
Viajeros afectados observan los paneles en Atocha
El Gobierno se agarra a la hipótesis del sabotaje tras una nueva jornada de caos ferroviario
Transportes afirma que el material sustraído, cuyo robo ha obligado a cortar la conexión entre Madrid y Sevilla afectando a más de 10.000 pasajeros, apenas valdría 300 euros
El culpable de la nueva jornada de caos ferroviario en España es, según el ministro de Transportes, Óscar Puente, «un acto grave de sabotaje». El incidente ha supuesto la interrupción durante más de 13 horas de la conexión ferroviaria entre Madrid y Sevilla, afectando a 10.700 pasajeros y a cerca de una treintena de trenes, 21 de ellos de Renfe y Avlo.
A media mañana un juzgado de instrucción de Toledo ha procedido a su apertura, a cargo de la Guardia Civil. El ministro ha anunciado una investigación y ha insistido en la hipótesis del sabotaje, a pesar de que durante la madrugada el presidente de Renfe, Álvaro Fernández Heredia, ha apuntado a que el enganchón con la catenaria de un tren de iryo habría agravado la situación.
Fuentes de iryo aseguran a El Debate que el tren estaba detenido y registró una falta de tensión en la línea. «A las 21.30 horas, un tren iryo estaba parado en La Sagra por el robo de cables previo que provocaba la ralentización del tráfico. Antes de reanudar la marcha, se detecta la falta de tensión en la catenaria, lo que hace que deba permanecer detenido», aseguran desde la compañía ferroviaria

La mañana está siendo muy complicada debido a los numerosos retrasos acumulados
Para Transportes la hipótesis del sabotaje viene derivada del bajo valor del material sustraído, 150 metros de cable, que fuentes del ministerio sitúan en unos 300 euros, a pesar de que el propio Puente afirmó inicialmente que rondaría los 1.000 euros. Una cantidad mínima en cualquier caso que ha provocado un grave percance.
Además, desde Transportes subrayan también la profesionalidad del robo, con cinco cortes de cable en Toledo «en una acción coordinada y deliberada», rompiendo la alambrada y actuando en cinco puntos con cajas de seguridad en un radio de 10 kilómetros.
«En este tipo de actos, como mínimo, se contempla la hipótesis de bloquear la vía. Se ha cortado un cable de seguridad, que sensoriza las vías y permite saber dónde está el tren. Si se sustrae deja a ciegas la vía», detallan fuentes gubernamentales, que inciden en que el cable sustraído, que tiene un valor económico muy bajo, «es el óptimo para privar de servicio a toda la línea».

Caos en Atocha tras el robo de cable en Toledo
Pasadas las 13.30 horas se ha logrado recuperar el 70 % del servicio habitual, mientras que, aunque inicialmente se esperaba que el 100 % se alcanzara a las 16 horas, Renfe ha previsto finalmente que ocurra «en torno a las 17 horas»
La «nueva normalidad»
Entre los afectados se encontraba César Cadaval (Los Morancos) y Juan Bravo, el portavoz económico del PP, cuyo convoy se retrasó más de seis horas, según relató en la red social X. Tras regresar a Madrid, Bravo ha exigido una auditoría de la red ferroviaria para analizar los constantes incidentes, y ha pedido la comparecencia urgente del propio Puente, así como se indemnice a todos los viajeros afectados.
«Lo que ha ocurrido no es una excepcionalidad, es la nueva normalidad de un Gobierno que está sobrepasado», ha asegurado Bravo. Con lo sucedido, ha agregado, queda «claro» que la alta velocidad en España «ha pasado de ser un servicio modélico» a «convertirse en un modelo catastrófico con este Gobierno», ha añadido.