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Miembros de la mesa de un colegio electoral realizan el recuento de votos tras las elecciones celebradas en Castilla y León

Miembros de la mesa de un colegio electoral realizan el recuento de votos tras las elecciones celebradas en Castilla y LeónEFE

Así vigila Indra que no haya problemas con el recuento electoral

El proceso, en el que también interviene en CNI, cuenta con un doble control, lo que garantiza la limpieza del proceso

Los partidos de izquierda acusan al Partido Popular de tratar de sembrar dudas sobre el proceso electoral que concluirá con las elecciones del próximo 23 de julio.

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, sin embargo, señala que la petición de que los carteros trabajen todo lo que puedan, independientemente de lo que digan sus jefes, se refiere a que garanticen que el voto llegue a todos los ciudadanos después de que los sindicatos criticaran que faltaban medios. «Aquí nadie habla de pucherazo, aquí de lo que se habla es de las manifestaciones de CC.OO y UGT, que saben lo que dicen, que ven el atasco que se está produciendo», explicó este jueves.

Doble control y doble auditoría

Lo cierto es que digan lo que digan unos y otros, el recuento electoral que ha sido establecido en España hace casi imposible que haya una manipulación de los datos. La concesión del recuento electoral fue ganada por Indra, una de las multinacionales tecnológicas españolas más importantes. Pero, además, también participa el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) a través del Centro Criptológico Nacional (CCN) para garantizar que todo se desarrolle con normalidad.

Así, la noche electoral una persona de la Administración está en cada colegio electoral. Ésta recoge los datos del recuento de votos mesa por mesa y los introduce en una tablet que envía automáticamente los datos a los centros de datos provinciales y también al centro de datos nacional. El software que utiliza esta tablet está revisado con una doble auditoria por el Centro Criptológico Nacional para garantizar el buen funcionamiento de la aplicación empleada.

Por otro lado, los presidentes de las mesas electorales recogen los datos también de forma manual, es decir, rellenan un formulario que llevarán en persona a la central provincial de datos.

De esta forma, ningún posible ataque informático podría manipular el recuento de datos de los colegios electorales. A la garantía que supone la propia Indra como adjudicataria y la doble auditoría por parte del CNI, se añade la limpieza que supone que sean los propios presidentes de mesa quienes trasladen los votos de forma manual.

«Puede haber un ciberataque de datos a cada uno de estos sistemas: pero hay redundancia porque hay dos sistemas de medición de datos y el 'cuore' (como se refiere al centro de datos) está super protegido. Si lo hubiera, causaría incertidumbre, desasosiego, pero no afectaría en absoluto a los resultados» explicó el subdirector del Centro Criptológico Nacional, Luis Jiménez durante las I Jornadas de Defensa organizadas por El Debate hace apenas un mes.

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