Un niño pequeño bucea en una piscina
Peligros en piscinas: cómo evitar tragedias
El agente de emergencias y protector civil Miguel Assal advierte sobre los principales riesgos a evitar en el agua durante los meses de verano
Cada vez son más las familias que encuentran en la piscina un lugar idílico para refrescarse mientras disfrutan de los días más calurosos del año. Sin embargo, lo que para muchos es un oasis de relax y diversión puede convertirse en un escenario de accidentes si no se toman las precauciones adecuadas. Ahogamientos, golpes, resbalones o, incluso, infecciones son riesgos reales, sobre y bajo la superficie cristalina. A pesar de ello, estos peligros –como explica el 'influencer' Miguel Assal– son eludibles con medidas prácticas, responsabilidad y atención.
El experto en primeros auxilios Miguel Assal durante un curso de asistencia en piscinas
Nunca dejes a los niños solos, ni siquiera un minutoTécnico en emergencias sanitarias y creador de contenido
Según alerta el divulgador, los ahogamientos son las primeras causas de defunción en piscinas. Más allá de las ahogadillas –que implora evitar como juego– la principal preocupación de los bañistas, en especial de los padres con niños, pasa por el riesgo real de morir ahogados. Advierte que «un niño puede desaparecer bajo el agua en segundos sin que nadie lo perciba». Para evitar que esto suceda es necesaria la constante supervisión de sus progenitores. «Nunca dejes a los niños solos, ni siquiera un minuto. El ahogamiento de niños es rápido y silencioso», recalca Assal.
Además, añade: «Evita vestirles de azul o tonos que se confundan con el agua. Utiliza chalecos salvavidas homologados, no confíes solo en manguitos».
Assal sugiere a los adultos que «aprendan y enseñen primeros auxilios básicos (maniobras de RCP) y tener siempre a mano un teléfono para emergencias».
Consejos para evitar golpes y resbalones
Miguel Assal recomienda otras medidas como «instalar vallas de seguridad o filtros antideslizantes si tienes piscina en casa. Los suelos mojados, los bordes resbaladizos y las prisas pueden acabar en caídas». Y, por último, conciencia a niños y adultos sobre no correr alrededor de la piscina.
Como sugerencia complementaria y de obligado cumplimiento en espacios públicos, indica: «Hay que señalizar con carteles visibles zonas que puedan entrañar peligro».
Por otro lado están las infecciones cutáneas, otitis o irritaciones, frecuentes en piscinas mal cuidadas y mantenidas: «Lo primero, no te bañes si tienes heridas abiertas. Dúchate antes y después de entrar en la piscina. Mantén los niveles de pH y cloro adecuados (cloro entre 1-1,5 ppm, pH entre 7,2 y 7,6). Evita tragar agua y enseña a los niños a hacer lo mismo».
Todo lo que necesitas saber, a un click
Miguel Assal cuenta con su propio canal de YouTube en el que, con casi 6 millones de suscriptores, explica y da acceso a infinidad de conocimientos de este tipo.