Guía de cómo elegir carrera para conseguir un empleo bien pagado
Aunque las universidades públicas muestran tasas de afiliación ligeramente superiores en la mayoría de los casos, las universidades privadas lideran en algunos sectores específicos como informática o educación
Como supongo que le ocurre a cualquier profesor universitario en esta época del año, mi WhatsApp se llena de contactos que me preguntan qué debería estudiar su hijo. Y, como cada año, lo que suelo hacer es remitirlos a los datos del Ministerio de Universidades, que acaban de publicarse. Estos datos me sirven de referencia para informar a los padres preocupados y ofrecerles una guía sobre cómo elegir una carrera para conseguir un empleo bien remunerado.
Empecemos por el dato más importante: la tasa de afiliación de los graduados universitarios españoles cuatro años después de egresar. Los datos correspondientes al periodo 2018-2019 reflejan una realidad con importantes contrastes. La tasa de afiliación es del 76,8 %, pero existen diferencias significativas entre universidades públicas y privadas, así como entre disciplinas académicas y comunidades autónomas.
Los datos revelan que los egresados de universidades públicas presentan una tasa de afiliación del 76,9 %, mientras que en las universidades privadas esta cifra desciende al 73,9 %. Sin embargo, en ciertas disciplinas, las universidades privadas muestran mejores indicadores, como en informática, donde la tasa de afiliación alcanza el 91 % en la privada frente al 89,6 % en la pública, o en educación, con un 85,7 % frente al 79,5 % de las públicas. Esto sugiere diferencias en la calidad de la inserción laboral según el tipo de institución.
Los datos también reflejan diferencias territoriales notables en la inserción laboral de los universitarios. La falta de movilidad de los trabajadores y estudiantes españoles es un factor importante para explicar estas divergencias. Mientras que algunas comunidades presentan tasas de afiliación superiores al 80 %, otras se sitúan por debajo del 75 %. Estas desigualdades pueden estar relacionadas con la estructura productiva regional, la especialización universitaria y las oportunidades del mercado laboral local.
Si bien el promedio nacional de afiliación es del 76,8 %, los datos por ámbito de estudio muestran que no todas las disciplinas académicas ofrecen las mismas perspectivas laborales. Las diferencias entre ramas son notables:
Informática: 91 % en universidades privadas y 89,6 % en públicas, lo que refleja la alta demanda de estos profesionales.
Ingeniería, industria y construcción: 82 % en privadas y 84 % en públicas. Siguen siendo perfiles altamente valorados en el mercado laboral.
Salud y servicios sociales: 83,6 % en públicas y 72 % en privadas. Un sector con alta estabilidad y demanda creciente.
Educación: 85,7 % en privadas y 79,5 % en públicas. La enseñanza mantiene una inserción laboral elevada.
Ciencias Sociales y Jurídicas: 73,9 % en públicas y 71,4 % en privadas, con menor estabilidad que otras ramas.
Artes y humanidades: 66 % en públicas y 73,3 % en privadas. Aunque sigue siendo la más baja, las privadas muestran una mejor inserción en este sector.
Los datos también muestran cómo ha evolucionado la tasa de afiliación de los egresados universitarios en la última década. En 2009-2010, en plena crisis económica, solo el 64,5 % de los titulados estaba empleado. La situación mejoró progresivamente hasta alcanzar el 72,3 % en 2012-2013 y el 75,6 % en 2015-2016. En 2018-2019, la tasa de afiliación llegó al 77,9 %, lo que refleja una recuperación del mercado laboral y una mayor demanda de titulados superiores.
La evolución también ha sido diferente según el tipo de universidad. Mientras que en las universidades públicas la tasa de afiliación ha crecido hasta el 76,9 %, en las privadas se ha quedado en el 73,9 %. Esto puede deberse a la mayor representatividad de titulaciones en universidades públicas o a diferencias en la percepción del mercado laboral sobre los egresados de cada tipo de institución.
Los datos de la Seguridad Social en el grupo de cotización de titulados también muestran diferencias significativas entre universidades públicas y privadas. Este es un dato muy importante para los padres que quieren que sus hijos trabajen «de lo suyo», es decir, que ejerzan la profesión que han estudiado. El dato es preocupante: solo el 60,92 % de los egresados afiliados a la Seguridad Social cotizan como titulados, con una mayor presencia de egresados de universidades privadas (69,99 %) frente a los de universidades públicas (59,19 %). En otras palabras, después de cuatro años en el mercado laboral, más del 40 % de los jóvenes que pasan por las aulas universitarias públicas están trabajando en un puesto por debajo de su nivel de estudios. Por supuesto, esto depende del tipo de estudios cursados:
Ciencias Sociales y Jurídicas: solo el 46,05 % de los egresados cotizan como titulados, con una brecha importante entre universidades públicas (42,09 %) y privadas (62,30 %).
Ingeniería y Arquitectura: presenta una de las tasas más altas, con un 73,21 % de afiliación cotizando como titulado. Las privadas superan a las públicas (77,95 % frente a 72,74 %).
Artes y Humanidades: tienen una tasa baja de cotización (49,87 %), aunque las privadas (52,88 %) superan ligeramente a las públicas (49,63 %).
Ciencias de la Salud: lideran la inserción laboral con un 85,85% de afiliación, con valores similares en ambos tipos de universidad. Este dato es lógico, ya que la mayoría de las profesiones están reguladas y no se permite ejercer a profesionales sin la titulación adecuada.
Ciencias: 65,66 % de afiliación total, sin grandes diferencias entre pública (65,64 %) y privada (66,31 %).
Toda esta información se la ofrezco a los padres preocupados, que al final me preguntan qué tiene que hacer su hijo para conseguir un buen trabajo. No hay una respuesta única. El panorama de la inserción laboral universitaria en España sigue marcado por diferencias estructurales. La elección de carrera y la comunidad autónoma de residencia tienen un impacto directo en la empleabilidad de los graduados. Mientras que disciplinas como informática o ingeniería ofrecen altas tasas de empleo, otros sectores como artes y humanidades presentan dificultades persistentes.
Además, el tipo de universidad también juega un papel relevante. Aunque las universidades públicas muestran tasas de afiliación ligeramente superiores en la mayoría de los casos, las universidades privadas lideran en algunos sectores específicos como informática o educación. Además, los puestos de trabajo de los egresados de las universidades privadas son, en promedio, de mejor calidad que los de las públicas. Estos datos reabren el debate sobre la necesidad de alinear la oferta educativa con las demandas del mercado laboral, así como la importancia de mejorar la movilidad laboral y las oportunidades en las regiones con menor inserción de egresados.
Jorge Sainz es catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Rey Juan Carlos