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Aprobados los modelos de examen para la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) en 2026
Esta luz verde se produce después de un proceso impulsado por la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) para alcanzar una mayor homogeneidad
La Comisión Organizadora de la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) en la Comunidad de Madrid ha aprobado este lunes los modelos de examen para la convocatoria del año 2026 incluyendo algunas novedades «relevantes» en el sistema de corrección de los exámenes.
Esta luz verde se produce después de un proceso impulsado por la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) para alcanzar una mayor homogeneidad entre las diferentes comunidades autónomas, en el que la Comunidad de Madrid ha alcanzado el 70% de coincidencia con los criterios propuestos (por la CRUE).
De esta forma, Madrid se sitúa como una de las regiones que ha logrado una mayor adaptación, aunque para el curso 2026-27 está previsto que algunas materias avancen hacia una armonización más completa y otras, sin embargo, permanezcan en revisión, según han informado las universidades públicas en sendos comunicados.
En términos generales, los modelos de examen no presentarán cambios «sustanciales» respecto a los del pasado curso, pero sí que tendrán algunas novedades «relevantes» en lo referente al sistema corrección.
En concreto, se detalla que, en la PAU del año 2026, las calificaciones se realizarán empleando múltiplos de 0,1 en lugar de 0,25, lo que permitirá «una valoración más específica del desempeño del alumnado».
Los modelos, elaborados por las Comisiones de Materia y ajustados a la normativa vigente, siguen los principios comunes establecidos para todas las asignaturas: un modelo único estructurado por bloques según los saberes básicos del currículo.
Las preguntas serán de respuesta cerrada, semiabierta y abierta, garantizando que, al menos, el 70 % de la puntuación total se corresponda a estos dos últimos tipos.
Además, se mantendrá un grado de optatividad entre los diferentes bloques de al menos un 50% de la calificación total -sin reducir el número de competencias evaluadas- y se incluirá un 20% de preguntas competenciales, fomentando así la «aplicación práctica de los conocimientos».