolista y sabe que es mucho más dura como entrenador. Vivió al lado de Mourinho el fusilamiento mediático del portugués.

Hoy, ese puesto lo ocupa él y ya ha vivido en sus carnes las palizas dialécticas de ser el responsable deportivo del Real Madrid.

Es líder del campeonato español, se encuentra clasificado entre los ocho mejores equipos de Europa y le llueven los tortazos como si fuera el último de la fila. Esto es el Real Madrid. Welcome, Xabier.

Alonso ordena el gallinero

La «gente habla mucho cuando el Real Madrid no gana dos partidos consecutivos». Las palabras de Mbappé ponían el listón del ruido madridista en la diana. Las críticas a Xabi crecieron porque el enfado de Vinicius con el guipuzcoano en el clásico descubrió una herida que los enemigos del Real Madrid explotaron al máximo. La importancia de la victoria quedó tocada por una grieta que la derrota en Anfield y el empate en Vallecas agrandaron por doquier.

Por todo ello, Xabi también sonríe con ironía cuando escuchaba a veces que en el Real Madrid lo importante es triunfar en los grandes partidos. No. Debe ganarlos todos. Se lo pide la afición, la historia, el aura del club. El preparador guipuzcoano se examina en Elche y en El Pireo antes de graduarse en Gerona y Bilbao. Cuatro exámenes cum laude en trece días, como los trece días de Kennedy en la crisis de los misiles de Cuba.

Sabe el tolosarra que los antimadridistas le están esperando para ver su caída. Asume que fuera de Valdebebas se le está juzgando cada una de sus decisiones. Y se ha puesto a ordenar el gallinero. El ambiental y el puramente táctico.

Xabi se siente seguro y sin ningún atisbo de debilidad

Lo primero que ha hecho el vasco durante este parón de selecciones ha sido hablar con los futbolistas y serenar un ambiente que solo lo intentaba desordenar, sin éxito, la radio macuto exterior. Ha dado confianza, tranquilidad y sosiego al grupo. El ruido es externo. El técnico ha querido demostrar, confirmar, que se siente seguro y no sufre ningún atisbo de la presunta debilidad que le achacan los enemigos. No se siente débil. Ese ha sido un juicio de valor externo basado en el antagonismo verbal con Vinicius y en la ausencia de sanción para brasileño, una decisión tomada por la cúpula y pactada con el entrenador.

Mastantuono dejó claro que Vini Jr. pidió perdón al técnico, pero no se ha querido destacar este hecho para que el relato del antimadridismo no pierda fuerza y quede como falso.

Superando estos avatares exteriores, que siempre rodearán al Real Madrid porque es el club que más vende informativamente, Alonso ha planificado con tiempo el ordenamiento táctico del equipo.

El alta de Trent Alexander-Arnold significa que el inglés debe regresar a la titularidad en el lateral derecho, vuelta a la normalidad que supondrá que Valverde avance a su sitio natural, el centro del campo. Y este paso adelante puede acabar en un retorno bonito de un recuerdo inolvidable.

Valverde, pivote o el interior derecho definitivo

El capitán uruguayo vuelve «a casa, a su casa», a la línea media. Y puede hacerlo como medio centro o como interior derecha. Su misión como pivote puede compartirla incluso con Tchouaméni. Es una opción para los grandes partidos de la Champions. Su otra posibilidad es ejercer como interior derecha, una labor que ya ha hecho en decenas de ocasiones y que comenzó con Zidane, continuó con Ancelotti y confirmó con Xabi hasta que las bajas de Carvajal y de Trent Alexander-Arnold le obligaron a jugar de lateral, un cometido que Zinedine ensayó y que Carlo instauró por necesidad. No olvidemos una verdad: la capacidad de Federico para cumplir en todas las posiciones es el fundamento para que sea el elegido a la hora de competir desde la defensa como un mediocampista retrasado diez metros y escorado a la diestra. Pocos valen para todo. Xabi también le seleccionó para ser un lateral distinto.

Realizada esta advertencia positiva, que dice mucho del futbolista, Valverde presenta esa segunda posibilidad táctica: ser interior derecha. Y puede acabar siendo el tercer punta encubierto, extremo en la faceta creativa y centrocampista en la destructiva. Opta a ser el tercer diente del triunvirato de ataque, junto a Vinicius y Mbappé. Tres puntas en estrategia ofensiva y cuatro medios en estrategia defensiva para recuperar el balón. Solo Valverde puede hacer bien esas dos cosas.

El uruguayo ya jugó así con Carletto. Desde esa posición dio el pase de gol a Vinicius en la final de la Decimocuarta ante el Liverpool, en París. Xabi se lo piensa. Es un proyecto para los envites de alto nivel. Y para cualquier encuentro. Podemos verlo en Elche.

Asencio entra en acción

Xabi reordena el equipo. Los jugadores regresan a sus posiciones más naturales. Y comienza a contar más con los teóricos suplentes. Las lesiones fuerzan los cambios. La baja de Militao implica que Raúl Asencio vuelve a ser titular en el once. El canario es cada vez más protagonista.

Alonso se examina en Elche tras doce días de planificar el retorno a la normalidad ambiental y estratégica, colocando las piezas donde corresponde. Y se examinará en El Pireo ante Olympiacos el miércoles. Y se examinará en Montilivi. Y en San Mamés. El City queda muy lejos. «En el Real Madrid hay que enfadarse cuando no se gana en los entrenamientos». Esta ambición lo dice todo.