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19 de abril de 2024

Andrei Mevedvec

Andrei Medvedev, exmercenario del Grupo WagnerNextaTV vía Twitter

343 días de guerra en Ucrania

El exmercenario Wagner desde Noruega: «Siento haber luchado contra Ucrania»

Andrei Medvedev pide perdón por sus actos durante su servicio en Wagner y reafirma su lucha para condenar a los autores de las atrocidades en Ucrania

El exmercenario Andrei Medvedev, que huyó a Noruega el 13 de enero para solicitar refugio político tras desertar del Grupo Wagner, ha pedido perdón por luchar contra Ucrania.
El pasado martes, el joven de 26 años confirmó sus intenciones de desvelar los crímenes de guerra cometidos por el ejército ruso y llevar ante la justicia a los perpetradores de atrocidades en el conflicto.
«Quiero explicar que no soy esa persona. Sí, serví en Wagner. La gente no aprueba que llegara a unirme a ellos, pero nadie nace sabiendo», admitió el exmercenario en una entrevista para Reuters.
Medvedev, que asegura ser testigo del asesinato y maltrato de prisioneros rusos trasladados a Ucrania para luchar en el grupo, ha decidido oponerse públicamente «para ayudar a garantizar que se castigue a los autores de las atrocidades e intentar aportar mi granito de arena».
Desde que firmó el contrato en julio de 2022, el joven ruso ha sido testigo de cómo el Grupo Wagner ejecutaba a un par de mercenarios que se negaron a luchar frente a prisioneros recién reclutados para mostrarles lo que les esperaba si no participaban en el conflicto.
«Lo más aterrador fue darse cuenta de que las personas que consideras compatriotas son capaces de matarte en cuestión de segundos, o por orden de alguien», se lamentó Medvedev.
Kipros –Servicio Nacional de Investigación Criminal de Noruega–, ha empezado con los interrogatorios a Medvedev sobre sus experiencias en Ucrania para destapar los crímenes de guerra, mientras este se refugia bajo el estatus de testigo.

Oficial ruso admite crímenes de guerra

Konstantin Yefremov, exmilitar ruso de alto rango, ha denunciado en la BBC interrogatorios violentos en los que se disparaba a prisioneros ucranianos y se les amenazaba con violarlos.
Durante su servicio al ejército, Yefremov y su grupo se trasladaron en abril a Bilmak –ciudad al sur de Ucrania– para proteger un cuartel general de logística, donde fueron testigos de palizas y disparos a tres francotiradores del bando contrario.
«El coronel de turno ordenó al prisionero que nombrara a todos los nacionalistas ucranianos de su unidad. El prisionero no entendió la pregunta, respondió que pertenecían a la infantería naval de las fuerzas ucranianas y acto seguido le propiciaron un golpe que terminó con varios dientes en el suelo», confesó el exmilitar.
Según las declaraciones de Yefremov, el Kremlin pretende que la población rusa crea que su ejército combate contra fascistas, neonazis y ultranacionalistas en Ucrania, con el único fin de deshumanizar a los ucranianos.
Tras notificar su renuncia de la guerra a finales de mayo, fue amenazado en numerosas ocasiones por oficiales y otros militares, que lo acusaban de «eludir sus responsabilidades» y mostrar una «falta grave de disciplina».
«Después de 10 años de servicio he sido acusado de traidor y desertor por no querer matar gente», declaró Yefremov. «Pero me alegro de ser ahora una persona libre y no tener que matar o que me maten».
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