
Galletas de chocolate
Nutrición
Boticaria García te explica por qué tu desayuno habitual te está engordando
El consumo excesivo de azúcar en el desayuno puede producir picos de glucosa e insulina que nos lleven a un círculo vicioso de sobrealimentación
El desayuno ha sido, tradicionalmente, la comida más importante del día. En España, el clásico «desayuno de campeones» suele incluir leche con Colacao, zumo y galletas. Sin embargo, esta elección, aunque deliciosa, puede estar detrás de un problema de salud que muchos desconocen. Según Boticaria García, en una entrevista en Tiene Sentido Pódcast, el consumo de este tipo de desayunos es responsable de provocar picos de glucosa e insulina que pueden llevar a un círculo vicioso de hambre y sobrealimentación.
El efecto del azúcar en tu organismo
La ciencia ha demostrado que, cuando optamos por un desayuno azucarado, después de unas 2 horas y 3 minutos, el nivel de azúcar en sangre tiende a caer drásticamente. Este descenso provoca un aumento de la sensación de hambre, y el cuerpo, en su búsqueda de equilibrio, no va a buscar alimentos saludables como el brócoli. En su lugar, es probable que recurramos a productos igualmente azucarados, como galletas o refrescos. Este comportamiento se puede desencadenar en un continuo «sube y baja» de los niveles glucémicos a lo largo del día, lo que podría resultar en un aumento de 300 kilocalorías adicionales diarias, según otros estudios.
El impacto de estos picos en nuestro organismo puede ser significativo. A largo plazo, esto podría traducirse en un aumento de hasta 9 kilogramos al año. Por lo tanto, el desayuno habitual puede estar contribuyendo no solo al aumento de peso, sino también a una serie de problemas de salud más graves relacionados con la obesidad y la diabetes.
Cambios en el estilo de vida
Es fundamental entender que, si bien el desayuno azucarado puede parecer una opción conveniente y rápida, sus consecuencias en la salud pueden ser devastadoras. La solución no solo consiste en cambiar los alimentos que elegimos, sino también en incorporar hábitos de ejercicio. La falta de actividad física significa que el azúcar consumido se convierte en grasa en nuestro organismo, especialmente en el hígado. Para contrarrestar estos efectos, los expertos sugieren que realicemos «snacks de ejercicio» a lo largo del día, lo que implica realizar pequeñas actividades físicas que ayuden a gastar el azúcar acumulado.
Adoptar un enfoque proactivo en nuestras elecciones alimenticias y nuestra rutina diaria es esencial. Cambiar ese desayuno por opciones más equilibradas e incluir actividad física en nuestra vida cotidiana puede no solo prevenir problemas de peso, sino que también mejorará nuestro bienestar general.
El mensaje del experto en nutrición, Boticaria García, es claro: es hora de revisar nuestros hábitos alimenticios y considerar el impacto de nuestras elecciones en la salud a largo plazo. Se trata de un cambio que puede parecer difícil al principio, pero los beneficios valen la pena.