
Diseño de Juan Martín
Juana Martín pone la 'pica en París'
La primera española invitada a desfilar oficialmente en el seno de la Alta Costura parisina triunfó ayer entre españolismo y futurismo
Poniendo «pica en Flandes», el desfile de Juana Martín que tuvo lugar ayer en París, fue el primero de una española como invitada por la Cámara Sindical de la Alta Costura. Juana Martín triunfó con un estilo depurado, marcando territorio con valentía.
Los orígenes de la Chambre Syndicale de la Haute Couture, un «lobby» o gremio francés iniciado con afán de proteccionismo, se creó en 1868. Unos años antes, el inglés Charles Frederick Worth, había iniciado a agruparse con otros creadores de moda para crear un nombre protegido que exigiese ciertos estándares y estuviese hecho en Francia. A é se unieron Patou, Poiret, Vionnet, Lanvin, Chanel, Balenciaga, Dior o Schiaparelli, entre otras magníficas casas.

Desfile de Juan Martín
Hoy, no obstante, la Alta Costura denomina en general también a piezas a medida aunque estás se hayan elaborado y concebido en Roma, Milán o Beirut. Se trata de piezas exquisitas, realizadas artesanalmente por talleres que siguen con rigor tradiciones y métodos de trabajo impecables. Lo que tras los años 60 se consolidó como ropa ya hecha o «Prêt-à-Porter», también ahora se asocia desde 1973 como la Chambre Syndicale du P-à-P.
No es la primera vez que Juana Martín desfila en París, pero normalmente lo hacía en la Semana del Prêt-à-Porter y de modo extraoficial. Nos complace que una española, seguramente como fruto de su ímpetu personal y de su buen hacer, haya podido ser invitada en esta ocasión a formar parte del calendario de esta semana de la Costura francesa, tan entretenida como prestigiosa.

Rossy de Palma
Celebró el desfile ayer día 7 de julio por la tarde en el Lycée Victor Duruy de París, con una colección llamada con razón: «Andalucía». Desfiló Rossy de Palma, amiga de Juana y muy conocida en París por sus películas de Almodóvar. Desplegó prendas de corte andaluz como los vestidos de volantes cortos de crinolina, similares a los de gitana que la hicieron famosa entre el público español inicialmente, añadiendo trajes en negro riguroso o prendas con pedrería y bordados.
Accesorios como la chaquetilla de corto, el sombrero cordobés o las joyas y fornituras de filigrana de plata, se justificaron en un desfile creado por una cordobesa. Ahí quedó patente que Dior, en su desfile en Sevilla hace unas semanas, y con la excusa de inspirarse en la ciudad, tomase este mismo estilo andaluz por bandera. Así que Juana, ni corta ni perezosa, se las ha devuelto combinando sus deliciosos modelos con prendas vanguardistas de corte Courrèges, como el vestido globo en tela plisada o el mono-pantalón con casco blanco de tela que salió tras Rossy de Palma, una oda a Cardin y sus inventos ferolíticos. Con el cante de Israel Fernández y la guitarra de Diego el Morao, ambos nominados a los Grammys en categoría Flamenco, Juana puso pica en «París» de parte de todos nosotros.