¿Quién no quiso a Pedri en el Madrid?

Lo bueno de estos partidos sin chicha es que te permiten pensar en muchas cosas, algunas incluso peregrinas. Partido en realidad no hubo en Pucela y en otros muchísimos lugares. Los de un lado son infinitamente superiores a los del otro, se trata de saber sólo por cuantos goles ganarán.

Queda claro que el modelo España funciona y pinta que es el bueno. Que De la Fuente ha dado con la fórmula de sacar lo mejor a una serie muy larga de excelentes futbolistas. Tiene dos y casi tres equipos con los que ganaría a la gran mayoría de selecciones europeas, luego del mundo. El tío lo está bordando. Jueguen unos u otros, el plan, la ejecución todo eso, es la misma. Tiene muchísimo mérito.

Una de esas cosas con las que relamerte mientras el portero búlgaro evitaba un marcador escandaloso fue alabar a Merino. Sus goles son la guinda a su crecimiento, tan brutal, tan sostenido. Lo ves y piensas, ¿y este y Fabián, y quizá algún otro, cómo no estuvieron en el último Mundial, tan decepcionante? Ves a esta España y a aquella y piensas que han pasado doce generaciones. Y no.

Luego te cuentan que Cristiano metió los dos goles de Portugal y está a 53 de los 1.000. Los hará calculo que el próxima temporada, quizá incluso está. El Madrid debería estar fino ahí y atar ya un amistoso con su equipo árabe y que el 1.000 lo marcara en el Bernabéu. El oficial sería cuestión de horas.

Y como sale a escena el Madrid te preguntas quien fue el que dijo que Pedri no le valía. Pepe Mel andaba por Las Palmas y se lo sopló a los blancos. Sí, si, ya dijo Di Stéfano que a cierta edad todos los chicos son japoneses. Una vez me armé de valor y le comenté que sí Maestro, pero hay japoneses del norte y del sur, y unos del mismo centro de Tokio. Como los del Bilbao. Su respuesta fue un tiro: «Con esos es con lo que no puedes equivocarte». En nada, el día 29, Pedri volverá al Bernabéu.

Más madera. Harry Kane está decidido a disputarle a Kylian lo del máximo goleador del año. Su Inglaterra ya está en el Mundial, luego pensaremos lo de siempre: que desde el 66, 1966, no ha vuelto a ganarlo, a ver si ahora... Lopetegui estará por fin en un Mundial. De aquel en Rusia le apartó Rubiales, pues clasificó a Qatar. Entonces le descabalgaron porque fichó por el Madrid, no parece que vaya a repetirse la historia y Julen será mundialista.

También hubo amistosos y Brasil palmó con Japón en Tokio: el 0-2 acabó en un histórico 3-2. A Carletto, fíjense, le discutieron que cambió pronto y mal, qué cosas. Si es verdad que a su equipo se le bajó la persiana cuando sustituyó a Vinicius. Uruguay ganó a Uzbekistán en Malasia. Es la broma que no cesa. Broma pesada para Lewandowski que se lesionó con su selección y estará tres semanas de baja. Pedri, de momento, apunta al Bernabéu, el máximo anotador del Barça, no. Y tantos otros.

No duden: el 30 por ciento de los partidos de club y selección, de todos los clubes y todas las selecciones, son absurdos y prescindibles. Los muchachos siguen mudos, es posible que su salud les importe poco. También a los entrenadores, fisios, médicos.

Rara es la vez que juegan los mejores. No pretendo que todos, sí la mayoría. ¡Oigan que hablan de una Copa Ibérica con Madrid, Barcelona, Oporto y Sporting de Portugal! Una idea del presidente portista que un día fue entrenador, André Villas-Boas. La locura no hace prisioneros.