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23 de abril de 2024

en primera líneaEmilio Contreras

El caladero de Yolanda

El PSOE necesita como agua de mayo un partido que recoja los millones de votos perdidos a su izquierda, un recipiente electoral que ofrezca en bandeja sus diputados a Sánchez. Y ahí está Yolanda Díaz. Es su única esperanza

Actualizada 01:53

Un amigo, fiel votante socialista desde 1977, me comentó con sorpresa hace unos días cómo algunos medios tradicionalmente cercanos al PSOE elogian ahora a Yolanda Díaz o lamentan las rencillas internas que «autodestruyen a quienes pueden ayudarla a crear una alternativa política situada a la izquierda del Partido Socialista». En uno de esos medios hemos podido leer: «En Yolanda Díaz prevalece una concepción política con rasgos de la tradición democrática del Partido Comunista español». Mi amigo no entendía el súbito cambio de sus medios de comunicación de referencia.
Pronto salió de su sorpresa cuando vio que ese cambio es solo aparente porque el apoyo de fondo a Pedro Sánchez se mantiene aunque ahora con una estrategia nueva. El PSOE necesita como agua de mayo que se organice con urgencia un grupo político que en las próximas elecciones generales recoja los millones de votos de izquierda que da por perdidos desde que empezaron a desertar en las elecciones de 2011. Es su única esperanza ante un horizonte de derrota.
Como han pasado los tiempos en los que el PSOE recibía la casi totalidad de los sufragios de la izquierda y era electoralmente imbatible, ahora favorece la creación de un partido que recoja esos votos para reeditar con nacionalistas y separatistas un Gobierno como el que tenemos. Se trata de crear un recipiente electoral que ofrezca en bandeja sus diputados a Sánchez. Y ahí está Yolanda Díaz. El objetivo es que ella llegue a donde Pedro Sánchez no puede llegar; no es su adversaria, es su complemento sin el cual no podría gobernar tras las elecciones de 2023, y por eso la ayudan.
Sánchez lo dejó claro el 18 de abril: «Vamos a fórmulas de coalición. O gobierna el PSOE con el espacio de Yolanda Díaz, o la ultraderecha». Además de la carga demagógica que supone incluir al PP en la ultraderecha, fue una declaración a la vez de impotencia y de realismo porque necesita a alguien que le aporte esos votos que fueron del PSOE y ya no lo son.
Yolanda Díaz es una mezcla de pedigrí de izquierdas –militante del Partido Comunista y Comisiones Obreras– con una imagen amable. Sabe escalar posiciones, aunque para conseguirlo sea preciso cambiar de grupo político. Comenzó en Galicia con Izquierda Unida, luego pasó a militar con el nacionalista Beiras, más tarde se incorporó a En Marea y finalmente se unió a Podemos y a Pablo Iglesias –que la hizo ministra–, de quienes ahora se ha alejado. Esta trayectoria es la mejor prueba de su pragmatismo y de que sabe cambiar de vehículo para circular con éxito por los caminos que llevan al poder.
Yolanda Díaz

Lu Tolstova

En las elecciones del 10 de noviembre de 2019 Podemos y sus confluencias consiguieron 3.020.000 votos, pero perdieron 661.172, que se fueron a la abstención junto a los 720.943 que perdió el PSOE; y los sondeos dan ahora a los socialistas medio millón de sufragios menos que en 2019. Son cinco millones de votos que los socialistas dan por perdidos. Quienes han diseñado esta operación tienen claro cuál es su caladero. Pero las redes para pescar en él no existen.
Que alguien sepa tejerlas será clave para aumentar las probabilidades de que Sánchez pueda repetir más allá de 2023, aunque cada día lo tiene más difícil, según los sondeos, desde que Feijóo es el candidato del PP a la presidencia del Gobierno. Por lo pronto, Yolanda ya ha dado el primer paso con el nombre de su lanzadera electoral: Sumar... votos al PSOE.
Pero cuidado con las estrategias de laboratorio. No hay que olvidar que en las elecciones de 2015, un político casi desconocido, Pablo Iglesias, al frente de un partido casi desconocido, Podemos, se quedó a solo 333.000 votos del PSOE y estuvo a punto de desbancarlo del liderazgo de la izquierda, algo que sí se produjo en las autonómicas madrileñas de mayo de 2021 con Más Madrid. Y Yolanda Díaz es, en todos los sondeos, la más valorada de los miembros del ejecutivo, incluido el presidente, y capitaliza como suyas las políticas sociales que son de todo el Gobierno.
Los riesgos de la estrategia de Sánchez son que Díaz no consiga atraer los votos de Podemos ni los de la abstención, o que como consecuencia de nuestro sistema electoral la división del voto de la izquierda entre dos partidos se traduzca en menos diputados. Tampoco hay que descartar que la operación fracase por la labor de zapa y barrena que Pablo Iglesias está tramando contra ella desde hace meses.
Pero aún en el caso de que Pedro Sánchez y «el espacio» de Yolanda Díaz consiguieran la mayoría, habría que ver quién sería el más votado de los dos. Si Yolanda se quedara a pocos escaños lo tendría a su merced toda la legislatura. Y si ella lo superara, podría ocurrir lo que al doctor Frankenstein: la criatura se le iría de las manos a Sánchez y podría volverse contra él. Sería el lanzamiento del Partido Comunista, de la mano del PSOE, a un nivel de poder que nunca desde su fundación hace cien años ha tenido ni ha soñado tener.
Quien juega con el fuego de la alquimia electoral corre el riesgo de perecer abrasado en sus propias llamas.
  • Emilio Contreras es periodista
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