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23 de abril de 2024

Noel Gallagher y Liam Gallagher, la rivalidad entre los dos hermanos que fundaron la banda Oasis es famosa

Noel Gallagher y Liam Gallagher, la rivalidad entre los dos hermanos que fundaron la banda Oasis es famosaAFP

Educación

Cómo hacer de la rivalidad entre hermanos algo útil para su desarrollo, según Harvard

Los hermanos pelean, es lo normal, y esto puede empujar a los niños a ser mejores y afrontar la vida desde una sana competencia

Quien tiene un hermano tiene un tesoro. Un tesoro con el que se va a querer y a odiar a partes iguales dependiendo de la etapa de su vida en la que se encuentren. Sobre todo en edades tempranas, los hermanos discuten, pelean y se chinchan por todo... por quien pone o quita la mesa, por el lugar en el que se sientan en el sofá a ver una película o por quien va en el asiento del copiloto de camino al colegio.
Esta rivalidad, tan normal en la vida familiar, puede empujar a los niños a ser mejores, pero hay extremos en la competición que pueden llegar a perjudicarles y a dejar una huella duradera en la visión que los niños tienen de sí mismos y en sus relaciones con el resto de la familia.
Sobre ello ahonda un estudio publicado en 2021 sobre las dinámicas familiares, que vinculó el acoso o bullying entre hermanos con un menor sentido de la competencia, satisfacción con la vida y autoestima en adultos jóvenes. Investigaciones anteriores relacionaron la intimidación entre hermanos con un mayor riesgo de depresión y autolesiones en la edad adulta temprana.

Evitar comparaciones

Estos estudios parten de una rivalidad que no es sana, y que sucede en la minoría de los casos. Pero, ¿cómo pueden los padres asegurarse de que esas peleas cotidianas no se conviertan en algo perjudicial para su desarrollo? Claire McCarthy, pediatra de Harvard Health, sugiere que una primera manera de ello es evitar las comparaciones. «Cada niño es diferente, por definición. Hay que tener cuidado de no comparar de una manera que haga que un niño se sienta mejor que otro», explica.
Asimismo es importante tener en cuenta cómo los eventos y etapas de la vida pueden afectar a los hermanos. «Incluso algo feliz, como un bebé o ganar un premio, puede ser duro para un hermano», continúa McCarthy. No se trata de no celebrarlo, sino de transmitirle la empatía necesaria para festejar los logros de las personas a las que queremos.

Tiempo juntos y por separado

Celebrar las fortalezas de cada hijo, pero evitando clasificar las de cada uno, es otro de los consejos de la pediatra. «Todos los niños tienen algo en lo que son buenos, y nunca se sabe cómo se desarrollará una fortaleza más adelante en la vida», aclara. Según McCarthy, animar a los niños a encontrar sus propios intereses hará que dejen la competencia a un lado. «El hecho de que a un niño le guste hacer algo no significa que a los demás les guste».
Pasar tiempo en familia, compartiendo momentos y aficiones, como los juegos de mesa, puede hacerles aprender a pelear juntos por algo en vez de entre ellos, pero la pediatra destaca que también hay que sacar un momento para pasarlo con cada hijo haciendo algo que les guste. Para McCarthy, «cada niño debe sentir que es una prioridad y que sus padres aprecian sus intereses».
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