Irán propone retomar el diálogo nuclear con EE.UU. pero defiende su derecho al enriquecimiento de uranio

El ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Abás Araqchí, hizo este lunes un llamamiento a Estados Unidos para retomar un proceso negociador en torno al programa nuclear iraní, reiterando la disposición de Teherán a cooperar con la comunidad internacional, siempre que se respete su derecho soberano al enriquecimiento de uranio. En sus declaraciones a la cadena Fox News, el diplomático iraní recordó que ya se logró un acuerdo en 2015, y expresó su voluntad de avanzar hacia un nuevo entendimiento.

«No queremos armas nucleares ni buscamos desarrollarlas. Pero sí queremos preservar nuestros derechos legítimos como país firmante del Tratado de No Proliferación. El enriquecimiento de uranio forma parte de esos derechos», afirmó Araqchí, quien también se mostró dispuesto a aceptar mecanismos de verificación, siempre que no impliquen una cesión unilateral por parte de Irán.

Las declaraciones del ministro iraní coincidieron con el anuncio oficial de que Irán mantendrá conversaciones este viernes en Estambul con representantes de Francia, Alemania y el Reino Unido —el llamado grupo E3— en el marco de los esfuerzos diplomáticos para reactivar el acuerdo nuclear, conocido como JCPOA. Estas reuniones se enmarcan dentro de una vía paralela a las conversaciones sostenidas con Estados Unidos, que hasta el momento han tenido escasos avances debido a las diferencias sobre el futuro del programa de enriquecimiento.

Araqchí insistió en que, si el objetivo de Occidente es garantizar que Irán no posea armamento nuclear, eso puede lograrse mediante mecanismos técnicos y diplomáticos. Sin embargo, advirtió que si la intención es imponer una renuncia al enriquecimiento, la postura iraní será firme: «Ese aspecto no es negociable. Actualmente nuestras instalaciones han sufrido ataques y parte del enriquecimiento está detenido, pero cualquier acuerdo duradero deberá incluir ese derecho».

En este contexto, el ministro reiteró la disposición de Teherán a cooperar con el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), aunque subrayó que la colaboración debe adaptarse a las nuevas circunstancias de seguridad. «No hemos roto la relación con la agencia, pero dadas las agresiones sufridas en nuestras instalaciones, necesitamos establecer un nuevo formato. Cualquier inspección será evaluada por nuestro Consejo Supremo de Seguridad Nacional de forma individual», explicó.

Dicha postura se produce pocos días después de la entrada en vigor de una ley anunciada por el Consejo de los Guardianes el pasado 3 de julio, que limita el acceso de inspectores internacionales. Sin embargo, Araqchí matizó que la legislación no cierra por completo la puerta a la verificación: «Estamos abiertos a permitir visitas caso por caso, siempre que se salvaguarden nuestros intereses nacionales».

Por otro lado, el jefe de la diplomacia iraní quiso desmarcarse de los discursos más radicales que desde ciertos sectores del país han expresado amenazas hacia líderes estadounidenses, en especial el presidente Donald Trump. «Nuestra consigna ‘Muerte a Estados Unidos’ ha sido malinterpretada. No se refiere al pueblo estadounidense ni implica una incitación a la violencia física. Representa un rechazo a las políticas dominantes de Washington. Nunca ha sido nuestra política atentar contra líderes extranjeros», aclaró.

Finalmente, Araqchí afirmó que Irán sigue comprometido con una salida pacífica al conflicto nuclear y con la vía del entendimiento indirecto. «Estamos abiertos a todas las medidas de fomento de la confianza necesarias para demostrar que nuestro programa tiene fines exclusivamente civiles. Esperamos que, en reciprocidad, las sanciones sean levantadas. Es posible alcanzar una solución en la que ambas partes ganen, pero debe basarse en el respeto mutuo», concluyó.