Lubomir Strougal (1924-2023)

Represor y oportunista

Partidario de la Primavera de Praga en sus inicios, fue el artífice de la represión tras la intervención soviética

Nació el 19 de octubre de 1924 en Veselí nad Lužnicí (Checoslovaquia) y falleció el 6 de febrero de 2023

Lubomir Štrougal

Licenciado en Derecho, solo adhirió al Partido Comunista en 1959, si bien su ascenso fue inusualmente rápido: en 1965 ya era ministro de Interior y tres años más tarde, viceprimer ministro. Encabezó el Gobierno checoslovaco desde 1970 a 1988.

Lubomir Strougal, en su condición de viceprimer ministro de Checoslovaquia, mostró una simpatía inicial hacia la Primavera de Praga: formaba parte del sector del Partido Comunista convencido de que el «socialismo con rostro humano», promovido por su secretario general, Alexander Dubcek, se podía implementar sin traicionar los fundamentos del régimen. Por lo tanto, dejó hacer durante meses. El punto de inflexión se produjo a raíz de la invasión de Checoslovaquia por parte de las tropas soviéticas que puso fin a la fugaz experiencia reformista. Él mismo se encargó, en ausencia del primer ministro, Oldrich Czernik, de cesar al viceministro de Interior para satisfacer los deseos procedentes de Moscú.

Strougal continuó su giro copernicano aprovechando el (sangriento) cambio de paradigma para ser de los primeros en ponerse al servicio del nuevo mandamás, Gustav Husak. Este le premió en enero de 1970 con la jefatura del Gobierno, cargo desde el que puso en marcha la «normalización», es decir, la implacable represión a fuego lento destinada a poner fuera de combate (político) a los reformistas de 1968 –empezando por Dubcek– y a impedir cualquier atisbo de existencia a los opositores.

Lo pudieron comprobar Vaclav Havel y el resto de los integrantes de la Carta 77, a quienes el Gobierno de Strougal encarceló sin contemplaciones, hizo la vida imposible –mediante un acoso permanente– o envió al exilio. Strougal no hacía sino seguir las directrices la «represión profiláctica», según la expresión de Stéphane Courtois, fijadas desde Moscú por Yuri Andropov, el jefe del KGB: sin muertos, pero aniquilando civilmente.

De nuevo dirigió Strougal sus miradas hacia Moscú –era su siguiente bandazo– a mediados de los ochenta cuando pretendió aplicar en una Checoslovaquia que empezaba a echar el bofe la recetas de la perestroika. Pero se interpuso en su camino el estalinista Milos Jakes, sucesor de Husak. Strougal fue cesado como primer ministro en octubre de 1988, saliendo sin pena ni gloria de la vida política. Llegó incluso a dejar Praga para afincarse en un pueblo cercano a Polonia.

Mas sus víctimas no se habían olvidado de él: por las consecuencias de su política represiva, por supuesto, pero también por decisiones como la instalación de vallas electrificadas en la frontera con Alemania del Este, o su empeño en impedir, también cuando era titular de Interior, la investigación de los crímenes cometidos en los inicios del régimen comunista, allá por 1948 y 1949. Así consta en la Oficina para la Documentación e Investigación de los Crímenes de la Era Comunista. Al final, Strougal fue absuelto por falta de pruebas.

Pudo haber vuelto a comparecer ante los tribunales el año pasado por haber ordenado la muerte de personas que intentaban cruzar la frontera que había vallado. Sin embargo, las conclusiones de un informe psiquiátrico le libraron del molesto momento.

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