Qué es un derecho, el peligroso evento meteorológico que puede ser tan destructivo como un huracán

Dana, ciclogénesis explosiva, ola de calor, reventón térmico... Muchos son los términos meteorológicos que definen los diferentes fenómenos y que, gracias a la divulgación de los expertos en la materia, terminan llegando al ciudadano de a pie. Gracias a ello podemos identificar mejor a qué clase de acontecimiento natural nos enfrentamos y las precauciones que se han de tomar en cada uno de ellos.

Hace apenas una semana, el Mediterráneo experimentó uno que no suele ser muy habitual: un derecho. Se trata de un fenómeno altamente destructivo que puede dejar vientos huracanados y tormentas de larga duración que pueden llegar a durar hasta ocho horas y que son capaces de recorrer cientos de kilómetros.

Desde el punto de vista atmosférico, un derecho se clasifica como un sistema convectivo de tormentas organizado. Se caracteriza por una disposición lineal y un desplazamiento muy rápido, cuyas repercusiones en superficie suelen ser especialmente severas.

Tal y como explica el meteorólogo Gabriel G. Valcárcel, un derecho se forma cuando se descuelga una vaguada de aire frío que interacciona con una de aire más caliente y húmedo. Esa vaguada de aire frío se introduce por el aire cálido y provoca el ascenso de ese aire, ocasionando el desarrollo de una 'megatormenta' que es capaz de moverse de forma muy rápida, dejando fuertes precipitaciones, descargas eléctricas y rachas de viento de hasta 160 kilómetros por hora.

Daños comparables a los de un huracán

Los derechos, debido a la intensidad de sus vientos rectilíneos y a las largas distancias que son capaces de recorrer, pueden ocasionar daños comparables a los de un tornado o incluso a los de un huracán categoría 3. El aire cálido, húmedo e inestable crea las condiciones ideales para la formación de derechos, un fenómeno que puede presentarse en cualquier momento del año, aunque alcanza su mayor probabilidad durante los meses de julio y agosto, cuando las circunstancias atmosféricas resultan especialmente favorables para este tipo de eventos extremos.

Desde Meteored recuerdan que su nombre proviene del castellano 'derecho', en referencia a los vientos rectilíneos que causan el mayor impacto. Esta denominación contrasta con la palabra 'tornado', que también viene del español y hace alusión al movimiento giratorio del viento. En el derecho, no hay rotación visible, pero sí una violencia muy grande.

Uno de los casos más conocidos ocurrió el 29 de junio de 2012, cruzando desde Illinois hasta Washington D.C., dejando a más de 4 millones de personas sin electricidad. Aunque suelen ser más habituales en Estados Unidos, también pueden darse en España. De hecho, uno especialmente extremo afectó al Mediterráneo occidental en agosto de 2022, dejando vientos huracanados en zonas de Baleares, donde se formó esta estructura.

Hace apenas una semana, otro se formó a la altura de las Islas Baleares, de manera que avanzó de forma muy rápida hasta Italia, dejando fuertes lluvias, vientos y rayos a su paso, en especial en la isla francesa de Córcega. Desde su inicio en las islas españolas, en apenas cuatro horas llegó hasta Córcega hasta finalmente acabar disipándose en en el entorno de Eslovenia.

A pesar de su reciente aparición, son sistemas tormentosos poco frecuentes, aunque extremadamente potentes. Para poder considerar que estamos ante un derecho, y no ante otro tipo de convección organizada, deben cumplirse algunos criterios tales como que se den daños por viento a lo largo de más de 640 kilómetros y cuyas rachas hayan sido superiores a 120 km/h.

Es, por tanto, el norte del continente americano el que detecta más a menudo estos fenómenos, especialmente en el Medio Oeste estadounidense, donde el encuentro entre masas de aire frías de origen polar y aire cálido y húmedo de origen tropical genera condiciones muy favorables para la convección organizada.