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29 de marzo de 2024

Regalos envueltos bajo el árbol

Regalos envueltos bajo el árbolPixabay

Educación

La regla de los cuatro regalos: ¿cuántos son demasiados esta Navidad?

Los niños hiperregalados dejan de valorar lo que se les da y se les condena a ser adultos insatisfechos

¿Es más feliz un niño cuantos más regalos tiene por Navidad? El síndrome del niño hiperregalado es muy común cuando los pequeños reciben presentes en casa de sus abuelos, de sus tíos, y demás familiares, sin ningún control. Es entonces cuando comienzan a perder la capacidad de valorar cada juguete y van abriendo uno tras otro dejándolos olvidados nada más desenvolverlos.
«A veces dentro de una familia se entra en una competición por ver quién hace el mejor regalo», denuncia la psicóloga Celia Rodríguez Ruiz. Sin embargo, esa hiperestimulación que supone para los niños recibir tal cantidad de juguetes conlleva una pérdida de interés que los condenará a la insatisfacción. En palabras de Rodríguez: «se convertirán en adultos que no se complacerán con nada, que cambiarán de trabajo constantemente y no valorarán nada de lo que se les otorga».
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Controlar los estímulos

Abogar por el sentido común es el consejo de esta psicóloga a la hora de valorar cuántos regalos han de traerles los Reyes Magos a los más pequeños. «Hay expertos que hablan de la regla de los cuatro regalos. Entre tres y seis regalos serían suficientes, aunque este no sea el verdadero sentido de la Navidad». Un consejo para controlar el exceso de presentes podría ser acordar regalos conjuntos, por ejemplo, entre los tíos del pequeño. Así podrá ser un mejor regalo, puesto que participan más personas, y se evita esta estimulación excesiva del niño.

Las muñecas pueden servir para que los niños aprendan a empatizar

«Por cómo se encuentra su cerebro, la capacidad de atención del niño no se desarrolla de una manera adecuada cuando tiene un gran número de estímulos –en este caso en forma de regalos–», explica Rodríguez. En cambio, buscar nuevas maneras de entretenerse con un mismo juguete hará que su creatividad se vea fomentada. 

Educar en valores

Recibir menos regalos de los que el niño pide en su carta a los Reyes Magos hará que aprenda también a gestionar la frustración. Todo ello hay que trabajarlo desde el momento en el que el niño escribe la carta, que es también la ocasión perfecta para que ellos aprendan a priorizar y elegir lo que más les gusta.
Celia Rodríguez recomienda que se debe incluir algo que no es que se quiera, sino que se necesita: como unos lápices o un cuaderno para el colegio; y también algo educativo. Un libro, un juego de mesa colaborativo o cualquier otro juguete, en definitiva, puede servir para enseñar dependiendo de cómo se use.
Educar con valores no es algo que solo se pueda hacer mediante el juego. Las muñecas pueden servir para que los niños aprendan a empatizar, o los puzles a ejercitar su paciencia y su concentración; y la solidaridad se puede entrenar también explicándoles que los reyes han de llevarles juguetes a todos los niños del mundo.
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