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HorizonteRamón Pérez-Maura

No dejen de ver «Perejil»

No creo que a la Moncloa le haya gustado nada que en este momento se reviva la crisis que tuvimos con Marruecos, encantados como están del idilio Mohamed-Sánchez

Un amigo de cuyo criterio me fío mucho me recomendó días atrás ver «Perejil», la serie de tres capítulos de 45 minutos que se emite en Movistar+. Es probable que si no me lo llegan a comentar no lo hubiese visto nunca. Soy muy escéptico frente a series que tengan que ver con la política reciente española. Para que se hagan una idea de cómo te capta la serie: me senté a verla el lunes a las 10,30 de la noche. Ese día había aterrizado en Madrid a las 6,15 de la mañana después de pasar la noche en un avión, había tenido una larga jornada laboral y un almuerzo que se había extendido más de dos horas. Pues el sueño y el cansancio desaparecieron según iba avanzando la serie que me vi entera, sin pausa.

Hace mucho que no veo una serie documental que ensalce una acción militar española. Y ésta es una acción de la que los españoles debemos estar muy orgullosos. Ahora es muy fácil decir que Marruecos sólo tenía allí a ocho matados. Pero las dudas sobre lo que podía pasar eran generalizadas cuando Aznar da la orden de planificar la respuesta a la ocupación y cuando Federico Trillo-Figueroa y su equipo se ponen a planificar el asalto.

El documental deja muy clara la relación (mala, muy mala) de Aznar con Chirac y con el Rey Hassán. Y cómo Francia se alineó desde el primer momento con Marruecos cual evidencian en el documental los colaboradores del presidente francés. Y queda bastante claro el resentimiento de París por la intervención de Colin Powell que permitió a España demostrar su independencia en política exterior. No creo que a la Moncloa le haya gustado nada que en este momento se reviva la crisis que tuvimos con Marruecos, encantados como están del idilio Mohamed-Sánchez.

En la serie hay multitud de testimonios de enorme valor. No sólo los del presidente Aznar. También hay algunos que resultan un tanto sorprendentes, como los del ex ministro de Asuntos Exteriores Miguel Ángel Moratinos y el del entonces director del CNI y exembajador en Marruecos Jorge Dezcallar. Como espectador, tengo la sensación de que se les incluyó en el relato como forma de buscar un falso equilibrio político en la narración. Con perdón por la petulancia, no hay razón por la que Moratinos debiera tener mejor información de aquello que servidor de ustedes, que no tenía ninguna. Y me asegura quien tuvo el papel primordial en aquellos días que se hizo todo lo necesario para mantener a Dezcallar completamente al margen. Sabia decisión visto como actuó el 11-M y cómo le fue recompensada su actuación por Zapatero con las embajadas de España ante la Santa Sede y en Washington.

A mí me parece que los españoles deberíamos estar mucho más orgullosos de lo que hicieron nuestras Fuerzas Armadas en esos días. Y este documental ayudará a entender a quien no quiere apostar por el gasto en defensa cuáles son los riesgos a los que nos enfrentamos. Y, por cierto, si mañana tenemos otro enfrentamiento con Marruecos por las plazas españolas del norte de África admito apuestas sobre de qué lado se pondrá Estados Unidos. Ya saben, la exitosa diplomacia de Napoleonchu en su mayor expresión. Dios nos coja confesados. Bueno, a Napoleonchu no lo creo.

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