Feijóo no será presidente de España
El compromiso que Núñez Feijóo ha anunciado reiteradamente de que va a defender la Constitución empieza por tener claro qué posición le corresponde a él y cuál es la del Rey
El PP ha distribuido este fin de semana un buen video de casi 10 minutos en el que a los españoles les queda bastante claro de dónde viene Alberto Núñez Feijóo. Sus orígenes muy humildes, su nacimiento en lo que era poco más que una aldea de menos de 300 habitantes y su aprendizaje a progresar por medio del mérito. Explica cómo ha dedicado toda su vida a trabajar por España: no teniendo vocación de ser político y de la mano de José Manuel Romay Beccaría desembarcó en política por su eficacia gestora, no por sus planteamientos ideológicos.
Para mí el video es perfecto hasta el error de la última escena. Llevamos cinco años aguantando los desprecios y las faltas de respeto de Pedro Sánchez al Rey. Desde aquel 12 de octubre de 2018 en que Sánchez y su mujer se colocaron al lado de los Reyes en el besamanos del Palacio Real buscando la igualdad, ha sido una afrenta tras otra. Aquel día tuvo que ir el director de protocolo, el gran Alfredo Martínez, a sacarlos de allí y llevarlos a su sitio. Entonces se adujo que había sido un error por desconocimiento. El tiempo ha demostrado que «el error» era muy intencionado. Y el último ejemplo ha sido ayer, cuando Sánchez ha tenido los bemoles de inaugurar «de hecho» el museo de las Colecciones Reales junto al Palacio Real de Madrid. ¿Hay algo que con más razón debía hacer el Rey y no el presidente? Sí, dirán que la inauguración por el Rey será el 25 de julio. Todavía peor: una vez más será el segundo plato.
En medio de esta hostilidad desde el Gobierno hacia el Rey –del Rey Juan Carlos ya ni hablemos– nos hemos encontrado en ese video de Feijóo lo que quiero creer que es un error involuntario por desconocimiento de su equipo y de él mismo. En la escena final aparece un cartel con el texto: «En abril del año 22 Alberto Núñez Feijóo fue elegido presidente del Partido Popular y candidato a la Presidencia de todos los españoles» y a continuación, como final del relato, Feijóo subraya las palabras «de todos».
Podrá parecer una minucia, pero Alberto Núñez Feijóo no es candidato a presidir a los españoles, porque España tendría un presidente de los españoles si los españoles no se hubieran dado una Constitución que fija nuestro modelo político como una Monarquía Constitucional en la que, por más que algunos de nuestros presidentes hayan gustado hacerse llamar presidentes de España, son presidentes del Gobierno. Desde 1834 España ha tenido al frente del Gobierno al presidente del Consejo de Ministros. A lo largo del siglo XIX hubo varias alteraciones en la denominación del cargo, como presidente del Gobierno Provisional o presidente del Poder Ejecutivo durante el «Sexenio democrático» o presidente del Directorio Militar durante la primera mitad de la dictadura de Primo de Rivera y otros. Pero hasta 1939 hubo presidente del Consejo de Ministros. Porque el jefe del Gobierno no es el presidente de España o de los españoles. Ni en la República.
Con mayor o menor acierto, en la Constitución de 1978 se mantuvo el nombre de presidente del Gobierno, en lugar de volver a presidente del Consejo de Ministros. El cargo de presidente del Gobierno fue creado por Francisco Franco para designar al almirante Luis Carrero Blanco cuando delegó en él esas funciones en 1973. Y sigue siendo lo que aspira a ser Alberto Núñez Feijóo. Esto no es ancilar. Es algo fundamental. Y es importante que Núñez Feijóo y su equipo lo tengan muy claro, por favor. El compromiso que Núñez Feijóo ha anunciado reiteradamente de que va a defender la Constitución empieza por tener claro qué posición le corresponde a él y cuál es la del Rey. Por más que la española haya sido una «monarquía republicana» según la tesis de Philippe Nourry al analizar el reinado de Don Juan Carlos, no es admisible que el candidato a la presidencia del Gobierno emplee en su discurso términos con los que desplaza al Rey.
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