Esperanza Ruiz: «Muchos estamos cansados de esa imagen cretina de una España lúgubre y beata donde todo es un error colectivo»

esperanza Ruiz es farmacéutica comunitaria especialista en formulación magistral y dermofarmacia. Y también es escritora, columnista y opinadora profesional. En su libro «Whiskas, lexatín y satisfyer» ejecuta un manifiesto contra la ideología progre, importada de Estados Unidos y dominante en muchos ámbitos. 

–¿Qué es para usted España?

–Es una de las naciones más viejas de Europa, que influyó de manera determinante en el orbe y eso imprime carácter. Pero no se ha acabado. España es futuro. Es un legado vivo. Por eso, y como en todo legado, se deben respetar unos principios con el objeto de enriquecerlo y transmitirlo de la mejor manera posible a las generaciones futuras. Esto es tarea de todos.

–¿Por qué cree que muchos intelectuales españoles hablan mal de su país?

–Porque hay mucho acomplejado y porque encaja bien con el relato actual, fruto de esa transformación antropológica que llevamos sufriendo algo menos de un siglo. El origen hay que buscarlo en el trabajo de zapa hecho por algunos pensadores de las luces y el adversario inglés. Gente que ejemplificó a la perfección el conocido dicho: «consejos vendo que para mí no tengo». Muchos estamos cansados de esa imagen cretina de una España lúgubre y beata donde todo es un error colectivo. Una pena que sea el fondo de comercio de algunos.

–¿Se está apoyando lo suficiente la lengua española?

–Sospecho que nunca es suficiente y desconozco si las recientemente creadas Oficinas del Español están dando frutos. En Francia, por ejemplo, se dedican muchos fondos a frenar la influencia anglosajona en la lengua, que es parte del legado cultural del que hemos hablado antes. Por tanto, cualquier iniciativa en ese sentido es bienvenida.

–¿Cuál es hoy la mayor fortaleza y debilidad de la creación literaria española?

–El español como lengua es una fortaleza en sí misma. Quizá la sobreproducción hace más difícil encontrar la excelencia.

 ¿Es la literatura española actual mejor o peor que la que se hacía, por ejemplo, hace 70 años?

–Siempre se ha dicho que los años 40-50 fueron un páramo cultural, pero lo cierto es que la literatura de posguerra nos ha dado novelas densas y ricas en costumbrismo con nombres como Sánchez-Ferlosio, Laforet, Cela, Foxá, González Ruano…

–¿Qué tres escritores españoles actuales cree que sobrevivirán al paso del tiempo?

–Juan Manuel de Prada, Luis Alberto de Cuenca, Miguel D'Ors, algunas firmas de El Debate como García-Máiquez, etc. La calidad la juzga, en buena medida, el tiempo, ciertamente.

–¿Qué opina de los escritores que se meten en trifulcas en las redes sociales?

–No opino, la gestión de las redes sociales de cada uno es personal e intransferible, community manager mediante.

–¿Han estado demasiado tímidos los intelectuales españoles a la hora defender a su país durante el pulso separatista catalán?

–Menos tímidos que algunos políticos, la verdad.

–¿Están hoy demasiado politizados los premios nacionales?

–Es innegable que se puede encontrar una línea editorial –de agenda– en la mayoría. No sólo en los de literatura hay una ideologización brutal, hasta el punto en que algunos galardones se premia la aparición del argumentario feminista en la obra. El resto de las artes también se ven afectadas, tan sólo hay que ver el palmarés de los premios Princesa de Asturias de este año…

–¿Teme ser señalado por haberse atrevido a opinar de estos temas?

–¡Cuerpo a tierra que vienen los nuestros!