
Un niño realiza sus deberes de la escuela
Día Internacional del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad
Falsos mitos del TDAH: no afecta solo a niños ni desaparece en la adolescencia
Aunque hay investigaciones que han encontrado una causa genética, no está claro todavía que heredarlo de los padres sea la única manera de que una persona desarrolle Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad
Entre el 5 y el 7 % de la población infantojuvenil sufre Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, más conocido como TDAH. Aunque hay investigaciones que han encontrado una causa genética, no está claro todavía que heredarlo de los padres sea la única manera de que se desarrolle en una persona.
Explica el psicólogo Rafa Guerrero que esa carga genética no hace responsables de ello a los padres. «Los padres no somos culpables de absolutamente nada, aunque somos responsables de muchas otras cosas», afirma. Sobre esto, Paula Morales, profesora de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universitat Oberta de Cataluña (UOC), apunta que la genética tiene un peso «muy elevado, en torno al 75-80 %». No obstante, hay otros factores que pueden desencadenar este trastorno.
No solo pasa de padres a hijos, sino que factores ambientales pueden interferir también para que surja, por ejemplo, en el embarazo o los primeros años de vida: la exposición a tóxicos ambientales, consumo de alcohol y tabaco, déficits nutricionales, alteraciones del metabolismo, prematuridad o sufrimiento fetal o neonatal por falta de oxígeno.
El TDAH es diagnosticado en la infancia porque es cuando sus síntomas son visibles. A partir de los seis años es cuando los estudios internacionales marcan como la edad a la que es posible distinguir con más efectividad si se está ante un déficit de atención o no. No existe una prueba que garantice que un niño puede padecerlo, como un análisis de sangre, ni genética; otro de los falsos mitos que Guerrero trata de desmentir sobre el trastorno. Es mucho más complejo: requiere de horas de observación, evaluaciones y finalmente un juicio clínico del profesional que ha de ser quien lo determine.En la infancia es un trastorno más observable, pero no solo afecta a niños. Morales explica que «en el 40 % de los casos todos los criterios se mantienen en la edad adulta». Se refiere a la desatención y la impulsividad, que persisten en adolescentes y adultos, aunque indica que la hiperactividad tiende a disminuir con el paso de los años. Sobre esto, el psicólogo desmiente que el TDAH desaparezca al llegar a la adolescencia. «Sus síntomas se transforman», explica Guerrero, que indica que es en esos años cuando se da el paso de la intranquilidad a la impulsividad, que ya no es tan observable ni diagnosticable.