
Doña Leonor, a su llegada a Tenerife
El menú que han degustado la Princesa Leonor y sus compañeros en Elcano en su primera semana
A media mañana, los tripulantes pueden disfrutar de algo de fruta y un bocadillo de bacon y queso
Después de tres días en Tenerife, la Princesa Leonor y los demás guardiamarinas del buque escuela Juan Sebastián de Elcano se dirigen rumbo a Gran Canaria, el último puerto español antes de cruzar el océano hacia América. Y, como era de esperar, muchas preguntas nos surgen sobre su vida a bordo: ¿Cómo es su rutina diaria? ¿Quiénes son sus compañeros? Y, por supuesto, la gran incógnita: ¿qué comen a bordo del barco?
La respuesta es sencilla, pero deliciosa. Según cuentan algunos militares que han navegado en el buque escuela, los menús a bordo son variados, saludables y están diseñados para dar energía a toda la tripulación, siempre con un toque muy español. Estos menús han sido creados por un nutricionista, que se asegura de que todos disfruten de una dieta equilibrada durante la travesía, adaptada incluso a los productos locales de cada puerto en el que atracan.
La Princesa Leonor disfruta del mismo menú que sus compañeros, ya que la tripulación tiene un único menú para todos. Aunque, claro, no podemos dejar de pensar que, como hija de la Reina Letizia, tiene bastante claro lo que es una alimentación saludable. Su madre, que siempre ha defendido una dieta equilibrada y libre de grasas y productos poco saludables, seguramente ha transmitido esas buenas nociones de nutrición a su hija, quien, sin duda, es consciente de lo que su cuerpo necesita para mantenerse en forma durante esta aventura.
El desayuno se sirve entre las siete y las siete y media de la mañana, y ofrece varias opciones como café, zumo de naranja, batidos, tostadas y, un clásico muy español, tortas de aceite de Inés Rosales. Hechas con aceite de oliva virgen extra, son un manjar tradicional andaluz y están reconocidas como Especialidad Tradicional Garantizada por la Unión Europea, lo que las convierte en una joya culinaria.

La Princesa Leonor,en Tenerife
A media mañana, los tripulantes pueden disfrutar de algo de fruta y un bocadillo. El más solicitado, como comentan algunos militares que han navegado en Elcano, es el bocadillo de bacon con queso, que, tal es su popularidad, siempre se agota.
Para la merienda, siempre hay algo dulce, como los alfajores, que disfrutan cuando llegan a Argentina. Además, los domingos, el desayuno se convierte en un festín con churros con chocolate y torrijas, un delicioso plato típico español. Estos manjares, como las torrijas y los churros con chocolate, se pueden considerar un «cheat meal» o comida trampa. Esto significa que es una comida fuera de la dieta normal, planificada para disfrutar sin culpa. Aunque son más calóricos, ayudan a satisfacer antojos y evitar la ansiedad por la comida, permitiendo que la tripulación se sienta recompensada y equilibrada durante su travesía.
En los días festivos, los marineros celebran lo que llaman ‘meridiana’, una fiesta con comida, bebida y buen ambiente, que se hace en cubierta si el tiempo lo permite. Estas celebraciones ayudan a fortalecer los lazos del equipo y a relajarse antes de continuar con la travesía. Para este viaje, la empresa Enrique Tomás ha entregado 252 sobres de jamón al comandante, uno para cada tripulante, para que todos disfruten de un trocito de sabor español. Además, en cada puerto se celebran cócteles de bienvenida, donde la paella y el jamón son los platos favoritos de todos
Estamos seguros de que la Princesa Leonor disfruta de estos deliciosos manjares a bordo del Elcano, pero si recordamos una de sus intervenciones públicas, cuando recibió el título de alcaldesa honoraria de Oviedo, dejó claro que su amor por la comida no se limita a los platos tradicionales. Durante su discurso, mencionó que le gustaban especialmente los oricios, esos pequeños erizos de mar que son todo un manjar en Asturias.