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Análisis económicoJosé Ramón Riera

¿Se ha iniciado ya la decadencia de la Unión Europea?

Así será si no nos ponemos manos a la obra y colocamos planes serios y realistas que reduzcan la burocratización de los países miembros

Actualizada 04:30

Sinceramente, espero que no se haya iniciado la decadencia de la Unión Europea (UE) pero, desde luego, los resultados de los pocos países que han presentado oficialmente resultados sobre su PIB real, junto con el decepcionante discurso lleno de vaguedades de Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, al que se permitió llamar la «Brújula de la competitividad», sinceramente empiezo a preocuparme.

Esta misma semana se presentó el resultado del crecimiento del PIB de los Estados Unidos en el cuarto trimestre de 2024 y, mientras la Eurozona se quedó a 0 % de crecimiento, los Estados Unidos crecían un 0,6 % y mientras nosotros, de forma anualizada, crecemos un 0,9 %, los Estados Unidos lo hacen un 2,8 % y volvemos a perder terreno con ellos.

Seguimos con Alemania decreciendo en el año un 0,2 % y con su canciller Olaf Scholz en plena campaña electoral, que en lugar de mentir a su pueblo, como uno que sabemos todos, le ha informado que la economía alemana va a ir peor en 2025 de lo que él personalmente informó hace sólo unos meses, cuando dijo que iba a crecer un 1,1 % y que ahora estima que solo crecerá un 0,3 %.

«Si de verdad pretende crear un entorno que estimule la inversión privada y el desarrollo de nuevas tecnologías, me parece que lo tiene crudo»

Ante una situación como esta, Von der Leyen anunció cuatro líneas generales, sin profundizar en ninguna, ni concretando que es lo que va a hacer. Su discurso se puede resumir en:

1) Simplificación de regulaciones: donde enfatizó la necesidad de reducir la burocracia que enfrentan las empresas europeas, sin anunciar ni cómo, ni cuándo va a empezar a simplificar la burocracia creada por ella.

2) Fomento de la innovación: donde subrayó la importancia de impulsar sectores emergentes y tecnologías limpias. Sobre todo muy limpias y si se necesita Fairy o Mistol, perdón por la mala leche.

Si de verdad pretende crear un entorno que estimule la inversión privada y el desarrollo de nuevas tecnologías, me parece que lo tiene crudo, sobre todo con la inversión extranjera, que cada día nos tiene más miedo que un nublado por nuestras regulaciones y nuestros impuestos.

3) Integración financiera: donde destacó que la fragmentación actual del mercado de capitales europeo es lo que realmente dificulta que las empresas accedan a financiación.

Descubrió, de pronto, América, olvidándose que fue descubierta en 1492.

Eso sí, propuso avanzar hacia una Unión de los Mercados de Capitales más sólida y líquida, permitiendo que el ahorro de los hogares europeos se canalice hacia inversiones dentro de la UE.

Se le olvidó que para que eso pueda suceder de forma inmediata y suficiente, habría que haber anunciado un plan fiscal de reducción de impuestos para este tipo de esfuerzos.

4) Respuesta a desafíos globales: donde abordó la necesidad de que Europa reduzca su dependencia de importaciones baratas y del gas ruso, manteniendo al mismo tiempo altos estándares medioambientales y esto lo dice casi 3 años después del inicio de la guerra de Ucrania, 5 años después de la presentación de su Pacto Verde y en plena crisis de la industria automovilística europea que, por culpa de sus anuncios, ha dejado de invertir en mejorar los coches de combustión donde éramos líderes mundiales, con una reducción permanente de las emisiones de CO2 y con la llegada combustibles bio para motores diésel, que van a producir menos emisiones que los híbridos enchufables.

Después de este discurso, me he quedado casi congelado, solo he leído banalidades sobre lo que quiere hacer y que nos diga que 300.000 millones al año de los ahorros de los europeos se va a otros lugares para invertir fuera de la Unión y no presentar un plan inmediato para convencer a esos inversores de que, en lugar de irse a buscar donde poner su dinero, se queden en la UE, demuestra la nula capacidad para implantar soluciones a corto plazo que tiene la Comisión Europea.

«Si no fomentamos fiscalmente que el ahorro de los europeos se quede y además se invierta podremos decir que hemos iniciado nuestro proceso de decadencia»

No necesitamos vaguedades como: «Para seguir siendo competitivo frente a actores mundiales como EE. UU. y China, el bloque debe invertir entre 700.000 y 800.000 millones de euros anuales durante la próxima década en modernizar su economía, garantizar la seguridad y avanzar en las transiciones ecológica y digital», sino que nos diga cómo va a conseguir esos 7 u 8 billones de euros de inversión, qué va a hacer, cuándo lo va a implementar y quién los va a poner.

Porque si no nos ponemos manos a la obra y colocamos planes serios y realistas que reduzcan la burocratización de los países miembros, que es como pedir al Parlamento Europeo que se haga el harakiri desregulando desde mañana mismo, si no empezamos a poner en marcha planes de innovación claros y concretos, si no fomentamos fiscalmente que el ahorro de los europeos se quede y además se invierta y si no abandonamos el mantra de que somos los malvados del cambio climático y los únicos responsables, entonces sí que podremos decir que hemos iniciado nuestro proceso de decadencia.

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