Cartas al director
Pilar, camino del destierro
Pilar Alegría se va apesadumbrada del gobierno y se comprende, la manda Sánchez al matadero. No solo no tiene ninguna posibilidad de cambiar la cartera de ministra por la de presidenta del Gobierno de Aragón, sino que el 8 de febrero, si no ocurre una hecatombe política que ponga del revés el panorama electoral, recibirá un palo descomunal en las elecciones. Como ocurrirá con el resto de los candidatos socialistas, que este domingo inician en Extremadura su calvario.
Sánchez ha contaminado el partido de tal manera que a lo que más que pueden esperar es a repetir el resultado anterior. Y no parece que vaya a darse en los próximos meses. Para Pilar Alegría queda un consuelo: no tendrá que sufrir una semana más el bochorno de comparecer los martes ante los periodistas empeñados en que responda a sus preguntas; lo que la portavoz no podía hacer porque no había respuesta posible ante tal grado de corrupción y de no atender los indicios de abusos sexuales. La ministra ya no tendrá que tragar saliva ante la cara de estupor de los periodistas cuando, por ejemplo, escucharon decir a Sánchez el pasado lunes que presidía «uno de los mejores gobiernos que ha tenido España».
A Pilar Alegría, que no afronta con excesiva alegría la campaña electoral aragonesa, al menos se le acaban esos martes faltos de gloria como portavoz y sobrados de argumentarios con los que Moncloa le indicaba qué decir para salvar la cara de un presidente de comportamiento insalvable. Por mentir, por rodearse de corruptos, sin ver indecencia por ningún lado, y por aliarse con personajes que permanentemente faltan el respeto a España, sus leyes y su Constitución. Se salva también Alegría de los malos ratos que le aguardaban si se mantenía al frente del Ministerio de Educación y la Portavocía del Gobierno: las preguntas sobre José Luis Rodríguez Zapatero. El expresidente que hasta ahora se presentaba como negociador de Sánchez con socios poco deseables, pero que con las noticias últimas ya será visto como lo que hacía tiempo se sospechaba que era: personaje clave en la red de Nicolás Maduro y los hermanos Rodríguez para fechorías que podrían ser delitos de los que permiten hacerse de oro, en el sentido más amplio y literal de la palabra. Y que persiguen de forma implacable los policías y jueces obligados a investigar operaciones sospechosas. Good bye Pilar.