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Selena Gomez y Karla Sofia Gascon protagonizan 'Emilia Pérez'

Selena Gomez y Karla Sofia Gascon protagonizan 'Emilia Pérez'Europa Press

La verdad incómoda sobre el español en EE.UU. detrás de la interpretación de Selena Gomez en 'Emilia Pérez'

El deficiente dominio del español de Selena Gomez demuestra los problemas de la transmisión intergeneracional de la lengua entre los hispanos de EE.UU.

Más allá de los viejos mensajes publicados en redes sociales por la actriz transexual Karla Sofía Gascón, tildados de xenófobos, lo cierto es que desde el primer minuto la película Emilia Pérez –nominada a 13 premios Oscar– ha estado envuelta en polémica.

Una de las principales es la actuación de la actriz estadounidense (hija de una estadounidense y un mexicano), Selena Gomez, que se dobla a sí misma en español.

La actuación de la actriz y cantante ha desatado un agrio debate en México y en otros países hispanoamericanos, por el deficiente dominio por parte de la actriz de la lengua española.

La realidad es que Selena Gomez, que en otros papeles en que emplea el inglés ha demostrado ser una actriz más que competente, en Emilia Pérez no se le ve cómoda con el papel. No parece comprenderlo, ni termina de hacerse con las riendas de su interpretación.

Sumado a todo ello su desastroso español, hacen que el resultado de la actuación de Selena Gomez tenga momentos bochornosos.

La actriz ha tratado de justificarse con el argumento de que desde pequeña ha estado inmersa en la lengua inglesa, lo que ha hecho que su lengua materna se debilitara y diluyera en el inglés.

Más allá de todo eso, el catastrófico español de Selena Gomez revela una incómoda verdad para aquellos que presumen de que el español es la segunda lengua de Estados Unidos y que gana terreno año tras año.

Selena Gomez en 'Emilia Pérez'

Selena Gomez en 'Emilia Pérez'GTRES

Sin negar que el español tiene cada vez más presencia y más fuerza en Estados Unidos, lo cierto es que ese músculo se debe a los emigrantes procedentes de Hispanoamérica de primera generación.

Sus hijos, en cambio, ya relegan el español a segunda lengua, o lengua para hablar en la intimidad del hogar. Mientras que, en muchos casos, la tercera generación de hispanos ya ha descartado del todo el español y se identifica plenamente con el inglés.

Se trata de una realidad que el mismo Instituto Cervantes reconoce. En su anuario El español en el mundo del año 2023, el Instituto Cervantes concluía que sólo el 8 % de los hispanos estadounidenses de segunda generación mantiene el español como lengua principal, y sólo el 1 % de los de tercera generación.

Destacaba el informe que más de 62,5 millones de estadounidenses, es decir, el 18,9 % de la población, son de origen hispano.

En algunos estados, como California y Texas, los hispanos son el grupo étnico mayoritario, mientras que en otros, como Florida, su número es muy significativo.

Eso no significa, por supuesto, que todos esos 62,5 millones de hispanos estadounidenses hablen español. De hecho, el informe señala que solo el 67,6 % de los hispanos emplea el español en el entorno familiar.

El informe apunta a dos circunstancias que suponen la gran debilidad del español en Estados Unidos. Por un lado, el hecho de que los hispanos nacidos en Estados Unidos ya superan a los hispanos residentes en Estados Unidos pero procedentes del extranjero.

Por otro lado, el aumento de hispanos que han adquirido un nivel de competencia alto en inglés, lo que en la mayoría de los casos les lleva a cambiar de idioma principal.

El informe del Instituto Cervantes constata que «ya son muchos los hispanos que no consideran un requisito indispensable saber español para identificarse como tales».

Aunque el informe asegura que la supervivencia del español en Estados Unidos está garantizada por el hecho de que «la comunidad hispanohablante de Estados Unidos ha alcanzado masa crítica suficiente como para sobrevivir por sí misma al margen de la lengua dominante», lo cierto es que «el empleo del español se ha reducido claramente desde los años ochenta a medida que el nivel de competencia en inglés de los hispanos ha ido aumentando».

Todo ello hace que la tasa de mantenimiento del español de unas generaciones a otras, aunque sigue siendo alta –el 47 % de los hispanos de tercera generación habla muy bien o bastante bien el español–, se muestre débil.

Donde sí hay una clara pérdida intergeneracional del español es en su uso como lengua principal. «El 61 % de los hispanos adultos de primera generación afirman tener el español como lengua principal, frente al 8 % de los de segunda generación y al 1 % de los de tercera y subsiguientes», arroja el informe.

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