Una nueva sesión de control al Gobierno en el Congreso ha dado lugar, una vez más, a un pleno bronco repleto de reproches por parte de todos los grupos políticos. Una de las intervenciones más destacadas ha sido la protagonizada por la popular Cayetana Álvarez de Toledo, que ha tomado la palabra para preguntar a la ministra Alegría y reprender al ministro Bolaños.
La diputada del PP ha reprochado al ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, que califiquen al Partido Popular como «ultra» ya que el PSOE es el partido que «ha pactado un Gobierno con un secuestrador, un golpista y un prófugo» y que en Pamplona «ha entregado el Gobierno a un partido que lleva asesinos en sus listas».
Pedro Sánchez no se ha librado de los reproches de Álvarez de Toledo, que ha asegurado que «la dignidad personal del presidente es irrelevante» pero, como representante del Estado, «su degradación nos degrada a todos». La diputada popular ha continuado explicando «el bochorno» que representan los pactos de Sánchez: «Primero le borra al delincuente los delitos y luego se hace la foto».
La representante popular se ha dirigido también a quien ha calificado como la «portavoz de la humillación», la ministra Pilar Alegría. «¿Dónde va a ser la reunión, en Waterloo por ejemplo? (...) Habrá foto, ¿se van a cuidar de qué no aparezcan las urnas golpistas?», ha continuado preguntando. Para terminar su intervención, Cayetana Álvarez de Toledo ha hecho un repaso por las concesiones del Gobierno al partido del prófugo Puigdemont: «Además de la impunidad, el fin de la igualdad, la demolición del Estado de Derecho, la persecución a los jueces, ¿qué más les van a entregar? ¿Un referéndum contra la España constitucional?».
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