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Phyllis Latour

Phyllis LatourBritish Defense Ministry

Phyllis Latour, la última de las 39 mujeres espías de operaciones especiales durante la Segunda Guerra Mundial

Sirvió en el llamado Ejército de las Sombras de Winston Churchill en Francia un mes antes del Día D

El pasado 7 de octubre, Phyllis Latour, la última de las 39 mujeres espías de operaciones especiales durante la Segunda Guerra Mundial, fallecía a los 102 años en Nueva Zelanda. Ahora, tras su muerte, los archivos oficiales –que hasta el momento estaban clasificados– han ofrecido un vívido retrato de la vida de esta mujer que sirvió en el llamado Ejército de las Sombras de Winston Churchill en Francia.

Nació el 8 de abril de 1921 en Sudáfrica, pero quedó huérfana a los cuatro años. Tiempo más tarde, en 1939, Phyllis Latour partió con sus tutores hacia Europa. Después de dos años viviendo en Inglaterra se unió a la Fuerza Aérea Auxiliar Femenina (WAAF, por sus siglas en inglés) como operadora mecánica de globos. Pronto la joven destacaría por sus dotes con los idiomas: sabía hablar inglés y francés de forma fluida y tenía conocimientos de árabe, suajili y kikuyu.

Fue su dominio del francés lo que llamaría la atención de los altos mandos de la Special Operations Executive (SOE), también conocido como el «Ejército de las sombras» de Churchill, una organización dedicada al espionaje y al sabotaje en la Europa ocupada por los nazis y en ayudar a los movimientos de resistencia locales. La joven de 22 años, cabello oscuro y ojos grisáceos acabaría uniéndose a la organización secreta motivada por un espíritu aventurero, pero también por la muerte de sus padrinos tras ser arrestados por los nazis.

Los documentos describían a Latour como una «niña ingenua e infantil» que «no comprendía las realidades de la vida». No obstante, los miembros de la organización también vieron en ella una persona «inteligente, entusiasta y valiente», a la que no le gustaban las tareas «secundarias». A pesar de tener un inicio difícil, en una ocasión fue despedida por ser «una pequeña tonta alegre» que era «descontrolada y terca y demasiado poco fiable emocionalmente para este tipo de trabajo», según relatan los informes de sus entrenadores, poco a poco sus evaluaciones fueron mejorando y en enero de 1944, Latour fue enviada a la Escuela de Formación Especial del SOE y el 1 de mayo de 1944 llegaba a Francia.

Nombre en clave: Genevieve

Su primera misión fue en Orne, Normandía, donde se lanzaría en paracaídas y adoptaría el nombre en clave Genevieve. Su baja estatura le permitió hacerse pasar por la hija adolescente de una familia que se había mudado a la región para escapar de los bombardeos aliados. Pronto se integró como una más: montaba en bicicleta y charlaba con los soldados alemanes. Cuando conseguía información militar, la codificaba para su transmisión empleando códigos de un solo uso impresos en un trozo de seda que ocultaba envolviéndolo alrededor de una aguja de tejer.

El mensaje se insertaba luego en un cordón plano de zapato, que usaba para recogerse el cabello, tal y como ella misma recordó en una de las escasas entrevistas que concedió. Realizó 135 transmisiones en las pocas semanas que estuvo sirviendo en Francia. A medida que las fuerzas americanas avanzaban, la vida era cada vez más difícil detrás de las líneas alemanas: los agentes del SOE solían quedarse en granjas, pero una vez que aumentaron los bombardeos de la RAF, los alemanes las ocuparon.

Mientras Genevieve realizaba una de las transmisiones con un aparato inalámbrico, tecleando el mensaje en código Morse, dos soldados alemanes la sorprendieron. Con calma, según relatan los documentos, Genevieve cerró el artilugio fingiendo que era un maletín que estaba empacando; informó a los soldados que tenía escarlatina, enfermedad que estaba asolando la zona, y que tenía que salir del pueblo. Afortunadamente, los soldados se marcharon en seguida.

El expediente de Latour destaca su «afán de servir». Sus mensajes contenían ubicaciones precisas para que la RAF bombardeara, arrojara equipo o suministros por una vía aérea desde Reino Unido: era información vital desde el interior del territorio enemigo.

Ansias de una segunda aventura

Al regresar a Reino Unido, Latour buscó otro trabajo como agente de campo, tratando de evitar ser enviada de regreso a WAAF pues era una experiencia que consideraba demasiado «disciplinada» y algo que la «horrorizaba». En su deseo por volver a la acción pidió ser trasladad al Lejano Oriente, pero le contestaron que allí no había empleo para agentes femeninos. A pesar de ser recomendada al MI5, no encontraron un «empleo adecuado» para ella. Desesperada, se ofreció como voluntaria para ir a Alemania. Sin embargo, el rápido avance de los ejércitos aliados frenó su participación en esta segunda misión y permaneció en Inglaterra. Tras esta última decepción, Latour sufriría de «una grave tensión nerviosa», visitó al psiquiatra residente en el Ministerio del Aire, quien recomendó que la liberaran «inmediatamente» de su departamento militar de origen, la WAAF y que volviera a su Sudáfrica natal lo antes posible.

De Genevieve a Pippa

Al terminar la Segunda Guerra Mundial, Latour se casó con un ingeniero y pasó a ser conocida como Pippa Doyle. Junto a su marido recorrería Kenia, Fiji, Australia, y finalmente se instalarían en Nueva Zelanda. Aquellos que la conocieron aseguran que en muy contadas ocasiones hablaba de su pasado en «tiempos de guerra».

Sus hijos no supieron nada de la vida que Latour había dejado atrás hasta que, en el 2000, su hijo mayor descubrió una noticia sobre las actividades de su madre durante la Segunda Guerra Mundial. En unas declaraciones al New Zealand Army News aseguró que «no tenía buenos recuerdos de la guerra, así que no me molesté en contarle a nadie lo que hice».

Por ese «afán de servir» que tanto resaltaban sus informes, fue condecorada y reconocida en 2014 recibiendo la medalla de la Legión de Honor en manos del embajador de Francia en Nueva Zelanda. Aunque Francia ya le había concedido la Cruz de Guerra, en 2014 fue nombrada Caballero de la Legión de Honor, la más alta condecoración del país.

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