La única forma real de aumentar tus probabilidades es comprar más cantidad de números distintos
El bombo no te premiará por tu lealtad
¿Es mejor jugar siempre el mismo número en la Lotería de Navidad? Esto dicen las estadísticas
Aunque la estadística nos dice que el azar es ciego y caprichoso, la Lotería de Navidad se nutre de la ilusión
Cada año, cuando se acerca el 22 de diciembre, se repite un ritual sagrado para muchos españoles: buscar ese número concreto. Ya sea la fecha de una boda, el nacimiento de un nieto o, simplemente, el décimo al que la familia lleva abonada décadas. La pregunta es inevitable: ¿La fidelidad a un número aumenta las probabilidades de ganar el Gordo, o es pura superstición?
Si consultamos a los estadísticos y matemáticos, la respuesta es tajante y quizá decepcionante para los más románticos: No, no existe ninguna ventaja matemática por jugar siempre el mismo número.
La Lotería de Navidad es un juego de azar puro. En el bombo entran 100.000 bolas (del 00000 al 99999), todas idénticas en peso, tamaño y material. Esto significa que cada número tiene una probabilidad exacta del 0,001 % de ser agraciado con el primer premio.
Aquí entra en juego el concepto de la 'independencia de los sucesos'. En cada sorteo, el contador se pone a cero. Por tanto, cambiar de número cada año o mantener el mismo durante toda la vida ofrece exactamente las mismas opciones de éxito.
El miedo al arrepentimiento
Si las matemáticas son tan claras, ¿por qué seguimos abonados al mismo número? La respuesta está en la psicología, no en la probabilidad.
Los expertos lo llaman minimización del arrepentimiento. No jugamos al mismo número porque creamos sinceramente que va a salir, sino por el terror a que, el año que decidamos no comprarlo, toque. Es una forma de «seguro emocional». Matemáticamente es irrelevante, pero psicológicamente nos aporta tranquilidad.