
Ignacio Blanco
Ignacio Blanco (1944-2025)
Referente español de la lucha contra la fibromialgia
Sus investigaciones sobre esa enfermedad y sobre el Déficit alfa-1 antitripsina le hicieron merecedor de fama internacional

Ignacio Blanco Blanco
Médico e investigador
Formado en la Universidad de Valladolid, empezó en Asturias investigando la silicosis, enfermedad común entre los mineros de la zona antes de centrarse en la fibromialgia y patologías similares.
El destino quiso que la reputación científica del neumólogo asturiano Ignacio Blanco trascendiese las fronteras españolas justo cuando le llegó la edad de la jubilación: era diciembre de 2009 y acaba de descubrir que la fibromialgia hunde sus nocivas raíces en los mastocitos, un tipo de células vinculadas a numerosos procesos inflamatorios. Esta novedosa aportación no fue óbice para que los responsables de la sanidad pública asturiana -Blanco siempre ejerció en su tierra natal, primero en el Hospital General de Asturias, hoy Hospital Universitario Central, conocido como el Huca, y más adelante en el Hospital Valle del Nalón- reconsiderasen su decisión de aplicar de forma rigurosa el derecho administrativo.
La recompensa para subsanar lo que se puede considerar como una cicatería procedió meses después desde Estados Unidos, donde el profesor John Walsh, a la sazón presidente de la fundación especializada Alpha1 reclamó públicamente que Blanco siguiera investigando. El motivo de tanto interés, según la web Vivir Asturias, tenía que ver con el hecho de que un grupo de médicos norteamericanos proyectaba «aplicar los descubrimientos de Ignacio Blanco a estudiar el porqué de que una nada desdeñable cifra de soldados veteranos participantes en la guerra del Golfo veinte años antes hayan desarrollado cuadros patológicos de fibromialgia, fatiga crónica e hipersensibilidad a determinados agentes químicos».
El doctor Blanco no pudo seguir investigando, si bien su nombre fue incluido entre los ponentes de un congreso internacional celebrado poco después en Toledo. El reconocimiento popular le llegó en febrero de 2010 al ser designado «Asturiano del mes» por el diario La Nueva España. En julio de ese mismo, año sus paisanos de Grado le ofrecieron ser el pregonero de sus fiestas patronales de Santiago y Santa Ana, honor que aceptó.
Ninguno de esos reconocimientos y distinciones fue inmerecido: pues, además de lo estrictamente relacionado con la fibromialgia, también sentó cátedra en las investigaciones sobre el denominado Déficit alfa-1 antitripsina, definido como «una afección hereditaria que afecta la capacidad del cuerpo para producir suficiente cantidad de la proteína alfa-1 antitripsina», que se genera en el hígado y cuya función es proteger los pulmones de los daños causados por enzimas inflamatorias. En suma, un notable balance para Blanco, que nunca dejó de combinar la investigación con la atención a los pacientes: se inscribe, pues, en la tradición de los grandes médicos humanistas.