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04 de mayo de 2024

Matrimonio.

Matrimonio.

La convivencia antes de casarse no reduce la probabilidad de divorcio

«Desde hace tiempo, se asocia la convivencia prematrimonial con un mayor riesgo de divorcio», recuerdan los investigadores del Institute for Family Studies

¿Tiene algún efecto a largo plazo irse a vivir en pareja antes de darse el sí, quiero? A esta pregunta pretendía responder el estudio What's the Plan? Cohabitation, Engagement, and Divorce, realizado por el Institute for Family Studies (EE.UU.), que arranca comentado que entre el 50 y el 65 % de los estadounidenses creen que cohabitar antes del matrimonio mejorará sus probabilidades de éxito en la relación. Según apuntan los investigadores, podría haber llegado el fin de este extendida creencia.
«Desde hace tiempo, se asocia la convivencia prematrimonial con un mayor riesgo de divorcio», recuerdan. En esta misma línea su hallazgo principal es que el momento de mudarse juntos está fuertemente asociado con la inestabilidad marital.
Para llegar a esta conclusión han empleado los datos de una muestra nacional de estadounidenses que contrajeron matrimonio por primera vez entre los años 2010 y 2019. Al examinar su estabilidad a partir de 2022, comprobaron que las parejas que vivieron juntas antes de casarse tenían «más probabilidades de ver cómo sus matrimonios terminaban que aquellos que no lo hicieron».
Concretamente, el 34% de los matrimonios terminaron entre quienes cohabitaron antes de comprometerse, en comparación con el 23% de los matrimonios de quienes convivieron solo después de casarse o comprometerse para casarse.
Teniendo en cuenta que el 70 % de las parejas viven juntas antes de subir juntos al altar, los investigadores proponen «para reducir el riesgo de divorcio», en primer lugar, no cohabitar antes de casarse, o «haber resuelto la gran pregunta sobre las intenciones matrimoniales antes de irse a vivir juntos».
En este aspecto, también parece influir en la probabilidad de terminar separados, y así lo especifican los autores, los motivos por los que una pareja se muda junta. «Las personas que declararon que la razón principal para irse a vivir juntos era poner a prueba la relación o porque tenía sentido desde el punto de vista económico, tenían más probabilidades de que su matrimonio terminara que las que lo hicieron porque querían pasar más tiempo con su pareja».
Por otro lado, hablar sobre lo que significa vivir juntos y tomar decisiones en conjunto al respecto –«en vez de dejarse llevar», apuntan–, podría ayudar a reducir el riesgo de dificultades matrimoniales.
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