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26 de abril de 2024

Arqueólogos buscan bajo el agua restos del barco Jing Yuan, hundido en la Primera Guerra Sino-Japonesa.

Arqueólogos buscan bajo el agua restos del barco Jing Yuan, hundido en la Primera Guerra Sino-Japonesa.China's Central Television

China recupera municiones de un naufragio de la primera guerra sino-japonesa

Entre los objetos encontrados figuran un proyectil de 210 milímetros

China y Japón, los dos grandes imperios del continente asiático se enfrentaban en 1894 para hacerse con el control y el poder en Corea, en lo que sería la primera guerra sino-japonesa. Este conflicto, que duraría un año, cambiaría el equilibrio de poder en Asia Oriental. En junio de 1894, la Armada japonesa hundió el buque de guerra chino Gaosheng sin previo aviso, precipitando el estallido de la guerra entre los dos países.
El enfrentamiento supuso la culminación de una rivalidad de dos décadas entre los imperios y puso a prueba las medidas modernizadoras que ambos países habían puesto en marcha en los últimos años del siglo. El hundimiento del buque significó para China la pérdida de unos mil hombres, de los mejores con los que contaba en la región.
Ahora, uno de los buques que se hundieron durante la batalla ha sido encontrado por un equipo de arqueólogos chinos frente a la costa de la ciudad de Weihai, provincia de Shandong (este). Se trata de los restos de la embarcación Jing Yuan que participó en la primera guerra sino-japonesa. Tras una excavación de 400 metros cuadrados, los investigadores han recuperado un total de 201 reliquias entre las cuales se encuentras municiones y entre los que destaca un proyectil de 210 milímetros, según informó el diario oficialista Global Times.
Los trabajos de excavación comenzaron el otoño del año pasado y lograron desenterrar desde artículos de primera necesidad hechos de cobre, componentes del navío hechos de hierro y madera hasta municiones como dos cajas de balas Hotchkiss de 37 milímetros – siendo estas las primeras que se encuentran en el país asiático–, además de un proyectil Krupp de 210 milímetros, el más grande hallado en la arqueología submarina china.
«Corrían rumores de que muchos proyectiles tenían arena mezclada, lo que mermaba la capacidad de la flota», declaró el sábado Wang Zebing, miembro del Equipo de Arqueología Submarina de Shandong. Pero basándose en los enormes proyectiles encontrados en el yacimiento, «en realidad hubo una ronda de intensos contraataques de nuestra flota durante la guerra de aquella época», señaló Wang y detalla que la munición que utilizaron las fuerzas chinas «era avanzada».
Gracias a estos nuevos descubrimientos los expertos han podido corregir algunos datos sobre la flota a la que pertenecía. Según los registros históricos, el Gobierno de la dinastía Qing (siglos XVII al XX) hizo un pedido, en 1886, de dos cruceros al astillero Armstrong del Reino Unido, siendo uno de ellos el Jing Yuan y el otro el Zhi Yuan, descubierto en 2015 en el mar Amarillo frente a la provincia de Liaoning, en el noroeste de China.

El rescate de otras embarcaciones

En los últimos años, China ha dedicado muchos recursos para recuperar navíos naufragados en sus mares, sobre todo en el disputado mar de China Meridional, que como lugar de paso de la antigua Ruta Marítima de la Seda oculta bajo sus aguas gran cantidad de tesoros históricos.
Uno de los más célebres hasta la fecha es el Nanhai 1, el pecio de un barco mercante que naufragó durante la dinastía Song (960-1279) y del que en 2007 se rescataron más de 180.000 fragmentos y piezas de porcelana junto con 181 objetos y adornos de oro.
Cui Yong, quien lideró el equipo que investigó el Nanhai 1, declaró sobre los nuevos hallazgos a 3.000 metros de profundidad que se trata de un hito que sitúa a China «al mismo nivel que otros países avanzados en el campo de la arqueología submarina».
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