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26 de abril de 2024

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Cobraban 50 euros por una PCR falsa y hasta 1.000 por un pasaporte Covid

La Policía Nacional desarticula la rama española de una organización dedicada a la falsificación de pasaportes sanitarios

Siete personas han sido detenidas entre Madrid y Barcelona como integrantes de una organización dedicada a la venta de PCR y pasaportes Covid falsos. En total, habían inscrito al menos a 1.600 personas a través de grupos negacionistas y habían captado a personal sanitario para introducir los datos en el Registro Nacional de Vacunación. La organización formaba parte de una red europea que tenía su base operativa en Francia.
La investigación se inició a comienzos de este mes de enero cuando el grupo de ciberdelitos de Policía Nacional detectó anuncios que ofrecía tanto PCR como Pasaportes Covid falsos en grupos negacionistas de una red de mensajería instantánea. Las PCR negativas las ofertaban a 50 euros. A la hora de realizar pasaportes falsos, la organización había creado dos grupos de clientes. A un grupo les cobraba 200 euros, al otro, con mayor poder adquisitivo, les hacían un pasaporte Covid falso por 1.000 euros.

En criptomonedas

Además, los investigadores pudieron constatar que, en la mayoría de los casos, los integrantes de la organización exigían el pago en criptomonedas, a través de cuentas que habían abierto en terceros países para hacer más complicado el rastreo por parte de las autoridades.
Una vez que los implicados percibían el pago los interesados obtenían el código QR en el que constaba la pauta de vacunación fraudulenta. A los dos días podían obtener el pasaporte COVID en el que constaban como recibidas dos o tres dosis.
Tras identificar a los intermediarios en España de la red criminal, se llevó a cabo un operativo que permitió la detención de todos ellos, así como la identificación de los líderes de la organización. La investigación continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones. Las 1.600 personas que han adquirido las pruebas fraudulentas han quedado sujetas a investigación. Y los datos obtenidos por la Policía han sido enviados a Francia, desde donde opera la cabeza de la red delictiva por lo que les pueda aportar en su investigación. 
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