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05 de mayo de 2024

El presidente chino, Xi Jinping, seguido por los nuevos hombres fuertes dentro del Partido Comunista

El presidente chino, Xi Jinping, seguido por los nuevos hombres fuertes dentro del Partido ComunistaAFP

China

Dificultades para la distensión y el diálogo: todos los hombres del presidente Xi

En base a los nuevos nombramientos dentro del PCC, muchos analistas temen que China se esté preparando para poner patas arriba el orden liberal o tal vez incluso, para el conflicto

Revisando el reciente XX Congreso del Partido Comunista de China, celebrado en octubre, encontramos que Xi pidió que se aumentara más la cantidad y calidad de producción de Defensa de China.
Ahora Xi Jinping, ya firmemente instalado en su tercer mandato, podría actuar más asertivamente de lo hecho hasta el presente.
Se piensa que estamos ante un Xi más ideológico, que busca una mayor liderazgo mundial e influencia en rivalidad con Estados Unidos.
Cuenta con un Politburó de toda lealtad, aunque ciertamente no es gabinete de guerra. Es verdad que Xi ha hecho múltiples referencias a un «espíritu de lucha», pero supo mantener una deliberada retórica maoísta semejante a la utilizada cuando China se enfrentó tanto a un Occidente hostil, después de la Guerra de Corea, como a un Moscú antagonista, en aquel tiempo de Guerra Fría.
Su lenguaje sobre la paz, el desarrollo y las oportunidades estratégicas parece más ideológico que beligerante.
Las referencias más agresivas de Xi son las que alude a «riesgos», «desafíos» y, principalmente, a la «intimidación hegemónica».
En este punto Xi atacó directamente a Estados Unidos por sus aranceles, diciendo que China se opone a «construir muros y fortificaciones», a «desacoplar y romper vínculos» y a «sanciones unilaterales y presión extrema».
Quizás las más duras expresiones de Xi, en su reciente discurso del XX Congreso que le revalidó, se referían más a construir una «fortaleza económica», una «fuerza industrial interna» que sea autosuficiente en alimentos, energía, tecnologías básicas, semiconductores y avanzada capacidad de fabricación.
Xi también declaró, en el informe del Congreso del Partido, que espera construir cadenas de suministro más seguras frente a las interferencias de Washington.
Parece igualmente comprometido a aumentar la fuerza militar de China en el exterior y la seguridad del régimen en el interior.
Su «concepto integral de seguridad nacional» tenía su propia sección independiente, y las menciones a la «seguridad nacional» aumentaron un 60 % respecto al anterior informe, en 2017, incluyendo una indicación de que China ampliará sustancialmente su fuerza nuclear.
El desarrollo económico siguió siendo la «principal prioridad» de China en este informe. Pero la nueva advertencia de Xi de «garantizar tanto el desarrollo como la seguridad» sitúa la seguridad en un plano casi de igualdad, lo que podría crear más fricciones con Washington.
El deseo proclamado por Xi de promover un «estilo chino de modernización» único para los países en vías de desarrollo hace temer que las iniciativas de «Desarrollo Global» y «Seguridad Global» de China sean campañas para desafiar directamente el orden internacional occidental.
Equiparar el desarrollo y la seguridad también aumenta la preocupación de Estados Unidos por la fusión de lo civil y lo militar en la economía china, temores que ya han llevado al presidente estadounidense Joe Biden a aplicar una prohibición virtual a la exportación de semiconductores de alta gama a China.
Si Xi fusiona los departamentos centrados en el desarrollo y la seguridad nacional en la próxima sesión legislativa o crea una nueva estructura para mejorar la coordinación entre ellos, es previsible un aumento de las tensiones chino-estadounidenses.
El nuevo equipo de Xi coincide con su lenguaje asertivo y proteccionista. Varios de los nuevos miembros del Politburó son de alto perfil técnico y muy nacionalistas.
Cuentan con experiencia en importantes empresas científicas dirigidas por el Estado que han hecho avanzar la destreza industrial de China: entre ellos hay un ingeniero nuclear, un experto en ciencias de los materiales y cuatro funcionarios con experiencia en empresas de defensa chinas.
En el ámbito de la seguridad, Chen Wenqing es el primer ex jefe de la rama civil de inteligencia exterior de China que forma parte del Politburó.
Le acompañan en la Secretaría del Partido Comunista Chino (órgano ejecutivo del Politburó) el principal mando de la policía de China como un oficial de carrera de la policía convertido en disciplinario del partido.
Así ha creado en la Secretaría del partido el mayor núcleo de funcionarios de seguridad en los últimos tiempos.
El nuevo (presunto) próximo ministro de Defensa ha supervisado el desarrollo de armas, lo que pone de relieve el énfasis del PCC en la mejora continua de las capacidades de China.
El renovado alto mando de Xi también cuenta con dos oficiales que entraron en acción en las guerras fronterizas de China con Vietnam y un tercero que sirvió ampliamente en unidades del ejército chino cerca de Taiwán.
Teniendo en cuenta estos nombramientos, muchos analistas temen que China se está preparando para poner patas arriba el orden liberal o tal vez incluso, preparándose para el conflicto.
Los principales medios de comunicación de todo el mundo dijeron que la nueva alineación de Xi, especialmente en el ejército, mostraba sus intenciones bélicas. ¿Son estas narrativas exageradas? Estas jornadas en Bali lo dirán.
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