Felipe VI, Letizia y la Princesa Leonor de Borbón llegando a casa del padre de la Reina
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La norma de seguridad que no cumplen Felipe VI y la Princesa Leonor
El monarca y su primogénita han desatendido recientemente una importante recomendación en sus desplazamientos oficiales
Así es el coche con etiqueta Eco que conducen los Reyes en sus viajes personales
La Familia Real española cuenta con un destacable equipo de seguridad que vela por los pasos de los miembros de la monarquía en cada una de sus salidas al exterior. Desde Zarzuela, al igual que en el resto de casas reales, se establecen una serie de protocolos y normas específicas para salvaguardar su integridad y, entre ellas, se incluyen las relativas al transporte. Una de las más destacadas es la recomendación que se basa en que el actual regente y su heredero o heredera viajen en vehículos diferentes, ante la posibilidad de que alguno de ellos sufra un accidente. Esto impide que los dos se vean afectados al mismo tiempo, con el consecuente riesgo que conlleva para la sucesión del trono, y se tiene especialmente en cuenta si se trata de helicópteros o aviones.
De hecho, durante los años de reinado de Don Juan Carlos, lo más común era ver al monarca desplazarse en vehículos diferentes a los de su hijo, el ahora Rey Felipe VI. Esta norma se aplicó desde que este era solo un niño y, de la misma manera, se ha llevado a cabo con su primogénita, la Princesa Leonor. No es habitual ver a padre e hija compartir el mismo vehículo cuando acuden a actos oficiales. Sin embargo, el pasado 6 de enero ambos llegaron casa de Jesús Ortiz, padre de la Reina Letizia, montados en el mismo coche.
Felipe VI condujo el Lexus familiar
Tras presidir la Pascua Militar por la mañana en el Palacio Real de Madrid, Felipe VI y Letizia se desplazaron junto a la Princesa de Asturias a casa del periodista, ubicada en la localidad de Pozuelo de Alarcón. Su llegada a la tradicional cita para comer roscón el día de Reyes, que tuvo lugar por la tarde, fue captada por los fotógrafos. En las imágenes se puede observar al monarca al volante del coche, a la Reina como copiloto y a la heredera al trono en la parte trasera del vehículo, algo que suscitó cierta sorpresa.
Según fuentes con acceso a La Zarzuela, el protocolo para ese desplazamiento tuvo que ser concretado por el propio Rey Felipe VI al tratarse de un evento de carácter familiar. Así lo confirma Monarquía Confidencial, que recoge de estas mismas fuentes que «nadie, en realidad, lo prohíbe, pero es aconsejable que el monarca y el primero en la línea de sucesión al trono no se desplacen juntos». De hecho, en los actos oficiales los Reyes siempre van en el coche principal mientras que sus hijas, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía, ocupan un segundo vehículo que los sigue.
Sin embargo, en salidas privadas no resulta tan infrecuente que Don Felipe y su primogénita vayan en el mismo vehículo. En el caso de la visita a la casa de Jesús Ortiz, se trata de un desplazamiento relativamente corto, puesto que el Palacio de la Zarzuela y la vivienda del periodista se encuentran bastante cerca.
La gran ausente en la cita este año fue la Infanta Sofía, que había regresado ya al UWC Atlantic College de Gales para retomar sus clases el 3 de enero tras las vacaciones de Navidad. No obstante, la hija menor de los Reyes no solo estuvo presente en esta tradicional reunión el año pasado, sino que llegó junto a su hermana en la parte trasera de un coche conducido también por sus padres.
En todas las ocasiones en las que hemos podido ver a los monarcas acudir a casa de Jesús Ortiz a tomar roscón, sus hijas han ido junto a ellos en el mismo vehículo, al igual que se puso de manifiesto en los vídeos que Casa Real distribuyó por el 50 cumpleaños de Don Felipe, donde se mostraba el trayecto diario al colegio. Además, el día en que la Princesa Leonor alcanzó la mayoría de edad, esta viajó en el mismo coche que su padre en el traslado hasta el Palacio de El Pardo, lugar donde se celebró una fiesta familiar privada en su honor. En los actos oficiales, sin embargo, el Rey Felipe VI y su heredera optan por trasladarse por separado.
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