Feministas históricas del PSOE denuncian la inoperancia de Sánchez con los casos de acoso: «Que dé un paso al frente»

Las acusaciones de acoso sexual dentro del PSOE han provocado una fuerte controversia en el seno del partido, y varias de sus voces más representativas en el ámbito del feminismo han reclamado explicaciones, exigido responsabilidades y pedido una respuesta clara ante la situación.

Soledad Murillo, exsecretaria de Estado de Igualdad, ha manifestado que, lejos de apartarse, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, debe dar un paso al frente. «Creo que en este momento se trata de que se dé un paso adelante en el sentido interno dentro del partido, porque es el secretario general», ha señalado, en referencia a la activación de los mecanismos de control y respuesta que contempla el protocolo del PSOE.

Murillo ha apuntado directamente a un fallo en la aplicación de dicho protocolo, que consta de 17 páginas y establece los pasos a seguir ante situaciones de violencia o acoso. Según ha detallado, las mujeres que presentaron las denuncias siguieron los canales estipulados, pero el partido mantuvo la cuestión «congelada» desde el pasado julio. También ha criticado la postura de limitar la intervención del partido a brindar apoyo a quienes acudan a la justicia, sin tomar iniciativa institucional: «No hace falta ningún permiso nunca para denunciar; lo que hace falta es que te animen y te acompañen», ha subrayado.

Estas declaraciones contrastan con la posición expresada por la secretaria de Organización del PSOE, Rebeca Torró, quien había señalado que Ferraz apoyaría a las mujeres que decidieran denunciar, pero sin trasladar el caso a la Fiscalía por iniciativa propia. Para Murillo, esa postura es insuficiente: «El feminismo es intransigente, no es contemplativo. No pone paños calientes», ha afirmado.

En paralelo, la directora del Instituto de las Mujeres, Cristina Hernández, se ha unido a las críticas con un mensaje contundente publicado el jueves en la red social X: «Las feministas llevamos años diciendo que el machismo es estructural y sistémico. ¿A qué se creían que nos referíamos? Precisamente a esto. Por tanto: ni sorpresa ni vergüenza. Solo contundencia, responsabilidad y acción».

También ha intervenido la presidenta del Consejo de Estado, Carmen Calvo, quien ha reconocido que la gestión inicial del caso dentro del PSOE no ha sido adecuada, aunque confía en su resolución. «No se ha empezado bien pero se va a terminar bien», ha declarado desde Pamplona. Calvo ha defendido que ser socialista es «completamente incompatible con atropellar los derechos de las mujeres» y ha asegurado que el partido tomará decisiones claras conforme se aclaren los hechos.

A quienes más nos duele es a los que formamos parte de esta organizaciónCarmen Calvo

Calvo ha insistido en que «la lucha feminista continúa intacta» y ha pedido que el caso sirva de ejemplo para las mujeres acosadas, para las organizaciones que callan y para una sociedad que debe dejar claro que este tipo de conductas «no son sostenibles». En un tono muy personal, ha afirmado: «A quienes más nos duele es a los que formamos parte de esta organización. Y a las feministas de este partido nos duele todavía más».

Además, ha animado a las mujeres a no guardar silencio. «En cualquier lugar en el que esté, que ninguna se calle. La única manera de sanar esto es abrir las compuertas», ha rememorado, aludiendo a los tiempos en que los asesinatos de mujeres se calificaban de «crímenes pasionales».

Por su parte, Elena Valenciano, exvicesecretaria general del PSOE, ha lamentado la demora en la reacción del partido y ha pedido que se investigue a fondo lo ocurrido. A su llegada a un acto en el Congreso, ha expresado su insatisfacción con la gestión del conocido como caso Salazar, subrayando que aún espera explicaciones sobre por qué las denuncias presentadas en julio por trabajadoras de Moncloa no recibieron atención durante meses.

Valenciano ha recalcado la importancia de que el PSOE esté «a la altura» de este desafío, habida cuenta de su trayectoria en políticas de igualdad. «Hay muchas mujeres que en su vida cotidiana, en su trabajo, sufren acoso. Y el PSOE tiene que dar ejemplo», ha sentenciado.