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Basílica de San Pedro, Ciudad del Vaticano

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¿Cuánto patrimonio inmobiliario maneja el Vaticano? El 60 % de sus bienes son a renta cero

La Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica gestiona más de cuatro mil unidades inmobiliarias

Gestiona más de cuatro mil unidades inmobiliarias en Italia, pagando al Estado 9 millones de euros en impuestos en 2022. Estas son las impresionantes cifras de Apsa, Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica, el dicasterio que gestiona los activos inmobiliarios y financieros de la Santa Sede. «Pero el 60 % a renta cero y destinados en su mayor parte a actividades institucionales», señala su presidente, Nunzio Galantino.

A pesar de que solo el 40 % restante de los inmuebles son «productivos», en 2022 Apsa fue una importante muleta para el presupuesto vaticano porque contribuyó con 32,27 millones de euros a cubrir las necesidades de la Curia Romana (el año anterior había alcanzado los 38,1 millones de euros), reduciendo su deuda.

Apsa, por su parte, alcanzó el punto de equilibrio a pesar de la pandemia y la crisis económica y sigue siendo una de las entidades más prósperas de todo el sistema financiero vaticano.

Transparencia en las finanzas

Esta ha sido la verdadera fuerza de la entidad vaticana. Si bien aumentó la rentabilidad de las actividades inmobiliarias, es decir, la compra, venta y alquiler de inmuebles, con un saldo positivo de 32 millones de euros respecto al año anterior, la gestión de inmuebles arrojó un resultado negativo con una diferencia de -26,55 millones respecto a 2021. Los gastos de gestión también aumentaron, pasando de 10 a 13 millones de euros.

En el caso del negocio inmobiliario, la recuperación post-Covid se hizo sentir, mientras que el resultado negativo en el área de valores fue causado por varios factores, combinados, como la crisis energética, el conflicto en Ucrania y los cuellos de botella en la cadena de suministro, la caída general del mercado de acciones y bonos, y la decisión de aumentar la liquidez para cumplir con las nuevas directrices de gobernanza e inversión de la Santa Sede. Pero a pesar de estas pérdidas, los administradores de Apsa han conseguido llegar a fin de mes.

Hacer público el balance por tercer año consecutivo se ajusta perfectamente a la petición del Papa de transparencia en las finanzas vaticanas. Con ocasión de la presentación del estado financiero, el presidente de Apsa, Galantino, subrayó que «la transparencia de los números, de los resultados alcanzados y de los procedimientos definidos es uno de los instrumentos de los que disponemos para desterrar (al menos en quienes están libres de prejuicios) las sospechas infundadas sobre la dimensión del patrimonio de la Iglesia, su administración o el cumplimiento de los deberes de justicia, como el pago de los impuestos debidos y de otras exacciones».

Vender lo vacío

Pero la transparencia, señaló Galantino durante una reciente visita guiada con periodistas a uno de los tesoros inmobiliarios del Vaticano, el Palazzo della Cancelleria, «no consiste solo en la publicación del balance, no se detiene en la cantidad, sino que muestra también la calidad de lo que se guarda. Dar a conocer estos lugares –explicó– significa administrar bien, porque quien administra correctamente es también quien valoriza y distribuye, no solo la riqueza material, sino también, precisamente, la cultura, la historia, el conocimiento».

Por este motivo, el presidente de Apsa ha recordado que «la gran cantidad de bienes inmuebles propiedad de la Santa Sede están libres de alquiler en un 60 % y destinados en su mayor parte a actividades institucionales. Entre estos, la gran mayoría tiene ciertamente un valor histórico, incluso afectivo, muy importante».

El informe adjunto al presupuesto de Apsa también hace amplia referencia al plan trienal que la Administración del Patrimonio Apostólico ha adoptado para seguir mejorando los métodos de trabajo y los resultados financieros. El objetivo es lograr «beneficios totales de unos 55,4 millones de euros» para que el presupuesto vuelva a ser positivo.

En particular, Apsa está trabajando en el proyecto Sfitti a rendere para la reducción gradual del número de propiedades vacías, con su renovación y la posibilidad de ponerlas en el mercado inmobiliario. En total hay 140 propiedades afectadas.

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