«Cuando se me presentó la oportunidad no pude decir que no, quería estar aquí y trabajar», ha explicado el base en declaraciones en inglés (no sabe español) a la Federación Española de Baloncesto (FEB), el organismo que pidió al Gobierno que nacionalizara a Brown por una única necesidad deportiva, ya que Sergio Scariolo le quería en su equipo ante la falta de otros jugadores.
Para Lorenzo Brown «es un honor poder formar parte de la familia» y ha señalado además que «los compañeros me están tratando genial, son divertidos, no sabía qué esperar y me han dado una gran acogida». Jugador del Maccabi de Tel Aviv, ha asegurado que le «importa mucho la selección» y que tiene todavía «mucho que aprender» para darlo todo en la pista con el equipo, aunque dijo estar «listo para ello».
Sobre sus compañeros de selección, Brown ha explicado una curiosa anécdota con Rudy Fernández: «Cuando jugaba a la videoconsola, solía jugar con uno de los equipos de Rudy, y recuerdo que siempre se la pasaba a él para tirar triples. Siempre ha sido un gran tirador, pero ahora puedo decir que es un gran compañero y un líder».
Brown también recordó al ausente Ricky Rubio, al que llegó para sustituir en la plantilla española tras la lesión de Rubio en la NBA: "Desde la universidad recuerdo ver a Ricky como el gran talento que era, jugando con 17 años en los Juegos Olímpicos con la selección, hacía esos pases sin mirar que me dejaban impresionado”.