El Gobierno cree que hay que enseñar unas matemáticas que no provoquen ansiedad a los alumnos
Plan de refuerzo Qué son las matemáticas socioafectivas de las que habla el plan estrella del Gobierno
La creciente ansiedad que sienten los estudiantes ante esta asignatura llevará al Ejecutivo a estudiar un complemento económico para los profesores que la aborden con este enfoque
El Gobierno ha tomado nota de una de las conclusiones del informe PISA, que dictaminaba que hay ‘estrés matemático’ entre el alumnado español, que sufre el conocido mal como ansiedad matemática.
Para atajar el problema, Pedro Sánchez y Pilar Alegría se han sacado de la manga un plan de refuerzo de esta asignatura con una dotación mínima de 500 millones de euros. Además de esta estrategia de apoyo, otro de los objetivos de esta iniciativa sería la de «incentivar el cambio metodológico en la enseñanza» de esta materia, según adelantó recientemente El Mundo. Para ello, el Ejecutivo se plantea ofrecer una especie de 'complemento económico' para aquellos docentes que enseñen esta materia a los alumnos con un enfoque «socioafectivo».
Así, con la excusa o la justificación de limar el rechazo que muchos jóvenes sienten ante las matemáticas, el plan incentiva que los profesores abracen los postulados de la LOMLOE vigente, que pasan por primar el enfoque competencial como algo más cercano a la vida cotidiana, y no tanto a los contenidos en sí.
Según esta misma información, la estrategia busca mejorar los resultados académicos en áreas como la matemática y para ello se reservaría dicha partida económica, pero haciendo bandera de una de las señas en materia educativa, a saber, el aprendizaje competencial, los proyectos y el enfoque socioafectivo.
Qué son las matemáticas socioafectivas
El 46 % de los escolares españoles expresaron en el cuestionario de PISA que les causaba «mucha tensión» los deberes de Matemáticas, mientras que al 39 % le provocaba «indefensión».
Por tanto, Educación cree que se debe fomentar el sentido «socioafectivo» de esta asignatura, porque aparte de acercarla al estudiante, logrando eliminar esa ansiedad que les genera, se conseguirá un instrumento eficaz para aplicarla en la vida cotidiana.
Las matemáticas socioafectivas se refieren a un tipo de enfoque educativo en esta materia que reconoce «la interacción entre las emociones, el entorno social y el aprendizaje» de las matemáticas. Dicho de otra manera, en lugar de limitarse a la transmisión de conceptos y procedimientos mecánicos, esta propuesta «busca crear un ambiente de aprendizaje en el que los estudiantes se sientan seguros, motivados y capaces de relacionarse con las matemáticas» de otra manera..
Hasta ahí la teoría. Pese a que la vigente ley Celaá refleja ese enfoque competencial para poner en práctica en el día a día lo aprendido en el aula, las voces críticas contra este esbozo de plan –falta concreción y más detalles– opinan que será otro paso más en la dirección de evitar la frustración de los chavales. Es decir, una vez más, la finalidad más que aprender, parece que será no desanimar al estudiante.
No hay clima propicio
Aparte de la ansiedad, bien haría el ministerio en revisar otras variables manifestadas por el estudiantado. Los alumnos españoles que anotaron su peor resultado de la historia del Informe PISA en Matemáticas en la edición de 2022 aseguraron que su aprendizaje en dicha materia no se da en el ambiente propicio.
Alrededor del 22 % de los alumnos en España declararon que no podían trabajar bien en la mayoría o en todas las clases de esta materia (estando la media en la OCDE en el 23 %); el 38 % de los alumnos no escuchan lo que dice el profesor (30 % en la media de la OCDE); el 33 % de ellos se distraen utilizando dispositivos digitales (30 % en la media de la OCDE); y finalmente, el 26 % declara haberse distraído con otros alumnos que los utilizaban (25 % en la OCDE).
Alrededor del 22 % de los alumnos en España declararon que no podían trabajar bien en la mayoría o en todas las clases de esta materia (estando la media en la OCDE en el 23 %); el 38 % de los alumnos no escuchan lo que dice el profesor (30 % en la media de la OCDE); el 33 % de ellos se distraen utilizando dispositivos digitales (30 % en la media de la OCDE); y finalmente, el 26 % declara haberse distraído con otros alumnos que los utilizaban (25 % en la OCDE).
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