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18 de abril de 2024

Chema Dávila junto a Pedro Sánchez

Chema Dávila junto a Pedro SánchezEl Debate

Exclusiva

La Fiscalía pide un año y medio de cárcel para un exconcejal del PSOE de Madrid por abuso sexual a una militante

El Debate revela hoy en exclusiva todos los detalles de la causa judicial contra el dirigente socialista Chema Dávila. Desde Ferraz se ocultó a la militancia el asunto para evitar que el escándalo se filtrara

La Fiscalía solicita un año y seis meses de prisión para Chema Dávila, concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid hasta 2019. Está acusado de un delito de abuso sexual por llevar a cabo tocamientos no consentidos a una militante del partido. Dávila, que mantiene relación personal desde hace dos décadas con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, abanderó asuntos feministas dentro del partido hasta que Ferraz conoció los hechos y fue cesado en secreto por si afloraba el escándalo.
Este periódico ha tenido acceso a las diligencias del caso, en las que figura que Dávila fue denunciado a comienzos de noviembre de 2021 por parte de una militante socialista con la que mantenía una relación de amistad. Según el expediente judicial, el exconcejal del PSOE acudió al domicilio privado de la víctima y llevó a cabo tocamientos sexuales sin su consentimiento. En ese momento, Dávila ya no era concejal en el Ayuntamiento de Madrid pero continuaba ostentando el cargo de secretario general del PSOE de Madrid Centro. El asunto recayó en el Juzgado de Instrucción número 2 de Madrid, que ha dirigido las diligencias de investigación con extrema cautela para evitar que fueran filtradas.
Tras un intenso periodo de investigación, la juez María del Pilar Martínez Gamo encontró indicios delictivos en la actitud del dirigente socialista y el 31 de marzo de 2022 decidió procesar a Dávila por un delito de abuso sexual. Antes de la entrada en vigor de la ley del 'solo sí es sí' este delito se estaba tipificado en los artículos 181 y 182 del Código Penal. El exedil fue procesado por el primero de ellos, que estipula: «El que, sin violencia o intimidación y sin que medie consentimiento, realizare actos que atenten contra la libertad o indemnidad sexual de otra persona, será castigado, como responsable de abuso sexual, con la pena de prisión de uno a tres años o multa de dieciocho a veinticuatro meses».
Por estos hechos, la Fiscalía solicita 18 meses de cárcel para Dávila. Es decir, un año y seis meses de prisión. La juez cerró la instrucción, emitió un auto de transformación en procedimiento abreviado y envió a juicio al dirigente socialista. A día de hoy, la causa está pendiente de reparto en un juzgado de lo Penal. El Debate dispone de todos los detalles del testimonio de la víctima pero se reserva a publicarlos para proteger su intimidad y evitar entorpecer la labor de los tribunales.
Chema Dávila, exconcejal del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid

Chema Dávila, exconcejal del PSOE en el Ayuntamiento de MadridPSOE

El Debate ha contactado con Dávila para conocer su versión de los hechos pero el dirigente socialista se ha negado a hacer ninguna declaración alegando que es un tema que forma parte de su vida privada. En cambio, tanto desde la Fiscalía como desde el Tribunal Superior de Justicia de Madrid confirman a este periódico la existencia de la causa contra el exedil. Cuando arrancaron las investigaciones judiciales en noviembre de 2021, Ferraz tuvo conocimiento de los hechos y abrió un procedimiento interno contra Dávila. Este expediente concluyó con la suspensión de su militancia ante el temor de que la opinión pública conociera el asunto. En cambio, desde el partido no se informó a la militancia del verdadero motivo del cese.
Durante su paso por el Ayuntamiento de Madrid como concejal, entre 2015 y 2019, Dávila abanderó dos causas: el feminismo y el medioambiente. Por un lado, adaptó un papel protagonista durante la presentación de una importante ordenanza contra los abusos sexuales. También fue uno de los ideólogos de Madrid Central, el proyecto estrella de la exalcaldesa Manuela Carmena que restringe el tráfico del casco histórico de la ciudad para impulsar formas de transporte sostenible. A lo largo de su periplo por la corporación municipal también ejerció como mano derecha de Purificación Causapié, portavoz municipal de los socialistas en el Consistorio durante la décima legislatura.

La relación con Sánchez

Dávila conoció a Pedro Sánchez en el año 2000. En ese momento, el hoy procesado por abuso sexual llevaba dos años afiliado al PSOE y Sánchez cinco. El actual presidente del Gobierno acababa de regresar de Bruselas, donde estuvo trabajando como asesor en el Parlamento Europeo. Ambos se conocieron en el 35º Congreso Federal del partido, en el que salió elegido José Luis Rodríguez Zapatero como secretario general. Allí Sánchez participó como delegado y Dávila como militante de base.
A raíz de ese acontecimiento, Dávila y Sánchez comenzaron una relación personal que se vio truncada en dos ocasiones. La primera de ellas fue a raíz de las primarias de 2017 que dieron por segunda vez la victoria a Sánchez. Para su sorpresa fue traicionado en el último momento por su entonces amigo, que decidió apostar por Susana Díaz. En cambio, tras la victoria del jefe del Ejecutivo el exedil se puso a su disposición y retomaron el contacto.
Chema Dávila junto a los candidatos socialistas Pepu Hernández y Manuel de la Rocha

Chema Dávila junto a los candidatos socialistas Pepu Hernández y Manuel de la RochaPSOE

El segundo vaivén de la relación ocurrió en 2019, cuando Dávila (que llevaba ocho años como secretario general del PSOE de Madrid Centro) esperaba ser nombrado candidato al Ayuntamiento de Madrid. Sin embargo, Sánchez apostó por el exentrenador de baloncesto Pepu Hernández. Aún así, Dávila se presentó a las primarias con el lema Madrid necesita más feminismo, quedó en tercer lugar con el apoyo del 13 % de la militancia y achacó la victoria de su rival Hernández a que «era el candidato del aparato». Desde entonces, Sánchez evitó que volviera a repetir como integrante de las listas electorales del partido y fue defenestrado como cargo orgánico raso.
Desde ese momento hasta el día en que fue denunciado invirtió su tiempo en organizar actos con grandes personalidades del partido con las que continuaba teniendo apoyo. Algunos de ellos fueron el expresidente Zapatero o Cristina Narbona, actual presidenta del PSOE. Junto a él también ha participado de manera frecuente miembros del Gobierno como el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, o la ministra de Industria, Comercio y Turismo y actual candidata del PSOE al Ayuntamiento de Madrid, Reyes Maroto.
Chema Dávila junto a Reyes Maroto

Chema Dávila, junto a Reyes MarotoPSOE

Al ser denunciado y retirado en secreto por Ferraz se quedó sin trabajo. En octubre de 2020 fue contratado por una consultora de comunicación, en la que duró poco más de un año. Ahora se presenta como «autónomo especialista en asuntos públicos y medioambientales». Es muy activo en redes sociales, donde centra su actividad en defender al Gobierno de Sánchez y criticar las gestiones políticas de Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez Almeida.
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