La innegable sonrisa de orgullo de Felipe VI a su hija el día que juró la Constitución
Gente
La afición que une a la Princesa Leonor y Felipe VI
Padre e hija comparten una pasión que les proporciona tiempo de calidad
No es algo desconocido que tanto la Princesa Leonor como la Infanta Sofía han heredado de sus padres su pasión por los deportes. Desde bien pequeñas, han estado apuntadas a actividades extraescolares del estilo en el Colegio Santa María de los Rosales, en Aravaca.
Lejos de abandonar esas aficiones una vez acabada su formación, ambas han continuado mostrando esta faceta tan atlética. La benjamina de los Borbón, de hecho, llegó a hacer el pasado año las pruebas físicas para ingresar en el CD DUX Internacional Football Academy de Villaviciosa de Odón y viajó acompañada de Doña Letizia a la final de mundial femenino en Sídney.
Sin embargo, existe una vinculación especial en el caso de la Princesa Leonor y Felipe VI. Más allá de la complicidad que siempre muestran en los actos públicos, de ser herederos responsables y estudiantes sobresalientes, comparten afición por cualquier tipo de deporte.
«Para mí es fundamental hacer deporte y encontrarme bien físicamente», explicó el todavía Príncipe de Asturias en una de sus escasísimas entrevistas, concedida con motivo de su 30 cumpleaños. Cabe recordar, además, que Don Felipe compitió en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92 en la categoría de vela de crucero y que de joven solía entrenar muy temprano cada mañana, tanto en el gimnasio de Zarzuela como corriendo por los alrededores de Palacio.
Además, le encanta el pádel, que le provocó la lesión de su mano izquierda, el squash, el esquí e, incluso, la escalada. Esta última disciplina, gracias a la Reina Letizia, que mandó instalar un rocódromo en los jardines de la Zarzuela.
La Princesa, con el equipo de voleibol en la Academia de San Javier
Por si fuera poco, en su etapa militar en la Academia General de Zaragoza a su vez tuvo que apuntar del denominado campeonato deportivo Interacademias, que se celebra cada dos años y enfrenta a la escuela de las Fuerzas Armadas con la Escuela Naval Militar, la Academia General del Aire y la Academia Central de la Defensa. En este caso, Felipe VI se decidió por el baloncesto, con cuyo equipo se alzó victorioso.
La Princesa Leonor ha sido la última en unirse a estas ligas deportivas y militares en las categorías de esgrima y voleibol. No han pasado más que unas semanas, de hecho, desde que la pudimos ver florete en mano o con las míticas rodilleras del mintonette. En ambas ocasiones aparece, además, rodeada de sus compañeras de Academia, lo que demuestra la capacidad de adaptación e integración de la Princesa, que en cuestión de tres años ha cambiado a su círculo cercano de Madrid, a Gales, y de ahí a Zaragoza.
Felipe de Borbón, en la copa de vela de 1988
Cuando se encuentra en la Zarzuela, suele salir a correr junto a él por las inmediaciones del Palacio, además de intentar mejor en sus dotes con la hípica. Quien sabe si en unos años podríamos ver también a la Princesa Leonor en la Copa del Rey de vela o participando en unos Juegos Olímpicos como ya hizo su padre, que quedó sexto en la clase Soling de vela con la embarcación Aifos.
Eso sí, no es el único miembro olímpico de la Familia Real en vela, ya que su padre, el Rey Juan Carlos terminó decimoquinto en la clase Dragón e Múnich 1972, la Reina Sofía fue equipo reserva de Grecia en Roma 1960 y la Infanta Cristina fue la abanderada de Seúl 1988.
Comentarios
