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18 de mayo de 2024

Doctores evaluando a una paciente mediante un escáner cerebral

Doctores evaluando a una paciente mediante un escáner cerebralFreepick

Día Mundial del Ictus

El 25 % de la población española sufrirá un ictus a lo largo de su vida

Solo el año pasado, más de 24.000 personas fallecieron debido a esta afección y más de 34.000 personas desarrollaron una discapacidad

Este domingo, 29 de octubre, se conmemora el Día Mundial del Ictus, con el objetivo de crear conciencia sobre esta enfermedad cerebrovascular, sus síntomas, sus factores de riesgo y cómo prevenirlos, ya que ictus es una de las principales causas de muerte y discapacidad en España. Los datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN) muestran que cada año se producen en España entre 110.000 y 120.000 nuevos casos de ictus.
Según datos del INE, solo el año pasado, más de 24.000 personas fallecieron debido a un ictus y más de 34.000 personas desarrollaron una discapacidad por esta enfermedad. Esto hace que esta enfermedad sea la primera causa de discapacidad en España –más de 360.000 personas tienen reconocida una discapacidad por haberla padecido–. Tras los fallecimientos por la covid, es la segunda causa de muerte en mujeres en España y la tercera causa en ambos sexos.
La doctora María Mar Freijo, coordinadora del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología explica que un ictus ocurre cuando «el flujo sanguíneo hacia una parte del cerebro se interrumpe», ya sea debido a un coágulo sanguíneo (en estos casos se denomina ictus isquémico y supone más del 80 % de los casos) o a una hemorragia (ictus hemorrágico).
Ambos casos, detalla la experta, son una urgencia sanitaria, por lo que los primeros síntomas deben ser abordados sin dilación. Cuanto menos tiempo pase desde su aparición hasta que pueda ser tratada la enfermedad, «mayor será la probabilidad de sobrevivir» a esta enfermedad o reducir sus secuelas.
Según datos de la SEN, en España, solo un 50 % de la población sabría reconocer los indicios de esta enfermedad. Además, el Código Ictus, que es el sistema de atención sanitaria que se activa al llamar a emergencias con síntomas de ictus, solo se llega a utilizar en aproximadamente el 40 % de los casos que se atienden actualmente en los hospitales españoles.
La doctora Freijo comunica que el Código Ictus, que ya está está en todas las comunidades para que los pacientes con un ictus lleguen lo antes posible al hospital, prepara todo para que cuando estos lleguen esté todo preparado para recibir atención inmediata y así reducir el tiempo que transcurre desde que se detecta hasta que se empiece el tratamiento.
Aunque exista este sistema, es vital que los familiares sepan detectar los síntomas de quien está sufriendo un ictus. Por ello, es fundamental que se aumente el conocimiento de esta afección entre la población porque se cree que en menores de 15 años el número de ictus aumentará hasta en un 35 %.

La edad es un factor de riesgo

Detrás de este previsible incremento de los casos está el envejecimiento poblacional, ya que la gran mayoría de los casos se dan en personas mayores de 65 años. En todo caso, el ictus no es una enfermedad exclusiva de personas mayores: aproximadamente el 10-15 % de todos los ictus ocurren en personas menores de 45 años e incluso, aunque raros, se pueden dar casos de ictus infantil.
La edad es un factor de riesgo muy importante para sufrir un ictus. Sin embargo, también influyen otros factores que, en muchos casos, pueden ser modificables. La facultativa anota que hasta el 90 % de los casos «se podrían llegar a evitar» controlando adecuadamente los factores de riesgo modificables de esta enfermedad.
El factor de riesgo más importante para la aparición de ictus es padecer hipertensión. Pero también otros como el tabaquismo, el sedentarismo, la mala alimentación, la obesidad, el alcoholismo, el consumo de drogas, la genética, el estrés o padecer fibrilación auricular, colesterol o diabetes. Y muchos de estos factores son modificables o controlables.
«A pesar de que en los últimos años se ha avanzado mucho en el tratamiento de esta enfermedad», reconoce la doctora Freijo, con la aparición de nuevos procedimientos, fármacos y la implantación cada vez mayor de Unidades de Ictus, se ha conseguido «mejorar sustancialmente el pronóstico de esta enfermedad». Sin embargo, la mayor herramienta que existe hoy en día para combatir el ictus es la «prevención».
A pesar de esto, si no se toman medidas en los próximos 10 años, aumentarán en Europa un 45 % las muertes por ictus y un 25 % el número de supervivientes con discapacidad. Del total, el 40% de los casos este accidente cerebrovascular deja importantes secuelas «que impiden a los pacientes la realización de actividades cotidianas», concluye la coordinadora.
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